Destacado astrónomo estadounidense Tom Megeath postuló junto a Amelia Stutz, académica del Departamento, a una Beca Fulbright, que otorgó fondos que permiten financiar su estadía de tres meses en los que dará seminarios e interactuará con investigadores y estudiantes.
Sesenta antiguos becarios de la Beca Fulbright han recibido un Premio Nobel. Dato que demuestra la alta calidad que rodea a este programa estadounidense con más de medio siglo de historia y posicionado como uno de los más prestigiosos del planeta y que este año beneficia directamente a la investigación astronómica que se hace desde la Universidad de Concepción (UdeC) para Chile y el mundo a través de su línea “Fulbright U.S. Scholars to Chile, 2020-2021”, que busca proveer fondos para fomentar visitas a instituciones de educación superior nacionales de investigadores de destacada trayectoria internacional.
Así, el reconocido astrónomo norteamericano Tom Megeath estará tres meses de visita en el Departamento de Astronomía de la casa de estudios tras presentar la postulación a la iniciativa con la académica de la UdeC Amelia Stutz, como contraparte colaborativa, y el apoyo del estamento, sumando un hito al potente vínculo de trabajo que une a ambos investigadores y fue uno de los grandes incentivos para participar de la convocatoria.
Seminarios e interacción con estudiantes de pre y postgrado y con académicos del Departamento en sus proyectos, además de avanzar en las iniciativas que tiene con la doctora Stutz, es lo que se materializará con la estadía, cuya primera visita se concretó este 8 de octubre, finalizará en diciembre y es la primera internacional que se recibe presencialmente tras 19 largos meses de pandemia de Covid-19 marcados por el funcionamiento remoto y las restricciones en cuanto a viajes y reuniones.
Sobre esto, el doctor Tom Megeath adelanta que espera “trabajar en conjunto con la profesora Stutz y sus estudiantes tanto en el área de formación estelar como con datos obtenidos a través de Alma”, recalcando que “trabajar en colaboración me motiva”. Y la permanencia del científico mostrará a los estudiantes e investigadores “una mirada diferente, más fresca sobre proyectos que estamos desarrollando. Además, se nos abren las puertas a generar nuevas ideas en cuanto a líneas de investigación”, destaca la académica de la UdeC.
Tom Megeath es académico de la Universidad de Toledo en Estados Unidos y en su trayectoria de varias décadas en que se ha dedicado al estudio de múltiples longitudes de onda de la formación de estrellas y planetas, especialmente en el uso de telescopios infrarrojos basados en el espacio, ha acumulado un currículum de primer nivel. Se destaca haber trabajado en el Instituto Max Planck de Radioastronomía, el Observatorio Haystack del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en el Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO). Allí participó del grupo que desarrolló la cámara de matriz de infrarrojo para el telescopio espacial Sptizer, que es uno de los grandes observatorios de la Nasa. Además, fue investigador principal de un proyecto clave para el Observatorio Espacial Herschel: el Herschel Orion Protostar Survey.
Antecedentes que dan luces de las implicancias de su estadía.
Para comprenderlo, lo primero a resaltar es que el área de la formación estelar es piedra angular en las ciencias astronómicas, pues busca describir cómo han nacido y desarrollado las estrellas del Universo, que también es primordial para entender como este ha evolucionado. “Reflejando eso, tenemos un número significativo de profesores en esta área o áreas cercanamente relacionadas”, precisa la doctora Stutz; un campo del que se desprenden varias líneas de estudio y proyectos en que participan académicos y estudiantes de pre y postgrado de la UdeC.
En cuanto a los científicos y sobre todo los futuros, la presencia e interacción con otros investigadores “son fundamentales para la formación de nuestros y nuestras jóvenes”, manifiesta. Tanto como aquella que se da en el aula, laboratorios y por el plantel docente formal, ya que son instancias que motivan, promueven la retroalimentación para mejorar los trabajos y abren nuevas perspectivas, ideas o preguntas que pueden impulsar investigaciones. Sobre esto, la académica valora que “esta estadía es una oportunidad especial, ya que los estudiantes no han tenido muchas oportunidades de conocer e interactuar con académicos e investigadores en los contextos más concentrados de reuniones científicas. De hecho, en muchos casos, por la pandemia (y antes por el estallido social de 2019) no han podido viajar a reuniones científicas ni hemos podido traer visitas de investigadores”, por lo que sostiene que “Tom es nuestro primer empuje en una tendencia hacia el necesario aumento de interacciones educacionales y de investigación firmemente presenciales, orientadas en particular hacia estudiantes y la formación de nuevos investigadores”.
*La Beca Fulbright se creó en 1946 como proyecto de ley que presentó el senador estadounidense J. William Fulbright, buscando las buenas relaciones entre Estados Unidos con otras naciones. El programa tiene diversas líneas y una es “Fulbright U.S. Scholars to Chile”.