“Ciclo de Documateadas” realizará cinco encuentros y fue la única de una universidad local y de las dos de Chile elegidas para participar en Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior en América Latina.
“Ciclo de Documateadas: una reflexión necesaria para la erradicación del racismo” es la acción con la que la Universidad del Bío-Bío (UBB) se volvió la única casa de estudios local y una de las dos de Chile seleccionadas por la Cátedra Unesco “Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero para ser parte de la Segunda Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior en América Latina. Las propuestas se suman a otras 18 de instituciones de diversos países de la región que serán llevadas a cabo entre septiembre y noviembre de 2021.
Promover debates y reflexiones sobre las diversas formas de racismo que hay dentro de la educación superior en Latinoamérica e impulsar acciones que contribuyan a erradicarlas busca la campaña de la Cátedra Unesco. Eso está en el espíritu de las “Documateadas” propuestas con el auspicio del Programa de Interculturalidad Territorial de la Vicerrectoría Académica y la Dirección de Desarrollo Estudiantil UBB.
No son nada nuevo, sino una actividad sello del Programa de Interculturalidad Estudiantil Kuykuytun del Departamento de Bienestar Estudiantil de la UBB sede Concepción, resaltan con orgullo sus coordinadoras Muriel Esparza y Fernanda García, trabajadoras sociales que presentaron la propuesta junto a Luis Royo, estudiante de Ingeniería de Ejecución en Administración de Empresas.
Muriel Esparza cuenta que las “Documatedas” son un espacio horizontal donde, junto a estudiantes y otros integrantes de la comunidad universitaria, se sientan en círculo a ver un documental, compartiendo mate y alimentos para luego generar dialogar y reflexionar en torno a lo observado. La metodología esencial es la conversación, clave en la cultura mapuche que afirma que es a la que pertenecen la mayoría de estudiantes de pueblos indígenas en la UBB y en general en las universidades de este territorio. “Nos ha funcionado tan bien que consideramos la mejor forma de trabajar en la erradicación del racismo en las universidades y estamos apostando por abrir la instancia a otras del territorio, abordar temas de la propuesta y ojalá tener un protocolo unificado para trabajar en las universidades de Chile en torno a erradicar el racismo”, manifiesta.
Fernanda García sabe que una demostración del potencial de la idea es la selección de la Cátedra Unesco, una vitrina sinigual para visibilizarla y difundirla, en cuyo desarrollo tendrán apoyo de expertos de distintas naciones, etnias y culturas, lo que reconoce como muy enriquecedor para el proceso. “Todas las propuestas apuntan al respeto de la diversidad sociocultural, que es algo que tiene el propio equipo de trabajo. Es lo bonito de esta campaña”, sostiene.
Si bien la tradición ha sido realizar las “Documateadas” presencialmente hasta antes de la Covid-19, por el contexto sanitario el ciclo propuesto será online con cinco encuentros que abordarán el derecho a la identidad cultural de estudiantes indígenas y afrodescendientes; importancia del intercambio y revalorización de saberes populares y ancestrales; discriminación lingüística; deserción escolar por discriminación; y cómo avanzar en un protocolo para la erradicación del racismo dentro de las instituciones de educación superior.
Que erradicar racismo dentro de la educación superior latinoamericana y chilena en particular siga siendo un reto en la avanzada sociedad contemporánea, radica en que “dentro de las instituciones de educación superior, como sistema educativo, no se considera la identidad cultural de los y las estudiantes, su cosmovisión”, plantea Muriel Esparza. Ello se debe a la imposición de la cultura occidental con sus conocimientos y creencias como dominante, limitando la inserción de estudiantes mientras que promueve su deserción y somete a un proceso de negación y debilitamiento de sus identidades culturales que repercute en su salud mental, con implicancias que van desde lo social a lo cognitivo y académico.
Un proceso que se da en el marco de la globalización, cuya tónica ha sido la occidentalización del mundo, desfavoreciendo el respeto y preservación de las diversidades culturales, pero que debería apuntar hacia el horizonte del sano convivir entre todos, valorando y aceptado todas y cada una de las particularidades que habitan las naciones y el planeta. Y, el enfoque de la interculturalidad es clave para esas interacciones libres de prejuicios y discriminación, cree.
Por eso Fernanda García resalta que toda instancia que promueva la interculturalidad y abogue por la no discriminación debe tenerla en sus cimientos y basarse en oír a quienes sufren la exclusión, sus problemas, inquietudes e ideas para avanzar y no imponer lo que como experto y externo se piensa correcto como solución, porque sería perpetuar las malas prácticas.