Congreso Astronómico Escolar 2021 ya tiene a sus jóvenes ganadores
20 de Noviembre 2021 | Publicado por: Natalia Quiero
Con una destacada participación de niños y niñas del Biobío, obteniendo un primer y dos terceros lugares, cerró la final de la novena versión del evento que convocó a estudiantes desde las regiones de Atacama a Los Ríos, incluyendo las islas Rapa Nui y Mocha.
Con una transmisión vía streaming por Youtube, la presentación de sus trabajos por parte de numerosos equipos de escolares de todo Chile y una importante participación de la Región del Biobío, se llevó a cabo la gran final de las categorías enseñanza básica y media de la novena versión del Congreso Astronómico Escolar. Evento que este 2021 fue organizado por el Núcleo Milenio Titans, que es liderado por el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción (UdeC) bajo la dirección del doctor Neil Nagar, en conjunto con el Núcleo Milenio de Formación Planetaria (NPF) y el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (Cata).
La tradicional actividad tiene como objetivo acercar la investigación científica en la astronomía a escolares del país para estimular en ellos el interés y potenciar el aprendizaje en ciencias astronómicas junto a destacados astrónomos y bajo la guía de un profesor del establecimiento al que representan, con quienes la cincuentena de escolares seleccionados desarrollaron un trabajo investigativo sobre un tema astronómico siguiendo sus propias ideas que comenzó en junio y finalizó este noviembre.
Alta calidad
Y fueron proyectos de una calidad tan alta los presentados que sorprendieron a los propios científicos que tuvieron la responsabilidad de evaluar y elegir a los ganadores de ambas categorías, como el doctor Stefano Bovino, académico del Departamento de Astronomía de la UdeC, quien resalta que “creo que considerando los tiempos que vivimos el desafío de los niños y sus profesores es tremendo” y, pese a lo complejo del contexto, afirma que “se ve que los niños trabajaron harto y con entusiasmo, recibimos algunos trabajos realmente notables”.
En la final 2021, los equipos finalistas debieron presentar un informe escrito con su investigación junto a una exposición que se desarrolló de manera virtual frente al jurado compuesto por el doctor Stefano Bovino junto a los astrónomos Fabiola Arévalo, de la Universidad de la Frontera; Patricia Arévalo, de la Universidad de Valparaíso; Carolina Finlez, de la Universidad Católica; y el físico Gustavo Orellana, de la Universidad Autónoma de Chile.
Y los más notables fueron los ganadores en las dos categorías, notablemente representada por escolares locales.
Es que en San Pedro de la Paz y en manos de los hermanos Maite y Miguel Ángel Fuentealba, del Colegio Fraternidad, quedó el primer lugar para enseñanza básica con su investigación “Desafiando la actual teoría de formación de planetas gigantes”. En tanto, el tercer lugar de este grupo fue “Estudiando galaxias desde Isla Mocha” que desarrollaron Valentina Varela y Vannia Aranibar de la Escuela Armando Arancibia Olivos de Isla Mocha que por primera vez participó en este evento.
El tercer lugar en educación media también lo obtuvieron alumnos del Colegio Fraternidad: Aranza Reyes y Sebastián Villegas con su trabajo “Detectives de Exoplanetas: ocultos en la luz”. En la categoría, el primer lugar fue para Mauricio Arancibia y Manuel Pinochet del Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur de San Antonio con “Estudio de la variación de la calidad de cielo, sus posibles impactos en la actividad de vertebrados residentes y migratorios en la ribera norte de la desembocadura del río Maipo en la provincia de San Antonio”.
Novena versión
En la alta participación y procedencia de los ganadores se evidencia tanto el éxito como la cada vez mayor masividad del evento que se desarrolla desde hace nueve años ininterrumpidamente y tradicionalmente presencial. Pero no hay pandemia ni restricción que lo frene: en sus octava y novena convocatorias, por las condiciones de desenvolvimiento con distanciamiento que la Covid-19 ha obligado, se adaptó a un formato online y como las nuevas tecnologías borran las barreras físicas se convocó a escolares de todo el país, ampliando las posibilidades de participar.
Así, los organizadores del Congreso Astronómico Escolar resaltan que en su versión 2021 hubo recepción de decenas y decenas de postulaciones desde las regiones de Atacama hasta Los Ríos, incluyendo lugares tan remotos como la isla de Rapa Nui o la propia Isla Mocha con sus escolares ganadoras.
Motivación: clave para superar dificultades de la investigación escolar
Esfuerzo, perseverancia y sobre todo motivación, tanto impulsada desde el entorno como desde la convicción personal. Esas cualidades definen a los equipos de escolares de la Región del Biobío que ganaron el Congreso Astronómico Escolar 2021, porque temores por la inexperiencia o las complejidades que aparecieron en el camino no lograron flaquear los deseos de avanzar hasta lograr las metas propuestas.
