Ciencia y Sociedad

UdeC es parte de proyecto global que contribuirá a conservar el océano

Es la única entidad de Chile entre 26 de todo el mundo que serán parte de “Una Red de Ciudades Oceánicas”, que se aprobó por la COI de la Unesco en el marco de su convocatoria para actuar en los retos del “Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 2021-2030”.

Por: Natalia Quiero 03 de Julio 2021
Fotografía: Cedida | Departamento de Oceanografía UdeC

The Ocean Cities Network (OC-NET)” (“Una Red de Ciudades Oceánicas”) es el proyecto internacional recientemente adjudicado a través de la primera convocatoria “Call for Decade Actions” (“Llamado a las Acciones del Decenio”) de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que tiene a la Universidad de Concepción (UdeC) como única entidad de Chile y una de las pocas del Pacífico Sur en Sudamérica entre 26 instituciones de todo el mundo que forman un consorcio que trabajará durante la próxima década para contribuir a la sanidad del océano.

Océano deseado

“Call for Decade Actions” es un programa global impulsado por la COI como organismo encargado de coordinar las acciones por el “Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible” proclamado por Naciones Unidas para 2021-2030 para que los países trabajen, en base a ciencia y conocimiento, en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 “Vida submarina” de los 17 que plantea su Agenda 2030, todos interrelacionados, para alcanzarse ese año y lograr la prosperidad de la humanidad y el planeta. El 14 busca conservar y utilizar de forma sostenible el océano y recursos marinos, y el desafío de las Acciones del Decenio es “movernos del océano que tenemos hoy al que deseamos tener en diez años más”, afirma el doctor Marcus Sobarzo, director del Departamento de Oceanografía, estamento invitado por el Instituto de Ciencias del Mar de España para postular al llamado y cuya propuesta se aprobó el recién pasado 8 de junio, cuando se celebró el “Día Mundial de los Océanos”.

¿Cómo es el océano deseado? Según se estableció en la presentación del Decenio debe ser uno limpio, saludable y resiliente, productivo y que se explote sosteniblemente, seguro, predecible y transparente. Y una base es tener una sociedad que comprenda al océano y sus vitales funciones para que se resguarden desde la mantención de un vínculo armonioso entre las personas y el mar.

El proyecto

A ello aportará OC-NET que Sobarzo detalla que “tiene tres pilares: “salud del ecosistema costero, cultura marina y territorio, y sustentabilidad ambiental y justicia social” en los que se trabajará para materializar el espíritu de la iniciativa que “es poner la ciencia al servicio de las comunidades costeras y de la toma de decisiones políticas adecuadas que permitan mejorar la relación que tenemos con el océano para lograr que las metas del Decenio de las Ciencias Oceánicas se puedan cumplir localmente”, sostiene. Alfabetizar, crear consciencia e impulsar comunidades permeables al ambiente marino y transformaciones socioculturales son aspectos cruciales del proyecto.

Para ello, cuenta con 10 años de desarrollo: “una preparación de dos años, tres de ejecución y culmina la primera etapa. Tras una evaluación, el proyecto continúa durante 5 años más”, precisa. El proyecto es coordinado por el Instituto de Ciencias del Mar de España y la Unidad de Tecnología Marina del mismo país, adscrita al Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales, que conformaron 8 secretarías oceánicas en el mundo. Sobarzo resalta que el área geográfica del Pacífico Sur le corresponde a la UdeC, donde se establecerá un grupo multidisciplinario, no sólo con académicos del Departamento de Oceanografía, para que distintas experticias trabajen colaborativamente en aportar desde la Región del Biobío al proyecto de largo aliento de cara a superar retos globales.

 

Departamento de Oceanografía UdeC

Oceanografía UdeC: 50 años de aporte local de impacto internacional

Que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU haya uno enfocado al océano, que se estableciera una década para trabajar en pos de su logro, que exista un llamado global a actuar por las metas de este decenio con la aprobación de propuestas como “The Ocean Cities Network”, que se deba avanzar del océano actual al deseado, indiscutiblemente, una necesidad vital.

