Foco del trabajo publicado en la revista Marine Ecology estuvo en la fase embrionaria y efectos a condiciones de bajo oxígeno en tres especies abundantes en la costa local, que son filtradoras y el principal alimento de peces y aves.
Muchas veces, el interés por estudiar y conocer a especies marinas se sustenta en que son de importancia comercial. No obstante, el factor económico está lejos de ser el único ni lo más valioso de los recursos marinos: lo esencial está en su rol ecológico, fundamental para mantener las dinámicas que permiten funcionar a los ecosistemas. Por eso, en tres crustáceos vastamente distribuidos a lo largo de la costa de Chile, incluyendo la Región del Biobío, centra su atención una investigación cuyos resultados publicó recientemente en la prestigiosa revista Marine Ecology.
“¿Cómo el tiempo de emersión afecta a los embriones de especies de invertebrados marinos costeros?: Respuestas bioquímicas en tres cangrejos porcelanidos del Pacífico Suroriental” es el título del trabajo desarrollado en el marco de la tesis de la científica Natalia Viña como estudiante del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) y que también tiene de autores a Fabián Guzmán, jefe de Investigación del Laboratorio de Recursos Hidrobiológicos Ucsc; y a Ángel Urzúa, académico de la Facultad de Ciencias Ucsc.
Petrolisthes leavigatus, Petrolisthes violaceus y Allopetrolisthes punctatus fueron las especies analizadas y que Natalia Viña destaca por su papel ecosistémico y dentro de la cadena trófica del ambiente intermareal rocoso a lo largo de la costa chilena, ya que cuenta que no sólo son principal fuente de alimento de muchas aves y peces, también son filtradores (consumen material particulado del agua). Por eso, contribuyen a mantener lo que se entiende como equilibrio en los ecosistemas que habitan, compartidos con otras especies de importancia comercial y/o ecológica.
Y, por su amplia distribución geográfica, son aportes igual de amplios los que tienen estos cangrejos que “incluso, desde una fase muy temprana de la ontogenia como los embriones pueden adaptarse a condiciones difíciles”, sostiene la científica.
Algo que aborda, justamente, a partir de los nuevos conocimientos que provee el estudio realizado y que decidió enfocarse en la etapa embrionaria. Esto, porque asegura que había carencia de investigaciones y brechas de información, si bien para fases adultas se ha abordado por otros científicos.
La citada investigación buscó ahondar en los efectos y respuestas de los embriones el someterse a cambios entre marea alta y baja, lo que se considera una situación de estrés al devenir en una condición de menos oxígeno. Sobre ello, aclara que “estos organismos tienen branquias, por lo que es interesante analizar qué estrategia usan para respirar cuando no están bajo el mar”.
Y afirma que “el resultado que más se destaca es la capacidad de las tres especies estudiadas para acumular lactato y glucosa”, que son sustancias que se producen por los organismos bajo condiciones de insuficiencia de oxígeno o hipoxia. Eso sí, existen diferencias y dice que se explican por las circunstancias de cada hábitat en que viven las distintas especies, que asumen una eficiente adaptación a cada uno en particular.
En ese sentido, resalta que sobresalen los embriones de Petrolisthes leavigatus como la especie que mejor logra adaptarse a las condiciones de hipoxia. Esta reacciona de manera adecuada sin acumular altos niveles de lactato ni glucosa. “Petrolisthes violaceus reaccionó de manera similar, sin afectar negativamente a los embriones, debido a que experimentan toda su vida el efecto de la marea baja”, añade Natalia Viña. Allopetrolisthes punctatus, en tanto, “tuvo un incremento mayor de lactato. Tuvo la capacidad de reaccionar, pero si se somete a un periodo prolongado, tendrá un efecto negativo. Ha perdido esa capacidad de adaptación, ya que habita únicamente en el submareal”, precisa.
Los resultados del estudio aumentan el conocimiento reportado por otros investigadores, respecto a lo que Natalia Viña sostiene que “las respuestas de estas especies en etapa embrionaria son similares a lo que se observa en especies en fases adultas”.
Así, los descubrimientos robustecen la línea de evidencia hoy disponible en la literatura y para la científica son cruciales, avalado por su publicación en una revista tan destacada en el área de las ciencias marinas. Ello tiene que ver con proveer y profundizar información sobre la biología de las especies que es tan escasa para ciertos animales y zonas como también valiosa para la gestión y preservación de los ecosistemas y su biodiversidad. De ahí que para cerrar afirma que “es necesario continuar investigando otras especies de Chile y la Región del Biobío, dado que ayuda a aportar más información sobre especies poco conocidas, pero claves para la conservación”.