Ciencia y Sociedad

Helicobacter pylori: grupo UdeC avanza en su comprensión y prevención

Sobre 70% de la población chilena estaría infectada con esta bacteria y en el Laboratorio de Patogenicidad Bacteriana desarrollaron probiótico que podría prevenir la infección, sobre la que hay varias preguntas abiertas.

Por: Natalia Quiero 26 de Agosto 2021
Fotografía: UdeC

En heces, placa dental y saliva humana o en agua y alimentos se ha aislado la bacteria Helicobacter pylori, entendiéndose que estas matrices pueden ser vectores y habiendo descrito contagio entre personas por contacto directo. Aun así, las vías de transmisión no están absolutamente claras ni los factores que expliquen por qué hay personas que adquieren la bacteria y desarrollan infección asintomática, que no causa problemas, y en otras, en cambio, se manifiesta en distintas patologías. Algo que puede explicarse porque, al pensar en los tiempos científicos, su hallazgo se hizo en 1982, lo que se considera más bien reciente y por ello hay muchas preguntas abiertas.

Pero se sabe que esta bacteria tiene la capacidad de colonizar la mucosa gastrointestinal, que en Chile de 70% a 75% de la población estaría infectada con esta y que las personas se infectan tempranamente en la infancia, resalta el doctor Fernando Riquelme, médico gastroenterólogo jefe de la Unidad de Endoscopía del Servicio de Gastroenterología de la Clínica Biobío y especialista del Hospital Clínico Regional de Concepción. Y lo cierto es que también causa diversas enfermedades gastrointestinales y es agente carcinógeno, asociado como factor de riesgo del muy prevalente cáncer gástrico, advierte.

De ahí que haya ímpetu en detectar la infección y erradicar la bacteria para evitar que progrese hacia una patología, en un manejo que incluye uso de antibióticos, explica el profesional, pero también en estudiarla para conocerla en mayor profundidad y combatirla mejor. Reto que ha asumido la doctora Apolinaria García, microbióloga y jefa del Laboratorio de Patogenicidad Bacteriana de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción (UdeC), quien comenzó a investigar a Helicobacter pylori en 1995 y es una de las científicas chilenas que, junto a su grupo, ha generado y sumado trascendentes nuevos conocimientos con potencial de contribuir a la salud pública.

Del antibiótico al probiótico

Para entender el impacto del presente hay que retroceder 26 años, a los inicios de su carrera investigativa dedicada a este patógeno. Sus primeros trabajos se centraron en hacer vigilancia epidemiológica de la resistencia y virulencia de la bacteria en la Región del Biobío, evidenciando cómo iba aumentando su resistencia antibiótica (unos de los problemas de salud pública global más grandes en la actualidad según la Organización Mundial de la Salud) y particularmente preocupante es el efecto ante el antibiótico claritromicina. Ello porque los antibióticos pueden inhibir o matar bacterias, “pero todo ser vivo se resiste a morir y van generando estas resistencias en las que las bacterias son muy exitosas”, explica.

¿Por qué no prevenir la infección?, se preguntó la microbióloga y eso la motivó, en 2005, a explorar si con probióticos podía lograrse, pues son alimentos que incorporan bacterias vivas que contribuyen a la salud de la flora intestinal y a potenciar el sistema inmunológico. No erró: en el Laboratorio de Patogenicidad Bacteriana se desarrolló uno cuyo consumo mostró favorables efectos para prevenir la infección e inmunobióticos, según resultados de un estudio clínico piloto hecho en estudiantes universitarios, afirma. Para desarrollar este probiótico, elaborado en formato gelatina para no usar matrices lácteas, dados los problemas como alergia a leche de vaca o intolerancia a la lactosa, cuenta que se aisló una bacteria del estómago humano que neutraliza a Helicobacter pylori, previniendo que se establezca si se entra en contacto con esta.

Y para comprender la trascendencia de esto, destaca que hasta ahora no hay una vacuna que prevenga la infección, por ejemplo, si bien hubo un trabajo que desarrolló una en China con resultados prometedores publicados, pero que no ha llegado más lejos.

 

Gelatina probiótica/ Apolinaria García

Llegar al mercado

Por los positivos resultados del probiótico, el gran reto y anhelo de la doctora García junto a su grupo es que se desarrolle como producto que pueda salir al mercado y esté tan disponible como accesible (en oferta y precio) para que su reconocido gran potencial de impacto se materialice en beneficio a la salud de la población chilena que podría consumirlo, idealmente en las edades más jóvenes. En pos de esto, comenta que hay empresas interesadas y que la idea es trabajar para concretar este anhelo.

 

Helicobacter pylori y su rol como problema de salud pública en Chile

Helicobacter pylori es parte de un problema de salud pública en Chile por la tasa de prevalencia de la infección, lo desconocido de su adquisición y, sobre todo, las repercusiones que tiene para el bienestar y hasta la vida de las personas.

