Avistan pingüino de Humboldt albino en Península de Hualpén

El primer hallazgo de este tipo en el Biobío tuvo lugar este 11 de julio. El albinismo es muy infrecuente en animales y por la conducta de la especie es probable que vuelva a verse y causar interés de acercarse, por lo que este hito es una oportunidad para enfatizar en el llamado a no perturbar a la fauna salvaje y así resguardar tanto su salud como la humana.

El pingüino de Humboldt tiene amplia distribución en Chile. Es que el ave marina no voladora es endémica de la Corriente de Humboldt que recorre al Pacífico y se distribuye desde Perú a Chiloé.

Por eso, para la científica Sara Rodríguez no es extraño hallar ejemplares en la Península de Hualpén que observa mes a mes por un proyecto que lidera y por el que debe ir a tomar muestras. Pero, fue extraño lo que vio este martes 11 de julio: un ejemplar albino.

Avistamiento excepcional

“Los avistamientos de pingüinos de Humboldt son más frecuentes en el agua desde Valparaíso al norte. Pero, acá también se ven. Voy mensualmente a la Península de Hualpén y siempre me encuentro con grupos, hay una población de pingüinos que andan en el agua y se ven en los roqueríos”, explicó la académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. “Pero, la frecuencia de aves y animales albinos es muy baja”, aseguró.

El albinismo escapa a la normalidad. El plumaje de un pingüino adulto es negro y blanco, al que llegan tras una transición en etapas jóvenes desde colores grises, a veces con presencia de plumas amarillas. Un ejemplar albino es totalmente blanco, como el que avistaron, si bien existe una condición similar que se llama leucismo.

“El albinismo es cuando hay ausencia total de los pigmentos, en especial melanina. El leucismo es menos intenso”, aclaró. La gran característica es que en el albinismo el ojo tiene coloración roja y en leucismo es del mismo color que un adulto, negro. “El que vimos es albino, ya que sus ojos son más cercanos al rojo”, precisó.

Así, el avistamiento es un hito, un hecho excepcional, al ser el primer registro de un pingüino de Humboldt albino en Biobío.

El ejemplar

El avistamiento se dio en el mar a la altura del sector del Faro Punta de Hualpén. Mientras Sara Rodríguez junto a su equipo navegaban en lancha para desplegar labores científicas es que vislumbraron, a lo lejos, al animal blanco.

Desde su posición pensó que era una gaviota que podría estar enferma, afectada por la gripe aviar debido a ciertos movimientos. Decidieron acercarse, a distancia prudente sin invadir, para observar y registrar con fotos al individuo que resultó ser un juvenil sin la coloración que sus pares.

La pequeña ave estaba nadando con su llamativo albinismo. Aunque no fue lo único que llamó la atención, también que estaba sola y su falta de timidez al acercarse. Porque comentó que suelen estar en grupo y alejarse con humanos cercas, pero este pingüino no se asustó ni se fue.

Y lo más importante es que se evidenció su buen estado, porque el albinismo no es un problema de salud. Aunque la científica advirtió que la falta de coloración llama la atención también a depredadores, por eso que la condición vuelve a los animales más vulnerables y los ejemplares albinos tienen tasa de supervivencia más baja a la normal.

Resguardo

Sara Rodríguez explicó que los pingüinos suelen quedarse en los mimos sitios, por lo que es probable ver al ejemplar otra vez como a la familia que habita el sector. No sólo ella y su equipo, también habitantes o visitantes, en quienes centró el llamado de atención a no perturbar al ave, su especie y ninguna otra silvestre, con tal de contribuir a su preservación y a la salud humana.

Si bien aclaró que los pingüinos habitualmente están en el agua o zonas rocosas alejadas, por lo que no están tan expuestos a la interacción con humanos a no ser que estos se acerquen, también que si la cercanía se produce es probable que el ser carismático como muchos otros animales despierte interés de acercarse más, fotografiar o tocar.

Todo lo que se debe evitar.

Porque la interacción con humanos puede estresar o alterar conductas de animales y volverlos más indefensos en su hábitat. Además, hay riesgos como ataques por defensa y zoonosis, como la gripe aviar. “La máxima recomendación es no tocarlos ni invadirlos. Tenemos que tener cuidado y mantener distancia con la fauna salvaje”, sostuvo.

Resguardos clave: esta especie nativa está en estado de conservación vulnerable con alto riesgo de caer en peligro de extinción si no se toman medidas, que incluyen acciones desde la política pública y también personales como no perturbar.