Ciencia y Sociedad

Académico UdeC es designado autoridad científica en fauna terrestre de Chile

El doctor Juan Carlos Ortiz, herpetólogo y director del Laboratorio de Herpetología del Departamento de Zoología asesorará al SAG en materias vinculadas a animales protegidos por Cites, acuerdo sobre comercio internacional de especies amenazadas que Chile firmó en 1975 y que hoy integra a 180 países.

Por: Natalia Quiero 10 de Julio 2021
Fotografía: Juan Carlos Ortiz UdeC

Como reconocimiento a su trayectoria académica desarrollada primordialmente en la Universidad de Concepción, asume su designación como Autoridad Científica de Chile en Fauna Terrestre el doctor Juan Carlos Ortiz, director del Laboratorio de Conservación y Sistemática de Herpetozoos y de la Estación de Reproducción Ex Situ de la Ranita de Darwin del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas.

La posición del herpetólogo, decidida tras un riguroso proceso de selección, se enmarca en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites) que en fauna terrestre tiene al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) como autoridad administrativa y el nombramiento del académico se ratificó con el Decreto 39 Exento del Ministerio de Agricultura, el 2 de junio de 2021. Y su trascendente deber será orientar al organismo “ante cualquier situación en la que necesite un veredicto científico en materia vinculada a Cites”, resalta.

Combatir el tráfico de especies

Cites es un acuerdo internacional que Chile firmó en1975 y hoy integra a más de 180 países unidos para “velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituye una amenaza para la supervivencia de las especies”, plasma en su sitio web, promoviendo la conservación de flora y fauna nativa. “Las especies protegidas están catalogadas en los tres apéndices de Cites”, precisa el doctor Ortiz. En el I se incluyen las en peligro de extinción que pueden ser afectadas por su comercialización; en el II las que aunque no estén amenazadas podrían llegar a estarlo de no aplicarse controles para su comercialización; y en el III están las especies amenazadas en al menos un país y sometida a alguna reglamentación en ese para prevenir y restringir su explotación.

Entre las funciones que deberá ejecutar como autoridad científica está asesorar y apoyar al SAG en temas vinculados a la importación y exportación de especies de fauna y vigilar que se cumplan los permisos de egreso e introducción de especies incluidas en los apéndices de Cites que protegen a más de 37.000 especies de flora y fauna, se comercialicen vivos, como vestuario y accesorios o hierbas disecadas, ya que traficar especies no es sólo comerciar ilegalmente con los ejemplares completos, “sino también con sus partes como pieles, huesos y plumas”, resalta el herpetólogo.

Realidad en Chile

En Chile la Ley de Caza establece, entre otros, “prohíbase en todo el territorio nacional la caza o captura de ejemplares de la fauna silvestre catalogados como especies en peligro de extinción, vulnerables, raras y escasamente conocidas, así como la de las especies catalogadas como beneficiosas para la actividad silvoagropecuaria, para la mantención del equilibrio de los ecosistemas naturales o que presenten densidades poblacionales reducidas”. Además de la caza y captura, esta legislación regula la tenencia ilegal y tráfico de especies protegidas, que se tipifican como delitos que podrían tener sanciones de multa o penas privativas de libertad. Hay situaciones específicas en que el SAG podrá autorizar la caza o captura de ciertos especímenes.
Al respecto, el doctor Ortiz sostiene que “afortunadamente, en la actualidad no tenemos un problema de comercio de fauna chilena hacia el exterior”, aunque en el pasado lo hubo y sobre todo porque dice que había desprotección legal para muchas y ello mejoró al modificarse la Ley de Caza en la década de los “90.

No obstante, no significa despreocuparse: la concepción del comercio de especies es amplia y sabe que también las situaciones de tráfico o irregulares posibles y en las que, eventualmente, deba apoyar científicamente la toma de decisiones y podrían darse en algo tan común e ingenuo como traer un recuerdo novedoso o típico de un viaje al extranjero. Usa como ejemplo que “en Sudamérica el quirquincho se ha visto afectado por el contrabando para confeccionar charangos”; la captura y comercio de este mamífero de Los Andes está protegido por Cites, por lo que si se va a alguna nación y se adquiere el típico instrumento musical andino elaborado con el cuerpo del animal será requisado al ingresar a Chile u otro país que firmó Cites. Y lo mismo puede pasar con un artículo fabricado con marfil, obtenido de colmillos de elefantes, o de pieles de animales protegidos. Además, plantea que si se compra dentro del comercio regulado en otro país, como un producto de cuero de serpiente o cocodrilo, para su ingreso debe existir un permiso o certificado que asegure su confección y salida legal.

