Ciencia y Sociedad

Ciencia enciende alarma de la urgente protección de endémico crustáceo

El cangrejo tigre se considera propio del Gran Concepción y es difícil hallarlo por habitar ambientes sin intervención y ser esquivos con humanos, que por su acción los ha llevado a un estado tan vulnerable que incluso se creyó extinto.

Por: Natalia Quiero 04 de Marzo 2022
Fotografía: cedida

Una joya única escondida en el tesoro que es la riqueza biológica del Gran Concepción, buscada por muchos y por pocos encontrada, es el cangrejo tigre, de nombre científico Aegla concepcionensis y considerado endémico de los ecosistemas de la intercomuna.

Es un pequeño crustáceo de coloración café amarillento con bandas verdes oscuras propio de ambientes de agua dulce que con mucha suerte se puede hallar en pequeños cauces y quebradas. Es que gusta de ambientes donde no está el humano y abunda la vegetación nativa, y tiene un preocupante estado de conservación al punto de creerse extinta hasta 2004 cuando se redescubrieron individuos en el estero Cárcamo que corre dentro del campus penquista de la Universidad de Concepción (UdeC) y hoy categorizada bajo amenaza por el Ministerio del Medio Ambiente.

Por eso es tan complejo hallarla y estudiarla, padeciéndose carencia de información poblacional, sostiene Pablo González, candidato a doctor en Ciencias Ambientales e investigador del Centro Regional de Estudios Ambientales (Crea) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) e integrante de un grupo que se desafió a llenar vacíos con un estudio cuyos resultados plasma el artículo “Estructura poblacional y reproductiva del cangrejo dulceacuícola altamente vulnerable y endémico Aegla concepcionensis”, publicado recientemente en la revista sueca Acta Zoológica. Sam Catchpole de la empresa Pares & Álvarez, Erwin Barría de la UdeC y Reinaldo Rivera de la Universidad Santo Tomás son otros autores del trabajo que enciende nuevas alarmas ante la urgencia vital de proteger a este crustáceo dulceacuícola tan singular.

Delicada realidad

La responsabilidad humana aparece como factor transversal entre las causas que llevaron a esta especie nativa a casi desaparecer, ya que están el cambio en el uso de suelo (por urbanización o actividades silvoagropecuarias), incendios, expansión de especies exóticas y pérdida de bosque nativo, que repercute en menos disponibilidad de agua y suelos más secos. Se suma la baja de lluvias como efecto local del cambio climático global que ha generado alteraciones físicas y químicas en cursos de agua donde habita y sus entornos.

Por ello y según lo hallado, Pablo González advierte que “la realidad es que la población de cangrejo tigre es súper frágil y hay un delicado equilibrio entre las condiciones del ambiente con sus posibilidades de existencia”. Esto implica que si se alteran las condiciones fisicoquímicas del agua o entorno aledaño a su hábitat, sobre todo si son perturbaciones muy intensas como deforestación severa o sequía, “se puede romper ese delicado equilibrio e interferir con el desarrollo y subsistencia de la especie”, advierte. Así, son muchas las chances de que decline la abundancia del cangrejo e incluso alerta que “podría llegar a desaparecer una especie ícono y parte de nuestro patrimonio natural en el Gran Concepción”.

Otro aspecto relevante del estudio es que por primera vez describió la variabilidad de aspectos reproductivos importantes para la especie, en lo que destaca que al compararla con otras del género Aegla alcanzan su madurez sexual con menor talla y su periodo de incubación, de agosto a diciembre, es uno de los más cortos. “Eso permite un aumento de los reclutas juveniles en verano, lo que guarda relación con la mayor productividad primaria del entorno”, precisa.

Escenario y retos

Los desequilibrios descritos son de un peligro no dimensionado para la biodiversidad y sociedad local, pues cada especie existe por una razón: su rol ecológico.

El cangrejo tigre, cuenta González, se considera bioindicador de la calidad del agua, sobre lo que explica que “al ser una especie que se alimenta de restos vegetales y animales presentes en el agua reduce la descomposición orgánica y mantiene una buena calidad ambiental en los cauces donde habita”. Además es fuente de alimento para anfibios, peces y aves, por lo que su presencia es un eslabón que mantiene unida a la cadena trófica y el balance en los ecosistemas donde establecen dinámicas que permiten su funcionamiento. Este también conlleva beneficios para el humano o servicios ecosistémicos que influyen en la la salud, bienestar y vida, como proveer aire, agua o alimentos y control natural de plagas y patógenos ambientales.

De ahí que la conservación del cangrejo tigre, y de toda especie nativa, sea un reto tan crucial. De Perogrullo está que para ello no hay que perturbar a la especie ni sus hábitats, resalta González, y también pone el acento en que se hace muy necesario aumentar el monitoreo, porque afirma que “no tenemos muy claro dónde podemos encontrar este cangrejo”. Sin ese saber es muy probable que el entorno se “desproteja” y pueda modificarse; si se sabe dónde está presente y condiciones del ambiente se pueden diseñar óptimas estrategias de conservación del hábitat y especie.

Ante lo expuesto se reconoce el rol de la ciencia para proveer conocimiento, del citado estudio y otros nuevos sobre el cangrejo, que aborden diversos aspectos, además de hacer lo propio para otras especies.

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