Trabajo desarrollado en el marco de la tesis doctoral de Natalia Viña se centró en dos cangrejos varunidos de distintos hábitats de la caleta y que son clave en la dieta de peces e invertebrados de importancia comercial y también de aves.
En la revista Comparative Biochemistry and Physiology Part A (CBP) se publicó “Comparación de lípidos y ácidos grasos entre los tejidos de dos especies de crustáceos semi-terrestres que revelan adaptaciones ecofisiológicas en ambientes costeros cambiantes”, investigación que Natalia Viña, bióloga máster en Ecología Marina, desarrolló en su tesis como estudiante del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), dirigida por el doctor Ángel Urzúa.
El trabajo comparó las condiciones de dos crustáceos presentes en distintos hábitats de la caleta Lenga de Hualpén, sector costero turístico cuya economía se sustenta por la pesquería artesanal y cocinerías de gastronomía protagonizada por los mismos productos marinos que colectan los pescadores. Se trata de Hemigrapsus crenulatus y Cyclograpsus cinereus, la primera una jaiba de estuarios y la segunda una especie del intermareal superior rocoso. Natalia Viña cuenta que ambos son cangrejos varunidos de amplia distribución, pudiéndose encontrar de norte a sur en Chile y muy abundantes en el intermareal y los estuarios, ecosistemas que define como “poco estudiados y en Chile poco protegidos y, en general, con alto impacto humano”. Desde allí, advierte que “ambas son claves dentro de la dieta de aves nativas y migratorias y de peces y otros invertebrados de importancia comercial. Por ello, si estas desaparecen, las especies asociadas a ellas también podrían hacerlo”, dejando de manifiesto su trascendente rol ecológico.
Los resultados
La premisa es que los organismos son lo que comen y que la alimentación está determinada por los hábitats, pues de estos dependen la disponibilidad y/o calidad de los alimentos (o presas) presentes para el consumo. Y asevera que lípidos y ácidos grasos son indicadores sobre dieta, estilo de vida o estado de salud de las especies, en este caso ambos cangrejos. “Los lípidos y ácidos grasos son compuestos orgánicos cuya principal función es de almacenamiento de energía. Estos almacenes de energía se generan a partir del alimento de estos organismos”, explica y también que “ayudan a construir diversos tejidos, dado que todas las membranas celulares están hechas de fosfolípidos, y cumplen roles importantes para el desarrollo, crecimiento y reproducción en estas especies”.
En efecto, uno de los resultados que destaca es que, pese a ser especies cercanas, tienen diferencias significativas en la presencia de ciertos ácidos grasos en una especie y en otra no, lo que evidencia las disimilitudes de sus hábitats y dietas. El estudio comprobó que la del intermareal tiene una dieta basada en recursos marinos y la estuarina una mixta entre marinos y de río, ya que su hábitat tiene descargas de estos.
Y como pueden indicar si el individuo está sano o pasando algún estrés que afecte su salud o funcionamiento, Natalia Viña afirma que “aparentemente, la especie del estuario podría presentar tejidos bajos en lípidos asociado a la presencia de metales pesados e hidrocarburos en el estuario de Lenga”, por lo que los hallazgos ponen en evidencia que “un ecosistema en mal estado ofrece una pobre alimentación y uno sano una buena disponibilidad de alimento. Por ello, al encontrar una baja en lípidos en las especies se ven afectadas aves, peces y otros invertebrados del estuario o del intermareal e incluso nosotros, ya que algunos organismos son parte de la dieta de los habitantes y turistas de Lenga”, advierte.
Aporte y nuevas incógnitas
Los crustáceos son de gran importancia ecológica: “podemos encontrarlos desde la Antártica a bosques tropicales, desde las fosas más profundas de los océanos a lagunas de alta montaña. Han desarrollado diversas estrategias de vida y logrado colonizar exitosamente diversos ecosistemas, siendo claves en la dieta de muchos organismos, incluyéndonos”, manifiesta Natalia Viña, que estudió a cangrejos porcelánidos de Lenga en su magíster, también cursado en la Ucsc. Aún así, son especies poco estudiadas y de los varunidos que investigó asegura que sólo se habían analizado ácidos grasos del de estuario en Puerto Cisnes (Región de Aysén).
Así, los hallazgos aportan al conocimiento, a robustecer su conservación y vislumbrar su potencial como biorecurso dada la presencia de ácidos grasos esenciales para el humano. “Conocer la diversidad de estos ácidos nos da una idea de calidad del alimento que podemos encontrar en la caleta de Lenga, pues en ambas especies se obtuvo una amplia diversidad de ácidos grasos esenciales”, sostiene, relevando que, por ello, el estudio abre preguntas que cree crucial responder como si hay variación de lípidos y ácidos grasos entre sus poblaciones de norte a sur de Chile o frente a la contaminación, extracción de recursos o alteraciones en variables ambientales como la temperatura, entre otras que están siendo modificadas por el cambio climático.
*Los ácidos grasos esenciales son vitales para el desarrollo y estado de salud a lo largo del ciclo vital de las personas, como los de tipo Omega, pero que el organismo humano no puede producir y sólo se obtienen a través de la dieta o suplementos dietarios.