Esteban Vöhringer y Rodrigo Herrera estuvieron en encuentro de líderes norteamericanos de una de las organizaciones de investigación científica más reconocidas a nivel global. Ambos dirigen proyectos, uno centrado en la astronomía y otro en la química.
La Sociedad Max Planck es una de las entidades de investigación científica más reconocidas e importantes del mundo y la Universidad de Concepción (UdeC) es una de las pocas instituciones académicas chilenas que cuenta con grupos asociados a la destacada organización basada en Alemania.
Y es que el astrónomo Rodrigo Herrera-Camus y el químico Esteban Vöhringer-Martínez dirigen proyectos y por eso estuvieron entre las decenas de científicos de Latinoamérica que lideran proyectos vinculados a la Sociedad que se reunieron en las “Max Planck Latin America Conference on Scientific Collaboration”, que hace poco se realizaron en Buenos Aires (Argentina).
La institución alemana despliega su quehacer a través de más de 80 institutos que abordan todas las áreas del saber, desde ciencias sociales hasta naturales y astronomía, que amplifica el trabajo y aporta al desarrollo de las disciplinas en naciones de todo el mundo con acciones como financiar grupos de investigación que trabajen en sus propios países.
El doctor Herrera, académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, lidera al grupo “El ciclo bariónico en galaxias”, asociado al Instituto Max Planck de Física Extraterrestre. El doctor Vöhringer, académico del Departamento de Físicoquímica de la Facultad de Ciencias Químicas, es el líder de “Dinámica molecular de reacciones químicas”, grupo asociado al Instituto Max Planck de Química Biofísica.
Ambos grupos, como todos los vinculados a cualquier Instituto Max Planck, están enfocados en avanzar en temas de ciencia de frontera. En el caso de Herrera el centro está en el estudio de formación de galaxias y para Vöhringer en la simulación computacional a nivel atómico de enzimas.
Y mostrar los avances de estos proyectos y de los distintos grupos latinoamericanos fue el objetivo de la cita internacional, pero sobre todo propiciar nuevas alianzas para cooperar en distintas materias.
“La idea de esta reunión es abrir puertas para las nuevas generaciones de científicos para que lideren estos grupos que usualmente duran cinco años que, si bien pueden continuar por otros cinco años más, no son eternos. La pregunta que cabe es ¿cómo continuamos esta colaboración en el futuro?”, manifestó Herrera, investigador del Núcleo Milenio Titans y del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Porque el programa de grupos asociados perdurará más allá de que terminen sus proyectos y existe la oportunidad de postular y adjudicar uno nuevo a futuro, en astronomía u otra área. “Hay muchos científicos y científicas de la UdeC que podrían postular y comenzar estas colaboraciones”, dijo. “Espero que nuestra presencia abra puertas de colaboración para que otros científicos y científicas de la UdeC comiencen a crear vínculos con la Sociedad Max Planck”, añadió.
Esteban Vöhringer se detuvo en la posibilidad de dar a conocer su trabajo y el impacto de las charlas y encuentros que se realizaron, por lo multinacional y multidisciplinario del evento.
“Hay que destacar el altísimo nivel científico con unas charlas muy interesantes, a la vez que hubo la posibilidad de compartir con investigadores no sólo de Latinoamérica, sino también con directores de Max Planck en Alemania, quienes nos dieron retroalimentación de nuestros trabajos”, relevó.
Sobre ello, aclaró que “permitió intercambiar ideas más allá de la disciplina que cada uno tiene” y tanto su convicción como la de Herrera es lo enriquecedor para el propio trabajo, de sus grupos y para la Universidad de contactarse y conocer a personas de otras disciplinas, naciones e instituciones, pero que comparten el interés de contribuir en hacer ciencia de primera calidad y avanzar en generar nuevos conocimientos.
Eso, porque son instancias donde se conocen otras perspectivas o métodos y pueden surgir otras inquietudes o valorarse otras formas de trabajo que pueden traducirse en impulsos, innovación o nuevas investigaciones y proyectos colaborativos.
Una misión de los grupos UdeC asociados a Max Planck es potenciar el desarrollo de alianzas y difusión para aumentar el alcance de las investigaciones y formación de nuevas generaciones de científicos que deberán levantar y liderar nuevos centros ligados a la entidad. Mientras, tienen potentes resultados científicos, personales y colectivos que compartir.
