Ciencia y Sociedad

Estigma en enfermedades mentales: estudio busca comprender cómo se presenta en la atención secundaria

Equipo interinstitucional e interdisciplinario liderado por académica UdeC va a ahondar en la expresión del fenómeno en personal con contacto directo y habitual con pacientes, cuya recuperación se puede ver afectada por la estigmatización. El reto por erradicarla inicia con entenderla.

Por: Natalia Quiero 16 de Abril 2022
Fotografía: Archivo

Informes sobre salud mental en Chile revelan una calidad tan mermada que la Organización Mundial de la Salud ubica al país entre los con mayor carga de morbilidad por patologías mentales o psiquiátricas, lideradas por la depresión mayor y el alcoholismo. Cifras recientes las entrega el Termómetro de la Salud Mental en Chile que en 2021 elaboró la Universidad Católica (UC) y la Achs e indican que 23,6% de los chilenos presenta sospechas o problemas de salud mental.

Millones de personas afectadas por enfermedades que impactan la salud integral, calidad de vida y desenvolvimiento hasta impedirlo e implicar discapacidad en casos severos, donde es crucial el diagnóstico y tratamiento adecuados para la inclusión, rehabilitación y recuperación. No juega a favor y se traduce en impedimentos y exclusión el imaginario colectivo cargado de estigmas sobre los diagnósticos psiquiátricos, menos si se presentan en el personal de salud, advierte la doctora Pamela Grandón, directora del Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción (UdeC), quien lleva años estudiando el fenómeno, con comprobada expresión en personal de salud y sobre el que se profundizará el conocimiento en la atención secundaria de salud (ASS) chilena, a través de un proyecto Fondecyt Regular del que es investigadora responsable.

Mirada comprensiva

Es una investigación de tres años que ha iniciado este 2022 y será desarrollada por un grupo interdisciplinario integrado por Félix Cova, Claudio Bustos, Pamela Vaccari y Gabriela Nazar del Departamento de Psicología junto a Sandra Saldivia del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina UdeC, además de la psicóloga Verónica Montreal de la UC y la antropóloga Alejandra Carreño de la Universidad del Desarrollo. El equipo colabora hace tiempo en el abordaje del fenómeno y trabajaron en un Fondecyt vinculado a atención primaria en el que diseñaron una intervención para reducirlo con gran efectividad, afirma Grandón.

Por esas evidencias y de otros grupos vieron la necesidad de enfocarse en la ASS para aportar con una mirada comprensiva, pues la información en el grupo y aspecto escasea, y tenerla es clave para avanzar en la erradicación. Así, se espera que sea base para, en un proyecto futuro, diseñar una intervención para reducir el estigma en la ASS. “En el estudio previo nos dimos cuenta que el estigma se presenta de determinada manera en el personal de salud y nos pareció relevante entenderlo en personal de ASS, porque personas con diagnóstico psiquiátrico tienen contacto permanente con esos equipos para sus controles e, incluso, por varios años”, destaca Pamela Grandón.

Para lograr la mirada comprensiva, el estudio usará distintas perspectivas metodológicas y participarán todos los actores implicados: personal de ASS, usuarios y gestores de salud mental locales.

Reto de reducir el estigma

La importancia de estudiar el estigma en la ASS y aspirar a tener una intervención, resalta Pamela Grandón, radica en que se manifiesta en conductas hacia las personas con diagnóstico psiquiátrico, que muchas veces son inconscientes y pasan desapercibidas, si bien tienen directa repercusión en pacientes.

Una de las formas más documentadas en que se expresa es la tendencia a minimizar las dolencias físicas. “Eso impacta en la calidad de la atención, que suele ser peor, y redunda en tasas más altas de morbimortalidad”, advierte y también que “el estigma es una barrera para la recuperación de las personas con diagnósticos psiquiátricos”.

Es que se genera un nocivo circuito en que se afecta la rehabilitación e inclusión, muchas veces por prejuicios y desesperanza, porque el personal y sociedad no creen que quienes tienen diagnósticos puedan recuperarse, limitándose los espacios para que puedan desenvolverse normalmente, y llega a producir que las personas diagnosticadas internalicen autoestigmas y actúen según ellos, dificultando sus procesos recuperativos.

De ahí que sea un reto vital comprender el fenómeno para generar acciones que favorezcan directamente el bienestar y recuperación de miles y miles de pacientes, lo que puede tener enorme impacto en la salud pública.

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