Es un medio asequible, sencillo, ecológico y sostenible, y cada 3 de junio se celebra su Día Mundial para incentivar su uso, uno que palía la contaminación ambiental, mientras en el pedaleo se favorece a la salud integral.
Ser asequible, sencilla, ecológica y sostenible destaca a la bicicleta, medio de transporte que acompaña a las personas desde hace siglos, perfeccionándose hasta ser lo que es hoy, cuando su uso aporta a paliar la contaminación ambiental por gases que emanan los vehículos motorizados y, así, a mitigar el calentamiento global y cambio climático, mientras al pedalear, además, se beneficia el estado de salud integral.
Por eso, cada 3 de junio, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas y en la antesala del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), se celebra el Día Mundial de la Bicicleta para incentivar su uso, uno que se percibe como necesidad para enfrentar retos como el estado del planeta y lograr sus Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030 y mejorar el bienestar y calidad de vida de una población global afectada por problemas ambientales y también por altos índices de sedentarismo, sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión. Estas patologías crónicas no transmisibles incrementan el riesgo cardiovascular y son responsables de 63% de las muertes anuales en el mundo, pero podrían prevenirse al tener hábitos saludables, como ser activo y preferir modos de desplazamiento que movilizan al cuerpo.
Andar en bicicleta es un ejercicio de predominancia aeróbica y estos contribuyen a quemar calorías “extra” y mantener o reducir el peso corporal, explica Jesualdo Cuevas, académico del Departamento de Ciencias del Deporte y Acondicionamiento Físico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Además, tiene el efecto de que “se irriga de forma más eficiente el músculo cardiaco”, releva. En su conjunto, lo expuesto genera que sea un buen complemento para prevenir enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en Chile y el mundo. De hecho, la actividad física regular disminuye la masa grasa, que en exceso se asocia a riesgo cardiovascular, por lo que ayuda a disminuirlo y es pilar del control de patologías como diabetes e hipertensión.
Fortalecer la musculatura y el sistema óseo son otros efectos que menciona del uso de bicicleta, que también favorece la salud mental, pues asevera que “practicar regularmente ejercicio físico contribuye a mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de bienestar”.
Para obtener los beneficios hay condiciones a cumplir y Cuevas aclara que la base es seguir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS): realizar, al menos, 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada a vigorosa.
Y la contingencia suma beneficios, pues la OMS ha promovido a la bicicleta y caminar como modos de transporte seguros para prevenir la Covid-19 versus medios de locomoción colectiva donde hay más riesgos de exponerse al patógeno.
Aunque sus beneficios son inigualables, el uso de bicicleta tiene algunos riesgos. Por un lado están las lesiones o dolencias por mala ejecución o posición, sobreexigencia o uso de una bicicleta en mal estado, como distintos tipos de tendinitis, lumbalgia o dolor de cuello, cuenta Jesualdo Cuevas. Personas con este tipo de dolencias o con problemas para mantener el equilibrio deben tener más cuidado y a veces evitar este ejercicio, añade. Además, caídas y golpes en distintas zonas del cuerpo con consecuencias como heridas, esguinces o fracturas y posibles accidentes viales que podrían ser graves, y hasta fatales, son peligros latentes.
Para evitar riesgo aconseja:
-Usar bicicleta en óptimas condiciones y adaptada a morfología del usuario, regulando altura de sillín y manillar.
-Tener un buen sistema de fijación de los pedales.
-Realizar calentamiento antes de comenzar el ejercicio.
-Mantener cadencia de pedaleo y exigencia física y adaptar frecuencia, intensidad y volumen del trabajo a las propias capacidades.
-Llevar implementación de protección de casco, guantes y rodilleras como mínimo.
En otoño e invierno hay que tener resguardos al andar en bicicleta o ejercitarse al aire libre para prevenir patologías respiratorias, como usar ropa adecuada y vestirse por capas.
Crucial es evitar cambios de temperatura. Particularmente personas con enfermedades respiratorias de base como asma, pues “pueden ser un gatillante de manifestaciones de la patología”, advierte el doctor Jorge Yáñez, broncopulmonar del Hospital Regional de Concepción y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.
Otro peligro de la época fría es exponerse a contaminación ambiental por humos emanados por estufas a leña, al igual que de vehículos y cigarro, ya que afirma que “puede gatillar descompensaciones de enfermedades respiratorias, principalmente de tipo obstructivo y haber más tendencia a tener infecciones respiratorias”, aconsejando evitar horarios y zonas de mayor contaminación ambiental.
La mascarilla podría proteger de esta y la Covid-19, si se está con otros, pero sólo en ese caso se debería usar, ya que “lo ideal en el deporte es hacerlo sin mascarilla, pues usarla podría aumentar la resistencia de la vía aérea y producir algún grado de obstrucción”, sostiene.
