Ansiedad, depresión y consumo problemático de sustancias como alcohol van en creciente alza en este grupo y una propuesta liderada por académica de Psicología UdeC se adjudicó un Fondecyt de Iniciación 2022 que mira a aportar a mejorar la que hoy es una alarmante realidad.
Los trastornos de salud mental en Chile afectan a casi el 25% de la población general y son la ansiedad, depresión y alcoholismo los más comunes. Y causa preocupación creciente la condición de los jóvenes universitarios, en quienes también se ha ido evidenciando una certera y acelerada alza en el consumo de marihuana e informes recientes del Senda indican que uno de cada dos jóvenes ha consumido esta sustancia que es la droga con menor percepción de riesgo al ser considerada como poco o nada dañina por casi 40% de las personas de 15 a 29 años; no obstante, se considera muy adictiva y las cifras permiten predecir incrementos de su abuso y dependencia.
La alerta se enciende por el enorme impacto en el bienestar que tienen los trastornos mentales, con potencial de gatillar tan serias consecuencias que mermen la salud integral y en ciertos casos pueden conducir a la segunda causa de muerte en jóvenes: el suicidio. Este fenómeno junto con la depresión y la promoción y prevención en salud mental son las líneas de investigación en las que se enfoca la doctora en psicología Carolina Inostroza, académica Departamento de Psicología y coordinadora del área de salud mental del Programa de Neurociencia, Psiquiatría y Salud Mental (Nepsam) de la Universidad de Concepción (UdeC), quien decidió desarrollar un estudio para atender el panorama de la salud mental juvenil en miras a contribuir a una mejor condición.
“Pensamiento repetitivo y estrés como predictores de sintomatología ansioso-depresiva y consumo problemático de sustancias en estudiantes universitarios: una evaluación ecológica de momentos” es el nombre de su proyecto, que resultó seleccionado en el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) de Iniciación 2022 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid).
El pensamiento repetitivo, explica la psicóloga, es un estilo de pensamiento que coloquialmente se conoce como “pasarse rollos” o “enrollarse”, que en la práctica significa que ciertas ideas de connotación negativa no dejan de dar vueltas en la mente como suposiciones, autoexigencia o preocupación excesiva por un problema o el futuro. “Me va a ir mal en el certamen”, “no alcanzaré a desarrollar el trabajo” o “el profesor me preguntará algo que no sé” son algunos pensamientos repetitivos comunes durante la vida universitaria que menciona. Se pueden sumar de índole amorosa o la preocupación de muchos jóvenes que viven lejos de sus familias con recursos limitados para subsistir, por lo que puede inundar la mente la inquietud por llegar a fin de mes.
Y, según advierte la doctora Inostroza, lo nocivo es que este pensamiento puede causar mucho malestar emocional y estrés, igual que las propias preocupaciones, con el potencial de mermar la salud integral y conducir a problemas psicológicos y mentales serios.
Ante esto, Carolina Inostroza asevera que “con este proyecto se espera lograr un modelo del desarrollo de síntomas de ansiedad, depresión, consumo problemático de alcohol y de marihuana de estudiantes universitarios chilenos a partir de la interacción del pensamiento repetitivo y estrés en su contexto natural de ocurrencia. Esto incluye, además, la influencia de factores moderadores sociodemográficos”.
Para alcanzar el objetivo, destaca el uso de la metodología de “Ecological Momentary Assessment” (EMA), que en español significa “Evaluación Ecológica de Momentos” como base del proyecto, desarrollada a través de una aplicación móvil para smartphone. La académica afirma que es un método que permite evaluar varias veces al día a los participantes en el contexto de su vida universitaria, en este caso para ver la interacción y efecto cotidiano entre las distintas variables definidas con los problemas mentales, destacando las posibilidades que ofrecen los dispositivos y plataformas digitales para llegar a los jóvenes dado su uso como parte de su normal forma de relacionarse entre ellos y con el mundo.
Adelanta que el estudio se desarrollará con universitarios de distintas carreras de la UdeC que serán convocados a participar voluntariamente mediante un llamado que se difundirá por canales y en fecha que aún no están claros como sí lo está la trascendencia y potencial de impacto de los resultados del trabajo, sobre el que destaca que “este modelo permitirá una comprensión más profunda del pensamiento repetitivo como proceso psicológico transdiagnóstico; es decir, como una forma de pensar que está a la base de varios problemas de salud mental. Y que, si se interviene, puede ayudar a prevenir y tratar varios problemas mentales”.