Documental "Ríos influenciando al océano" se presentará este martes 28 de septiembre. Fue desarrollado por científicos de la Ucsc, UdeC, UBB y UACh y financiado por el Ministerio de Ctci.
Que el agua dulce no se pierde al llegar al mar y no debe sólo considerarse un recurso disponible para uso humano ni menos que no sea sustentable es el mensaje que quiere sensibilizar y demostrar como verdad el documental “RIO: Ríos influenciando al océano”, desarrollado por investigadores de las universidades Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), de Concepción (UdeC), del Bío-Bío (UBB) y Austral de Chile (UACh) y que el martes 28 de septiembre se lanzará presencialmente en la Ucsc y luego virtualmente.
El trabajo fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Ctci) a través de un proyecto del Programa Explora dirigido por el doctor Jorge León, académico de la Facultad de Ciencias de la Ucsc e investigador asociado del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar) que patrocina la UdeC.
El origen del documental, que comenzó a rodarse en 2020 en el marco de un proyecto también realizó actividades para la comunidad como charlas, fue reconocer que transmitir ese saber científico es una necesidad, sostiene el doctor León. Esto, al evidenciar que es una creencia falsa extendida la que plantea que el agua dulce se desperdicia cuando desemboca en el océano y por ello el humano tiene derecho a usarla incansablemente e, incluso, cimentada en autoridades nacionales que la han hecho parte de su discurso.
Erradicar el mito es desafío cada vez más urgente en el contexto de cambio climático, fenómeno mundial asociado a distintas manifestaciones locales y a cuyos impactos Chile es uno de los 10 países más vulnerables y del que no son ajenos ríos, océano ni su vital conexión. Esa convicción unió al grupo de investigadores vinculados a estudios en ríos, sistemas fluviales o costeros, que se empoderaron por sacar la información de los laboratorios y papers para acercarla a la sociedad y transformarle en conocimientos, consciencia, acción y cambios. “Queremos poner en valor los aportes de agua dulce desde nuestras cuencas a los sistemas costeros del centro y sur de Chile”, manifiesta el director.
Y para ello “RIO”, en cerca de 40 minutos que relatan más de un año de trabajo, guía un viaje por Chile. “Se desarrolla principalmente en tres cuencas del país de gran importancia: Río Biobío hasta el Golfo de Arauco (Región del Biobío), Río Valdivia hasta la Bahía de Corral (Región de Los Ríos) y Río Puelo hasta el Fiordo de Reloncaví (Región de Los Lagos)”, precisa.
En esas áreas, quienes hacen parte del proyecto han estudiado distintos campos como ecología fluvial o estuarina, pesquería, oceanografía e impactos de presiones como deforestación y cambio climático y sus evidencias nutren los contenidos. Lo anterior, recalca Jorge León, permite transitar a través de las tres cuencas para mostrar cómo los ríos influencian al océano, su estado y cómo el hombre ha ido impactando y modificando dicha influencia clave para mantener dinámicas esenciales para los ecosistemas marinos y también las comunidades humanas.
De Perogrullo es afirmar que en la inadecuada acción humana está la razón de que realizar “RIO” sea una necesidad para educar y crear consciencia dada la desvalorización o desconocimiento generalizado del aporte de los ríos al mar, que trascienda de saber que allí desembocan la mayoría de los cursos fluviales. Es que la naturaleza es compleja y nada sucede por azar: los ecosistemas están vitalmente conectados unos con otros.
El agua dulce de los ríos no sólo es el vital líquido. El doctor Jorge León explica que también contiene diversos elementos que cuando desemboca en los mares le nutren y son esenciales para muchísimas especies marinas, además de que el agua dulce ejerce un rol físico que determina multiplicidad de condiciones del océano. Todo es clave para su funcionamiento y mantención de la biodiversidad, de lo que también se beneficia y depende el humano, en comunidades costeras y más allá de la costa.