En la Universidad de Gottingen, Esteban Vöhringer realizó su formación doctoral y postdoctoral. Así comenzó su vínculo con el Instituto Max Planck de Química Biofísica que allanó el camino para formar el grupo asociado “Dinámica molecular de reacciones químicas” por el periodo 2017-2022.
La investigación aplica la química computacional para estudiar reacciones químicas a nivel microscópico. “Estudiamos cómo se mueven los átomos para hacer una transformación química”, aclaró. Particularmente, el objeto de estudio son enzimas capaces de fijar el dióxido de carbono (CO2) y transformarlo en compuestos orgánicos.
Detalló que el objetivo ha sido comprender cómo fijan el CO2, a través de simulaciones y modelaciones de su funcionamiento. Además, el grupo de Bioquímica del Instituto Max Planck de Marburg realizó otros experimentos
Interacciones y experimentos que permitieron “establecer un mecanismo y entender cómo funciona un proceso tan importante”, resaltó.
Ello, porque la comprensión del proceso que ocurre en la naturaleza puede tener aplicaciones clave dada la crisis de contaminación, calentamiento global y cambio climático, en que las grandes emisiones de CO2 son importantes contribuyentes. Pero, se podría utilizar el gas para transformarse en productos orgánicos de valor agregado como biomasa, según explicó.
“El ciclo bariónico en galaxias” comenzó su trabajo a inicios de 2021 en asociación con el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, donde Rodrigo Herrera hizo una estadía postdoctoral.
Instituto que dirige el Premio Nobel de Física 2020, el astrofísico Reinhard Genzel, con quien se vinculó desde mucho antes de su galardón y cuando eso ocurrió ya trabajaba codo a codo hasta ahora para avanzar en estudios que lleven a lograr el objetivo del grupo: entender la evolución galáctica, particularmente qué sucede con los bariones o la materia a lo largo del ciclo vital de las galaxias.
Para estas investigaciones es esencial usar los más avanzados instrumentos observacionales como los radiotelescopios del Observatorio ALMA, que a mediados de 2021 seleccionó una propuesta del académico de la UdeC como la primera que se lidera desde Chile para sus proyectos de gran escala.
Estos se adjudican a los trabajos astronómicos de mayor envergadura y que requieren más tiempo de observación, por lo que se aprobaron cerca de 150 horas a “Cristal”, que Herrera lidera junto con otros académicos chilenos.
“Gracias el apoyo del Instituto Max Planck, en términos de colaboración y de pensar juntos nuestras ideas, pudimos adjudicarnos este proyecto de gran escala”, destacó como gran logro de los primeros años del grupo.
Pero, los resultados científicos no son lo único trascendente de liderar y trabajar en estos grupos.
Para Herrera y Vöhringer hay oportunidades invaluables de vincularse e investigar de la mano de las capacidades que hay en estos institutos, sobre todo humanas. Y es que muchos científicos son globalmente reconocidos en sus disciplinas, con quienes se pueden relacionar directamente, como demuestra la experiencia de Herrera.
En esta materia, se detuvieron en el aporte a la formación y proyección de los integrantes de sus grupos, donde hay tesistas de pre y postgrado e investigadores postdoctorales, quienes han podido desarrollar sus estudios al alero de estos proyectos y hasta viajar a los institutos para hacer estadías gracias al vínculo y financiamiento.
Por ello el astrónomo aseveró que “esta colaboración, para la UdeC, abre puertas a las futuras generaciones, para los futuros científicos y lo que viene”. “Tener el nexo es una oportunidad para la Universidad y que las nuevas generaciones puedan formarse allá, establecer vínculos y hacer investigación de primer nivel”, complementó el químico.
También relevaron el gran aporte e impulso a la internacionalización de la UdeC que da ser una de las selectas universidades nacionales que lidera grupos asociados a Max Planck, siendo el fortalecimiento del posicionamiento internacional a nivel global uno de los objetivos del plan estratégico institucional, con diversos proyectos apuntando ese horizonte y una política en la materia que se presentó la semana pasada.