Leucemia mieloide aguda: más de un reto para mejorar los pronósticos en Chile

Hay mortalidad más alta versus la cifra internacional y, aunque la cubre el GES, urge acortar brechas de acceso a tratamientos más avanzados que existen.

Su causa exacta se desconoce, pero no su impacto. Un estudio de National Comprehensive Cancer Network reveló que entre 2000 y 2019 los casos aumentaron 35% en hombres y 8% en mujeres, alcanzando 16 millones de diagnósticos y 9 millones de muertes en el mundo; muchas ocurren pocas semanas tras diagnosticar.

Es la realidad de la Leucemia Mieloide o Mieloblástica Aguda (LMA). Por eso, el 21 de abril es el Día Mundial de Concienciación sobre esta patología oncológica hematológica, que en Chile tiene varios retos en que avanzar para mejorar la calidad de vida de pacientes y sus familias.

Eso quieren relevar desde el Grupo de Estudios de Leucemias Agudas Mieloides (Grelam), cuya coordinadora nacional es la doctora Mónica Romero, hematóloga del Hospital Clínico Regional Guillermo Grant Benavente de Concepción.

Cáncer sanguíneo

Básico es que las personas tengan conocimiento y consciencia de este cáncer a la sangre, que se caracteriza por la producción anormal de unas células que se llaman blastos, explica la doctora Romero.

Estas se acumulan en la médula ósea, que define como “fábrica de la sangre”, cuyas células normales no pueden realizar sus vitales funciones, que precisa que “glóbulos blancos nos ayudan a defendernos, glóbulos rojos a no tener anemia y plaquetas a la coagulación”.

Y en la disrupción de esas funciones los síntomas. “El paciente comienza a enfrentar cuadros de anemia por infecciones, por alteraciones hemorrágicas o ruptura en su calidad de vida”, cuenta la especialista. También aclara que “los síntomas no siempre son específicos”, porque se asocia a unos que pueden presentarse en otros problemas de salud como cansancio, pérdida de peso, sudoración, fiebre, dolor al pecho o moretones.

Cáncer agudo que asegura “puede estar presente en cualquier persona, pero principalmente se da en adultos y adultos mayores: la mediana de edad de diagnóstico está en torno a los 65 años”.
Un dato que le lleva a abordar otro preocupante para Chile: la incidencia general es de 3-4 casos nuevos cada 100 mil habitantes al año, pero llega a 35-40 en mayores de 65 años.

Sobre la mortalidad, la hematóloga lamenta que las cifras de Chile son más altas que en el resto del mundo. “El nivel de supervivencia en adultos sobre 60 años es de 11 semanas y en menores de 60 de 47 semanas”, apunta.

Más de un reto

Entonces, sostiene que “el gran reto para Chile es mejorar la mediana de supervivencia global en nuestros pacientes mayores de 60 años”.

Para superarlo, como también más los pronósticos de todo caso de LMA, la solución está en mejorar la cobertura en diagnóstico y tratamientos avanzados.

La médica primero valora que “las leucemias del adulto desde el 2007 están incluidas en GES. Por tanto, el acceso a diagnóstico y tratamientos en distintas etapas de la LMA están garantizadas por ley”.

También asevera que “siempre podemos diagnosticar a tiempo, pero lo importante es detectar el ‘‘apellido’ (de la enfermedad), ya que determinará que pudiésemos aplicar terapias dirigidas más avanzadas o qué planes a seguir para mejorar la expectativa de vida”.

Desde allí considera una gran barrera “la tardía implementación de los laboratorios de diagnósticos hematológicos más avanzados”. Con sus técnicas se puede detectar ese apellido y categorizar el riesgo del caso. En ese sentido, releva que “es necesario ir adecuando el tratamiento a las necesidades o resistencia de cada paciente”.

Y hay distintas terapias efectivas como quimioterapia, transfusiones de componentes sanguíneos, trasplante de células madre y tratamientos dirigidos. La experta añade el avance que ha significado el desarrollo de la medicina de precisión y urgencia de avanzar en el acceso.

“Es importante incorporar los nuevos fármacos que se vayan aprobando y también el acceso a terapias de consolidación de mayor impacto como el trasplante para pacientes de alto riesgo”, sostiene.

Queda bastante por hacer para responder necesidades no cubiertas, como pasa con muchas patologías, y poner sobre la mesa la LMA y brechas es un paso esencial. Sobre ello, la doctora Romero manifiesta que “siempre se puede mejorar e integrar de a poco los nuevos elementos que contribuyan a la calidad de vida de los pacientes y como Grelam estamos disponibles de participar con cualquier entidad ministerial para trabajar en el mejor manejo de la patología y nuestros pacientes”.