“La gran productividad que tenemos en sistemas costeros como el Golfo de Arauco o fiordos del sur se debe, en gran parte, al aporte de agua dulce que generan los ríos”, asevera. Entre los servicios ecosistémicos del mar está ser gran fuente de alimentos y sustento de economías, pero también regula el clima, produce la mitad del oxígeno que se respira en el planeta y absorbe parte importante del dióxido de carbono que produce el humano y por ello se considera crucial su papel para paliar los efectos del calentamiento global y cambio climático.
Claro está que mucho lo define la influencia de los ríos, cursos vitales porque también proveen agua para consumo y uso humano. Eso sí, como su agua no es sólo eso podría trasladar como contaminantes que produce la actividad antrópica.
El gran problema que advierte el investigador es que desde la ley y políticas públicas la conexión río-océano se desconecta, pues no se sustentan en una base científica sólida. “No hay regulaciones que vinculen a la tierra con el agua en Chile, la legislación las separa. Además, los organismos que gestionan el agua dulce en Chile son múltiples, lo que dificulta la gestión y manejo adecuados de los sistemas”, destaca. Y agrega que “hoy se puede extraer toda el agua dulce que los derechos de agua permitan” y releva que faltan estudios para definir las reales capacidades de carga que los sistemas acuáticos pueden soportar y umbrales que no se pueden cruzar.
Desconocer o no reconocer las implicancias del trascendental vínculo natural teje un entramado malas decisiones que pueden traducirse en “llegar a estados extremos donde ríos se secan y se pierde la conexión entre el continente y el océano”, lamenta el académico. Mismo peligro tienen las carreteras hídricas que se han barajado como evidentes polémicas opciones para abordar el problema de la escasez de agua en ciertas zonas. También afirma que “se puede verter a los ríos una cantidad de contaminantes que, quizá, sea superior a la que los sistemas logran asimilar”.
Así, Jorge León asevera que urgentes retos son avanzar en estudios para llenar los vacíos de conocimiento y que el que esté disponible se considere para la toma de decisiones y diseño de normativas para que sean las mejores, sustentables y sostenibles, lo que la naturaleza y sociedad necesita. Y si hay un anhelo de los realizadores de “RIO” es que los saberes que contiene impulsen una nueva consciencia y cambios que también son posibles desde los vínculos que como individuos y comunidades se establecen con el medio natural. Por eso, será de acceso libre para llegar a la mayor cantidad de personas.
En virtud de ese propósito no sólo los estudios nutren los contenidos y se da protagonismo a saberes tradicionales que hay en quienes habitan en torno a las cuencas y viven en armonía con la naturaleza, pues el doctor León manifiesta que “ahí está el conocimiento, ese que se transmite de generación en generación y protege al río porque no sólo lo considera un recurso, sino que parte de su paisaje y diario vivir”, conexión que reconoce que se ha perdido en gran parte de la población por lo que “nuestro gran llamado es a reconectarnos con nuestros sistemas acuáticos, respetarlos y recuperar ciertos atributos de las cuencas y sistemas costeros que nos permitan ser menos vulnerables a los impactos del cambio climático, donde va a haber aumento de temperatura y disminución de precipitaciones y la relación río-costa per se va a cambiar”, sostiene.
Modificaciones que ya son realidad. De hecho, en el Río Puelo, considerado prístino y uno de los más caudalosos de Chile, un estudio de Jorge León hace poco publicado y que alimenta a “RIO” comprobó que cambios en el régimen hidrológico histórico y baja de sus caudales evidenciados son efecto de la emergencia climática. Eso demuestra que los ríos están siendo afectados por el fenómeno y que en tanto aumente lo harán las alteraciones al sistema. Por eso, el camino que se debe transitar es no sumar presiones junto con preservar, restaurar y manejar adecuadamente las cuencas y el recurso hídrico y así su influencia en el vital océano.
*Presentación de “RIO” en formato virtual será a las 19:20 horas desde el Instagram @documental.RIO.
*Documental se publicará en el canal de Youtube “RIO Documental- Ríos influenciando al océano”.