La realidad del océano

La realidad es que más del 70% del planeta está cubierto por el océano y la evidencia es robusta para afirmar que es indispensable para la vida y el bienestar de las personas que deben relacionarse respetuosamente con este y cuidarlo “por todo lo que brinda a la humanidad”, asevera el doctor Marcus Sobarzo. Es que alberga la mayor cantidad de biodiversidad de la Tierra y el rol de sus componentes y dinámicas de los diversos ecosistemas proveen 50% del oxígeno que respiramos y una enorme cantidad de recursos que sustentan dietas y economías en el mundo y Chile, además de regular el clima y absorber importantes porcentajes de dióxido de carbono (CO2), emanado a niveles alarmantes por la actividad humana y uno de los grandes responsables del calentamiento global y consecuente aceleración del cambio climático, entre otras vitales funciones.

Y también es vasto el conocimiento, y cada vez más, para advertir que el océano está sumido en un severo y continuo deterioro a causa de la acción humana por factores como sobreexplotación de recursos y contaminación, además del aumento de su temperatura, acidificación de las aguas por el CO2 e impactos diversos asociados al cambio climático con efectos visibles, otros que se proyectan y algunos aún impensados, pero que ponen en riesgo su sanidad y funciones.

La realidad es que es una década crítica para combatir las amenazas y alcanzar las metas que permitan proteger al vital océano.

 

Departamento de Oceanografía UdeC

Trayectoria y reconocimiento

También es una realidad que no es casualidad que la UdeC sea la única institución chilena y de las pocas sudamericanas invitadas a “The Ocean Cities Network”, trabajando desde Concepción para actuar en los retos globales del “Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible” que empieza este 2021, el mismo año en que el Departamento de Oceanografía celebra sus 50 años. Décadas en la que ha formado a decenas de generaciones de profesionales en pre y postgrado en sus aulas, laboratorios y la tradicional Estación de Biología Marina de Dichato y que han realizado infinidad de trabajos y aportes científicos de alto impacto que han puesto a las ciencias del mar UdeC entre lo más selecto a nivel nacional e internacional, para lo que también ha sido clave albergar tres centros de excelencia: Copas Sur Austral, Instituto Mileno de Oceanografía y Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola Incar.

Las ciencias del mar en la UdeC han salido muy bien posicionadas en rankings internacionales como el de Shanghái (Ranking Académico de las Universidades del Mundo)”, manifiesta Sobarzo, pues en 2018, 2019 y 2020 se destacó como la primera en Oceanografía en Chile y en 2018 fue una posición líder en Latinoamérica y dice que “creo que la invitación obedece a ese reconocimiento”. Buen desempeño y posicionamiento que, resalta, “la idea es mantener y este proyecto, claramente, puede ayudar en la generar nuevas investigaciones”, que permitan seguir a la vanguardia y reconoce que tanto participar en la iniciativa como cumplir 50 años supone una serie de retos para avanzar desde procesos para reevaluar, repensar y mejorar el quehacer.

 

Departamento de Oceanografía UdeC/Marcus Sobarzo

Justamente, dentro de los múltiples desafíos está “renovar líneas de investigación”, enfatiza, pues a causa de los cambios globales han emergido nuevos problemas que están siendo estudiados, pero en los que asegura se deben poner más esfuerzo como los efectos del cambio climático, acidificación, disminución de las concentraciones de oxígeno, la sequía que afecta la cantidad de agua dulce que llega al mar y modifica los patrones de circulación oceánica o aporte de nutrientes y contaminantes emergentes como microplásticos. Son un conjunto de situaciones de impactos que hacen sinergia en un océano que no conoce de límites y cuyo rol trasciende a la costa, pudiendo afectar su salud y así la humana a gran escala y son necesarios de abordar “a partir del recambio que tiene que provocarse al interior del Departamento para proyectarse hacia los próximos 10 años con ciencia de frontera”, cierra su director.

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