Revelan factores que modelan presencia de microplástico en la cuenca del Biobío
11 de Marzo 2022 | Publicado por: Natalia Quiero
Es uno de los ríos más vastos de Sudamérica y de gran caudal, con múltiples usos en su entorno, pero así también se halló al contaminante más ubicuo del mundo. Intervención humana y factores naturales determinan las dinámicas de su distribución y abundancia.
A la destacada revista de ciencias ambientales Environmental Research llegó el Río Biobío como protagonista de un trabajo que describe una trama donde grandes antagonistas son pequeños plásticos, titulado “Concentración, distribución y dinámica de microplásticos a lo largo de uno de los ríos más grandes de clima mediterráneo: un enfoque de cuenca completa”. Un estudio pionero de investigadores de diversas disciplinas de la Universidad de Concepción (UdeC) y colaboración de otras instituciones de Chile y extranjeras.
La contaminación por plásticos es uno de los grandes problemas ambientales contemporáneos y en los últimos años las alarmas las han encendido los microplásticos (MP), partículas del material de dimensión de 5 milímetros o menos, catalogado como uno de los contaminantes más ubicuos del mundo al hallarse en cada ecosistema estudiado, incluyendo prístinos o insondables como la Antártica y ambientes submarinos, con impactos en la biodiversidad, dinámicas naturales y salud humana en evaluación. Los ríos no son excepción, pero las investigaciones se han enfocado en aspectos puntuales como concentración y no se ha abordado cómo se modela la presencia de MP ni mirado la cuenca completa como se propuso el grupo para una comprensión amplia del fenómeno.
El Biobío
Enfocarse en el Río Biobío no fue por la cercanía física con la UdeC, sino por sus características geográficas, ecológicas, culturales y económicas, resalta el doctor Mauricio Urbina, académico del Departamento de Zoología e investigador del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) de la UdeC y uno de los líderes del estudio.
Destaca sus 380 kilómetros de longitud de cordillera a mar, naciendo en Los Andes en la Región de La Araucanía cerca del límite con Argentina y que baja para atravesar la Región del Biobío desembocando en el mar del Gran Concepción, siendo el segundo más largo y el más ancho de Chile, cruzado por el puente más extenso del país, y uno de los ríos más vastos de Sudamérica. “Además, es muy importante por su gran caudal de 900 metros cúbicos por segundo: es tremendo lo que alimenta al mar y su papel para los ecosistemas”, sostiene. Sus aguas son alimentadas por varios afluentes entre las dos regiones. No puede desvincularse ello de la gran productividad y uso que las personas han tenido de la cuenca, en cuyo entorno hay emplazados muchos asentamientos y se desarrollan actividades como agrícolas y forestales e incluso descargas de aguas residuales. “También abarca zonas muy prístinas”, afirma.
Atributos, usos y dinámica
El grupo quería saber dónde, cuánto y qué MP había en la cuenca y dilucidar qué determinaba su presencia en cuanto a factores ambientales y atributos del río como caudal o fuerza y antrópicos como densidad poblacional y usos. Para ello se muestreó en muchas estaciones desde lo más alto a lo más bajo, a lo largo y ancho de la cuenca, siendo crucial el aporte de científicos del Centro Eula UdeC que por años han monitoreado al sistema fluvial. Así, las muestras representaron diversos niveles de intervención, usos y fuentes de contaminación.
La hipótesis era que en la zona alta no hallarían MP por la escasa presencia humana y que la contaminación se incrementaría en tanto se “bajaba” y aumentaba el uso del Biobío, pues se intensifica en tanto desciende la pendiente. “Pero, al analizar se halló que lugares muy altos, que considerábamos prístinos, estaban muy contaminados”, advierte. Eso se relacionó con presencia de represas o embalses, estando de las más grandes abundancias.
Sin ese factor, la hipótesis se comprobó: menor presencia de MP en áreas altas, con promedio de 20 partículas por metro cúbico de agua, y concentración en ascenso hacia la media y baja: al ir llegando al mar hallaron cerca de 100 partículas.
“En los tipos de MP encontramos fibras y fragmentos”, precisa. Los últimos en muy mayor abundancia en la columna de agua y sorprendentemente dominados por el PCV. Un polímero muy usado y también denso, por lo que la lógica indica que debe sedimentar. Aquí determina la hidrología y atributos del río, pues Urbina explica que “el Biobio, como casi todos los ríos de Chile, nace en la cordillera y baja, por lo que trae alta pendiente, gran caudal y actividad, lo que provoca que materiales de alta densidad se mantengan en el agua”.
El trabajo se publicará en la edición de la revista que saldrá en julio, pero disponible online en este link ya está el paper en el que, eso sí, sus autores resaltan que “las concentraciones de MP fueron bajas en comparación con las encontradas en otros estudios, con una fuerte influencia del tamaño de la población humana”.