El gastroenterólogo Fernando Riquelme destaca que “la bacteria tiene un papel importante en la génesis de úlceras pépticas, gástricas o duodenales”, manifestadas en síntomas como dolor y malestar estomacal, náuseas, flatulencia e intolerancia a ciertos alimentos. “Además, produce inflamación crónica en la cavidad gástrica, estómago, y a partir de eso va produciendo un factor que tiene que ver con la atrofia de la mucosa gástrica y esta atrofia concedería un leve aumento en la posibilidad de desarrollar cáncer gástrico a futuro”, advierte. Si bien reconoce que el aumento no es tan significativo, también que “el único factor etiológico que pudiera identificarse y evolucionar en el riesgo de desarrollar cáncer gástrico a largo plazo es la Helicobacter pylori”. Y sí es significativo que Chile esté entre los países con más prevalencia de este cáncer, que es la principal causa de muerte por tumores malignos en hombres y mujeres a nivel nacional, que cobra la vida de 3 mil personas cada año y la Región del Biobío con la Araucanía tienen las más altas tasas de mortalidad del país (Ministerio de Salud).

Detectar y erradicar

De ahí que sea crucial detectar el patógeno y erradicarlo para prevenir riesgo de cáncer gástrico y evitar la recurrencia de las úlceras. Para erradicarla “se usa una terapia estándar con tres medicamentos. Un inhibidor del ácido en el estómago más dos antibióticos que se emplean en conjunto por dos semanas. Con esto se logra una tasa de erradicación de la bacteria del 85% de las personas que se tratan”, detalla.

Para detectar la infección por Helicobacter pylori aclara que hay un examen invasivo, particularmente una endoscopía digestiva alta que toma una muestra de la mucosa que se analiza mediante un test que detecta la bacteria. Además, hay formas no invasivas como detectar el antígeno de la bacteria en heces o una prueba de aire espirado.

Y en lo anterior pone el acento Fernando Riquelme para la mayor pesquisa de la infección y disminución del riesgo de cáncer o su detección temprana. En primer lugar, sostiene que es imperante que las personas acudan al médico si presentan síntomas gastrointestinales y se les indique una endoscopía que descarte o confirme la infección de manera oportuna. Y también recomienda ir a un chequeo periódico con un gastroenterólogo a partir de los 35 o 40 años de edad si no se han manifestado síntomas, para que el examen se realice preventivamente y se halle a tiempo la bacteria o alguna condición como un estado precoz de cáncer gástrico. En sus primeras etapas puede no tener síntomas o estos ser leves e inespecíficos y se van haciendo más evidentes al avanzar la enfermedad: mientras antes se diagnostica mejores los pronósticos y estos decaen mientras progresa el tumor. Además, a mayor edad habría más incidencia y mortalidad de este cáncer.

Conducta preventiva

También es importante que las personas minimicen las posibilidades de infectarse desde sus conductas, con hábitos cimentados desde la infancia. Pueden marcar la diferencia medidas básicas como lavado o desinfección frecuente de manos -crucial para prevenir la Covid-19 y muchas otras infecciones-, sobre todo tras ir al baño y antes de manipular o ingerir alimentos, que deben ser saneados, lavados y/o cocinados adecuadamente previo a su consumo, como los vegetales. También se aconseja tener buenas pautas de higiene bucodental y chequeos odontológicos periódicos.

Ello, porque habría relación entre las condiciones de vida y sanitarias, como acceso a agua potable y seguridad alimentaria, con la prevención, porque la infección es más incidente en países con menos tasas de desarrollo y por lo que la evidencia plantea sobre vías de transmisión, asevera el doctor Riquelme.

Vías de transmisión

Y para tener mejores abordajes preventivos o de pesquisa activa hay que seguir esclareciendo las vías exactas por las que llega al ser humano, comprobando o descartando lo que se plantea o añadiendo posibilidades.

En el Laboratorio de Patogenicidad Bacteriana de la UdeC están trabajando en ello y desde 2015 ahondan en un mecanismo hace poco descrito: “la bacteria puede llegar vía levaduras como la Candida”, afirma la doctora Apolinaria García. Este hongo puede residir normalmente en piel, boca, tubo digestivo y/o vagina, generalmente sin causar daños, y explica que “Candida portaría a Helicobacter pylori y la podría trasladar al ser humano. Es una buena estrategia de la bacteria para protegerse y llegar a las personas, porque es muy lábil en el ambiente, pero la levadura es muy resistente a factores estresantes para la bacteria, como cambios de pH o temperatura”.

Los estudios son incipientes, se conoce muy poco y escasos equipos trabajan en esta temática en el mundo; el laboratorio se destaca por estar en el selecto grupo y desarrollar una línea de investigación que le ha llevado a ser referente nacional e internacional del diagnóstico microbiológico de Helicobacter pylori.

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