Son parte de la inmunoterapia usada en distintos cánceres y otras patologías, ha revolucionado a la medicina y el reto es aportar a que sigan evolucionando. El aporte local será de parte del grupo del Departamento de Fisiopatología, dirigido por el doctor Jorge Toledo.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas creadas en el laboratorio que en el organismo actúan como anticuerpos humanos en el sistema inmunitario, favoreciendo la respuesta inmunológica. De ahí que su desarrollo como blanco terapéutico ha significado un salto cuántico en el tratamiento de distintas enfermedades graves y hasta letales, mejorando pronósticos y calidad de vida de pacientes que han podido acceder a estos como terapia versus las convencionales.
“Los anticuerpos monoclonales se utilizan para el tratamiento de inmunoterapia, por ejemplo, en el cáncer de mama, colorrectal y pulmonar, y también en otras afecciones inflamatorias como la enfermedad de Crohn”, cuenta el doctor Jorge Toledo, director del Departamento de Fisiopatología y del Laboratorio de Biotecnología y Biofármacos de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad de Concepción (UdeC), quien participará de un trabajo científico cuya meta es seguir evolucionando en el desarrollo de estos anticuerpos.
Se trata del proyecto “Diseño y producción de anticuerpos monoclonales recombinantes completamente humanos a través de un enfoque multidisciplinario basado en el desarrollo de estrategias optimizadas” que lidera la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Pucv), contará con la colaboración de académicos de la Universidad de Chile y se adjudicó $450 millones a través del Concurso Anillos 2021 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo; convocatoria que otorga fondos a iniciativas dentro de áreas de investigación avanzada en Chile y busca fortalecer el desarrollo de las ciencias y tecnología, junto con la formación de capital humano mediante el financiamiento de trabajos científicos colaborativos y multidisciplinarios.
“Este proyecto se genera en base de la colaboración establecida desde hace varios años, sobre todo con el grupo de la doctora Claudia Altamirano de la Pucv junto con el profesor Julio Ríos, la doctora María Carmen Molina y también la doctora Marcela Hermoso de la Universidad de Chile”, relata Toledo, quien desde Cuba llegó a la UdeC en 2010, año que en se adjudicó un proyecto Fondecyt que le permitió establecer el laboratorio que dirige y consolidar un grupo junto a quienes ha desarrollado una línea de investigación sobre distintas enfermedades y nuevas o mejores soluciones para estas, como las terapias biológicas. En ese sentido, la directora de Investigación de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC, doctora Roxana Pincheira, resalta que es “una gran oportunidad de colaboración científica y un reconocimiento a nivel nacional del trabajo que realizan investigadores del Laboratorio de Biotecnología y Biofármacos, los cuales fueron invitados a participar de esta postulación basados en sus antecedentes curriculares y expertise”.
“Los anticuerpos se producen en cultivos artificiales de tejidos de mamíferos porque son moléculas complejas, son proteínas que tienen cuatro cadenas que se tienen que asociar de forma específica, y además mantener una estructura molecular que garantice la interacción precisa con el antígeno de interés”, explica Toledo sobre el desarrollo anticuerpos monoclonales.
Con eso a la base, cuenta que el objetivo del proyecto Anillo es “desarrollar plataformas de diseño y producción de anticuerpos monoclonales de forma optimizada”. Para ello, la investigación durará tres años, periodo en el que los científicos participantes harán sinergia de los conocimientos, capacidades y metodologías que poseen desde sus disciplinas y campos de estudio.
¿En qué se traducirá el logro del objetivo este trabajo científico? “Significa que vamos a tener mejores anticuerpos y una metodología optimizada para generarlos”, responde el académico. “La idea es poder desarrollar anticuerpos con mejor especificidad, con un mejor funcionamiento terapéutico y que podamos aunar esfuerzos para poder hacerlo más eficiente en su producción”, manifiesta, con las proyecciones de aportar con el desarrollo de tecnologías desde y para Chile y también poder llegar a los pacientes, pues al mejorar los anticuerpos eso se traspasa a las terapias con sus resultados y el potencial de impacto es contribuir directamente a la salud, bienestar y calidad de vida de las personas que pueden ser candidatas a recibir inmunoterapia frente a algún padecimiento.