La mayor consciencia por la situación de un planeta, el creciente interés por mantener estilos de vida que beneficien la salud física y mental, el crecimiento urbano y la congestión vehicular, la necesidad de desplazarse y protegerse de la Covid-19. En los últimos años, distintos motivos han aumentado el uso de la bicicleta en Chile y en particular en el Gran Concepción con beneficios que ponen de manifiesto su impacto social.
Y más que estudios y cifras la experiencia de activas ciclistas urbanas es la mejor para avalar este incremento que ha sido especialmente explosivo en circunstancias que han dificultado el empleo de otros transportes como el terremoto del 27 de febrero de 2010 (27/F), el estallido social del 18 de octubre de 2019 y la pandemia que lleva casi 15 meses acompañándonos. “Estos eventos tienen en común las crisis y han detonado que la bicicleta se torne un modo de movilidad más resiliente y sostenible. Promueve el ahorro, se mueve sin combustible y nos libera del estrés”, afirma la periodista Ariela Muñoz y representante en Concepción del Colectivo Muévete que promueve ciudades con movilidad sostenible. “Es necesario reivindicar a la bici como un transporte amigable, ecológico y que funciona en todos los contextos y emergencias”, manifiesta la periodista Cecilia Ananías e integrante de Girls MTB Conce.
Ser una herramienta de autonomía para las personas y en especial para las mujeres es otro aspecto que destaca, afirmando que “no necesito que nadie me lleve a ninguna parte: llego donde sea con mi bicicleta”. En efecto, la posibilidad de desplazarse por la ciudad sin depender de otros ni detenerse en atochamientos y, sobre todo, recorrer con libertad y poder conocer distintos puntos y bellezas naturales muchas veces escondidas o de difícil acceso es también relevante y ha sido la motivación que la profesora Valeska Peralta ha tenido para andar en bicicleta en el Gran Concepción, desde que llegó de Santiago, y para crear Girls MTB Conce.
5% de los fallecidos en accidentes viales son ciclistas (Conaset). Es que las bondades de la bicicleta muchas veces son opacadas por circunstancias que se vuelven limitantes y riesgosas. Adelantamientos o aceleramientos, encerronas y hostilidad de los automovilistas son comunes y tienen su génesis en falencias vinculadas entre sí.
“La falta de infraestructura y de continuidad de las ciclovías hace al uso de la bicicleta inseguro porque los automovilistas te ponen constantemente en riesgo”, asevera Cecilia Ananías. Hay sitios donde las ciclovías se cortan y hay que decidir entre bajar a la calle y exponerse a otros vehículos o subir a la vereda y molestar a peatones. Por eso, buena noticia es que a los 111 kilómetros de ciclovías del Gran Concepción se sumen los kilómetros que conectarán Concepción con San Pedro de la Paz, Chiguayante y Talcahuano, según anunció el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
El peligro de accidentes se relaciona con la (mala) convivencia vial, advierte Ariela Muñoz. En 2018 se lanzó la Ley de Convivencia de Modos (modificó la de Tránsito), que apunta a armonizar el uso del espacio donde conviven distintas formas de movilidad y cree que se asumió como una regulación sólo para ciclistas y hacia ellos se ha apuntado la fiscalización. “La fiscalización no está hecha de forma adecuada y hay muchos automovilistas que creen que la calle es de ellos”, dice.
La fiscalización mal enfocada también se ha cristalizado en aumentar el riesgo de delitos como robos, afirma Valeska Peralta. Algo frecuente, pero que ha aumentado y la falencia quedado más desnuda durante cuarentenas cuando se usa la franja deportiva, establecida en horario matutino donde prevalece la oscuridad y sostiene que se ha orientado a fiscalizar a incumplidores de la franja en vez de resguardar la seguridad de sus usuarios.
Es claro que mejorar la fiscalización basado en un amplio conocimiento de la legislación y aumentar la infraestructura vial es clave para un uso seguro de la bicicleta.
Ser víctima de acoso por parte de hombres es un riesgo particular para las mujeres en todo espacio. Tras participar en agrupaciones mixtas y ser testigo de ello, Valeska Peralta decidió crear Girls MTB Conce, hace cerca de un año, un espacio de cicloturismo sólo para mujeres, donde se sientan y estén seguras para disfrutar del pedaleo.
Más de 450 participan entre dos grupos de WhatsApp, donde proponen y organizan rutas por el Gran Concepción. La premisa es que “ninguna pedalea sola”, afirma, para evitar cualquier riesgo, por lo que la comunidad y sus redes sociales se han vuelto una instancia de encuentro para compartir experiencias buenas y malas, advertir peligros y generar vínculos entre compañeras de ruta que también han hecho de la bicicleta su compañera de vida. Contacto y más información en el Instagram @girlsmtbconce.