Realidad mochana
Vannia Aranibar y Valentina Varela, de 14 años y octavo básico en la escuela de Isla Mocha, nunca habían participado de un evento de este tipo ni hecho una investigación y fue primera vez que el establecimiento participa de una instancia así , pero con su estudio a la galaxia Gran Nube de Magallanes obtuvieron un tercer lugar con el más dulce sabor a triunfo, porque implicó superar todas las dificultades propias de la realidad mochana, como problemas de conectividad o una energía eléctrica racionada.
“Tuvimos que enfrentar muchos desafíos, porque se cortaba la luz, no había señal de internet o se nos iba cuando estábamos en reunión, o no podíamos observar porque estaba malo el tiempo. Eso nos afectaba poder investigar”, cuenta Valentina. “Pero, fue una buena experiencia a pesar de las frustraciones y el estrés. Se pudo lograr y tener el tercer lugar es algo maravilloso, porque ni imaginé que estaríamos seleccionadas entre los 10 mejores trabajos”, reconoce Vannia.
Para desarrollar su propuesta, fue crucial el apoyo del municipio de Lebu que permitió el acceso a telescopios para observar la galaxia cuando la naturaleza lo posibilitó y también necesitaban hacer indagaciones bibliográficas. El problema es que “en la isla no contamos con bibliotecas pertinentes para desarrollar investigaciones y es muy complejo tener bibliografía que apoye trabajos de estudiantes”, manifiesta Macarena Vergara, profesora que instó a las escolares a participar y fue guía del proyecto, por lo que había que hacerlo online a través de distintas plataformas y lo desafiante de ello, además de las reuniones virtuales para ver avances o nuevas tareas, ya es evidente.
Pero, para ella también lo eran las posibilidades de superar las dificultades y las condiciones para aprovecharse desde que llegó a trabajar este 2021 a Isla Mocha en su primer trabajo como profesora titulada de la UdeC. Desde hace años venía siguiendo al Congreso Astronómico Escolar y vio el potencial inexplorado de un cielo sin contaminación lumínica (no hay alumbrado público) del que no encontró registros de observaciones astronómicas y la necesidad de nuevas ideas de un establecimiento que no había participado en un proyecto de investigación. “La escuela necesitaba un aire nuevo, una innovación, para sacar los estigmas de la educación rural”, sostiene y su convicción es que “es el primer acercamiento a las ciencias astronomías desde la isla. Se plantó una semilla que esperamos que florezca y dé grandes frutos”, llamando a “profesores de Chile a atreverse a transformar las aulas de la mano de la innovación”.
Estímulo familiar
Maite Fuentealba, de 13 años y en octavo básico, participó en la edición 2020 del Congreso instada por su profesora de Física Marcela Droguett, obteniendo el tercer lugar en su categoría. Pero, cuando la invitaron para este 2021, aceptar tuvo tintes de duda, ya que antes el reto fue poner a prueba conocimientos desde materiales enviados y ahora era presentar un proyecto de investigación. “Sabía que una investigación era más desafiante y requería más trabajo: leer, indagar, crear informes”, reconoce. Todo cambió cuando supo que se podía desarrollar en equipos: “pensé en mi hermano y decidimos participar haciendo algo que nos una más”. “A ambos nos interesa mucho la astronomía y sabíamos que juntos somos un gran equipo”, asegura Miguel Ángel de 11 años y en sexto básico. Pronto decidieron estudiar teorías sobre la formación de planetas gigantes gaseosos y no se equivocaron en su fortaleza como equipo.
Una que viene desde la raíz. Ver series, leer libros y ser parte de charlas como las hechas por el Departamento de Astronomía UdeC o en el Parque Alessandri (tradicionales antes de la pandemia), los ha marcado desde pequeños. Y eso demuestra el impacto que los estímulos que se reciben desde las edades más precoces tienen para limitar o ampliar los horizontes e intereses, para atrofiar o potenciar habilidades, para enriquecer el desarrollo integral, “porque cuando los niños son chicos son una esponja, absorben todo lo que ven o reciben como información”, resalta Jenny Balmazabal, su madre, y por eso “como padres participamos en todas las cosas que nos suman, de la cultura en general: talleres, libros, bibliotecas, museos, etcétera”, manifiesta.
Una experiencia familiar que deja en evidencia que no se puede descansar en la labor de los profesores para educar, que en la familia está la primera responsabilidad de formar e incentivar a niños y niñas. Además, los hermanos creen que no basta con los contenidos curriculares obligatorios. Maite lamenta que “en el colegio nos enseñan lo básico de astronomía y la profesora que nos apoyó nos contó que pasa contenidos de astronomía a cuarto medio, pero creo que en ese curso la mayoría sabe qué quiere hacer y no se encantan desde pequeños” y Miguel Ángel pone el acento en que “llamo al Ministerio de Educación a agregar la astronomía a la malla de cursos más bajos” para que más niños y niñas la conozcan, se asombren y motiven.
Ante eso, Jenny Balmazabal llama a mamás y papás a “estar atentos a las habilidades de sus hijos y a darles las herramientas para que encuentren mucho más de lo que está en la televisión o internet”.
*400 escolares, 140 profesores y 100 establecimientos de diversas regiones han participado entre las nueve versiones del Congreso Astronómico Escolar.