Para velar por cumplir el Cites el Instituto Forestal es la entidad a cargo de la flora y Sernapesca de la fauna marina y dulceacuícola.

 

Estación de Reproducción Ex Situ de la Ranita de Darwin UdeC

UdeC: crucial aporte a la conservación de los herpetozoos de Chile

Que Chile haya firmado Cites hace 46 años y velar por su cumplimiento o mejorar la Ley de Caza son parte de los esfuerzos para promover la conservación de la biodiversidad nativa desde las políticas públicas y que el doctor Juan Carlos Ortiz sea Autoridad Científica en Fauna Terrestre distingue su aporte concreto al desafío con su carrera académica dedicada a la herpetología, estudio de reptiles y anfibios.

Aporte desde la UdeC

Gran parte ha sido al alero del Laboratorio de Conservación y Sistemática de Herpetozoos de la Universidad de Concepción (UdeC), que dirige desde que se integró a la casa de estudios en 1982 y lo inició, poco más de una década antes, el reconocido herpetólogo chileno Roberto Donoso. “Desde entonces ha crecido mucho. Partimos con muy poca infraestructura y todo lo que hay se ha obtenido con diversos proyectos adjudicados a través de los años”, cuenta con el orgullo de saber que es parte del desarrollo de la herpetología en Chile, pues la contribución de la UdeC ha sido crucial. Y, así, para la conservación de estos animales.

Ahí otro de sus enorgullecedores retos: la Estación de Reproducción Ex Situ de la Ranita de Darwin, establecida en 2008 y financiada por el Zoológico de Leipzig (Alemania). La necesidad de reproducir de forma controlada esta rana nativa que habita desde Concepción a Aysén, cuyo nombre científico es Rhinoderma darwinii y lo debe a haber sido descrita por primera vez por el naturalista inglés Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución biológica moderna, radica en que “es bastante peculiar desde el punto de vista biológico y de conservación”, afirma Ortiz. Está catalogada en peligro de extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y es la única especie en el mundo que realiza neomelia, que explica que “es una forma de cuidado parental en que el macho guarda los huevos en su cavidad bucal” y allí se desarrollan los renacuajos.

El trabajo ha buscado aumentar las poblaciones de esta especie única para preservarla, sobre lo que cuenta que “estamos esperando que se den nuevas condiciones para una segunda parte del proyecto en que quisiéramos hacer una reintroducción de ejemplares en lugares donde antiguamente existían naturalmente poblaciones”.

 

Estación de Reproducción Ex Situ de la Ranita de Darwin UdeC

Gran vulnerabilidad

Es que en tiempos recientes ha sido complejo hallar ejemplares para reproducirlos de forma controlada, ya que advierte que “el cambio climático ha hecho que en muchos lugares donde se encontraba ranita de Darwin y muchas otras especies de anfibios ya no se vean”. El aumento de la temperatura y baja en precipitaciones con una sequía que perdura hace más de 10 años en Chile han modificado las condiciones óptimas para que vivan los anfibios, que requieren humedad, aclara, por lo que podrían mantenerse escondidos hasta no haber situaciones ambientales y climáticas adecuadas en el mejor de los casos. En el peor, podría estar en riesgo su subsistencia.

Es por sus características que los anfibios se consideran especialmente vulnerables a los efectos del calentamiento global y cambio climático. Una situación lamentable que empeora la que ya lo era para la flora y fauna en general.

Según afirma el doctor Juan Carlos Ortiz, “cada vez hay menos hábitats naturales para la fauna, especialmente anfibios”. Entre los motivos que alude están los cambios en el uso de suelo en que se ha reemplazado ecosistemas nativos como bosques o humedales para usarlos con fines silvoagropecuarios, industriales o urbanos han terminado por fragmentar, degradar y destruir hábitats de anfibios y muchas otras especies, y llevado a la pérdida de biodiversidad vegetal y animal lo que se transforma en un círculo vicioso que altera las dinámicas ecosistémicas, ya que cada componente de los ecosistemas tiene un rol importante y todos se interrelacionan.

Factores que, junto a otros, se han transformado en las palabras que escriben la triste historia de tantas especies, de los anfibios y de la propia ranita de Darwin. Según una reciente investigación de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la UdeC, el 70,9% de 62 especies de anfibios chilenos evaluadas está amenazada. Una realidad preocupante, pero que es aliciente y refuerza la importancia de contar con el trabajo de la Estación de Reproducción y del Laboratorio de Herpetología UdeC en pos de generar conocimientos y acciones para proteger y preservar a tan valiosos exponentes de nuestra fauna nativa.

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