Ciencia y Sociedad

UdeC integra pionera misión que navega la Patagonia austral

Entre fiordos y canales avanza el crucero científico que busca conocer el estado actual del área, considerada laboratorio natural, en contexto de cambio climático.

Por: Natalia Quiero 03 de Febrero 2022
Fotografía: Diego Nahuelhuen

Obtener completa información para llenar vacíos, actualizar evidencias y conocer el estado ambiental actual de la Patagonia austral chilena en un contexto de cambio climático y particularmente de deshielo es el motor que está impulsando la navegación de la expedición científica “Fjord-Flux”, que se está realizando a bordo del buque de investigaciones alemán Meteor y de cuya tripulación es parte el doctor Leonardo Castro, académico del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigador del Centro de Investigación Oceanográfica (Copas) que aloja el estamento, hasta 2021 llamado Sur-Austral y ahora Coastal.

Así, las ciencias marinas locales se hacen parte de la campaña científica trilateral considerada una de las más completas al involucrar a múltiples disciplinas como oceanografía física, química, biológica y ecofisiología para combinar resultados que revelen fuentes terrestres y marinas de nutrientes, materia orgánica, agua dulce y distribución de gases invernadero, cuenta el oceanógrafo.

Ahí el reto del equipo de 20 profesionales de Chile, Argentina y Alemania que integra el doctor Castro como ejecutores de una misión que zarpó desde Punta Arenas el pasado 17 de enero para recorrer durante 30 días los fiordos y canales de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena con 19 estaciones de muestreo hasta llegar a su destino clave: el canal Beagle, estrecho de una extensión de 250 kilómetros en el extremo meridional de América del Sur, que conecta al Atlántico con el Pacífico y es un área por donde pasa uno de los gradientes climáticos más fuertes del mundo. El paso Drake, tramo de mar que separa América del Sur del Continente Blanco, se definió como la siguiente meta.

“Fjord-Flux” la lideran investigadores del Alfred Wegener Institute (AWI) de Alemania y por Chile también participan científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) de la Universidad Austral de Chile, Instituto de Fomento Pesquero, Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia y Universidad Mayor.

Laboratorio natural

Que la ciencia local e internacional se una en un proyecto de esta envergadura que ponga los ojos en nuestro territorio y maritorio austral radica en que dicha región se posiciona como inigualable laboratorio natural para estudiar los efectos del cambio climático global al considerarse un lugar prístino, lejos de la actividad humana, siendo más evidentes las alteraciones ambientales.

Y Castro advierte que ya han estado notando los impactos de la presión del fenómeno y antropogénica (humana). “Por ejemplo, sabemos que el cambio climático está produciendo derretimiento de hielo y cambios en los flujos de agua dulce hacia el mar, arrastrando materia orgánica de origen vegetal del ambiente terrestre al ambiente marino. Así, carbono orgánico de origen terrestre entra a los estuarios y fiordos. Entonces, con el cambio climático y variaciones en derretimiento de glaciares varía el ingreso de carbono terrestre al mar; carbono que luego puede ser utilizado en la trama trófica marina”, explica el investigador que en el crucero se encarga de obtener y analizar muestras de zooplancton para determinar las fuentes de carbono orgánico que sustentan los distintos grupos de zooplancton, es decir, cuánto de la alimentación de esta especie se compone por organismos de la trama trófica que incorporaron carbono orgánico de origen marino o la fracción de origen terrestre.

En este sentido, aclara que ni vegetación ni flujos de agua dulce producto del derretimiento son uniformes a lo largo de la Patagonia y que eso obliga a esforzarse en conocer cuáles son las zonas con más efectos y las consecuencias de estos cambios en la biodiversidad marina como las comunidades de organismos pelágicos (aquellos que viven en la columna de agua) y bentónicos (especies que viven en el fondo del mar).

Evidencias

Un punto que Leonardo Castro destaca es que los centros Copas e Ideal han estado hace años avanzando en este tipo de estudios, el primero enfocado en la Patagonia norte y central y el segundo en la sur y Antártica, generando una importante base de evidencias. Sobre ello, resalta que “estudios previos realizados en colaboración con ambos centros han mostrado que, por ejemplo, durante invierno en fiordos conectados al Canal Beagle, cuando hay baja producción primaria y baja abundancia de fitoplancton marino, algunos organismos como los langostinos de los canales puede suplementar su alimentación con una alta fracción de materia orgánica de origen terrestre”.

Pero, no se sabe qué sucede con otras estaciones del año y este crucero ayudará a responder dicha interrogante, entre varias otras a partir de los nuevos conocimientos que se proyecta generar para tener una mayor comprensión del estado actual del área e impactos locales del fenómeno climático global. Pero, además, el investigador UdeC releva que “los resultados del crucero aportan a la iniciativa de establecer un plan de observación marino-terrestre de largo aliento en el Canal Beagle”.

*Meteor es uno de los siete buques de investigación con los que cuenta Alemania y se utiliza para diversos campos de estudio como meteorología, ciencias físicas, química marina y geología.

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