Pase de movilidad: combatir la falsa sensación de seguridad

27 de Mayo 2021 | Publicado por: Natalia Quiero
Fotografía: Carolina Echagüe

Ayer comenzó a regir el documento que permitirá que las personas vacunadas contra la Covid-19 se desplacen con mayor libertad. Expertos creen que podría entenderse como un mensaje de mejoría de la crisis y llevar a relajar el cuidado.

Desde ayer rige en Chile el pase de movilidad al que podrán acceder las personas con vacunación completa (dos dosis) contra la Covid-19. Este permitirá desplazarse en comunas en cuarentena total y parcial (Fase 1 y 2) sin necesidad de permisos, además de viajes entre regiones que estén desde Fase 2. Es decir, dará más libertad a los inoculados y eso ha provocado alerta en expertos en salud. No por no comprender el desgaste emocional que la pandemia y las restricciones de movilidad han provocado ni el alivio que genera la flexibilización, sino porque la medida podría entenderse como un mensaje de mejoría que relaje el cuidado y lleve a aumentar los contagios del Sars-CoV-2.

El reto es combatir la falsa sensación de seguridad porque, con más de 5 mil casos nuevos reportados por el Ministerio de Salud (Minsal) el 26 de mayo, las cifras muestran que no se está mejor y el riesgo sigue latente, recalca el epidemiólogo médico Patricio Manzárraga, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. A pesar de lo anterior, el especialista reconoce “el incentivo a que la gente joven se vacune”, que generó el pase. Es que se anunció y aumentó en varios miles de vacunados diarios tras haberse visto una baja en la velocidad para grupos objetivos actuales: personas sanas, donde el rango de 30 a 39 años tiene más rezagados.

La vacunación

Y la vacunación es el foco. El propósito de la estrategia, que es voluntaria, es lograr la inmunidad de rebaño o colectiva (protección en la población al estar la mayoría inmunizada por exposición al patógeno o vacuna), para lo que se requiere 80% de habitantes inmunizados. El reto es que haya 15 millones de personas vacunadas con las dos dosis al cierre del semestre y el último informe del Minsal reporta que 7.755.837 las han recibido (51% de población objetivo) y 9.786.191 la primera. Además, el total de casos Covid-19 positivos es de 1.344.618. Sumando, en un país con 19 millones de habitantes, “significa que queda una cantidad suficiente de gente no inmunizada para generar una tercera ola”, afirma Manzárraga. Es el temor de muchos expertos.

También releva la acción de las vacunas. Hay una eficacia media de 85% en prevención de la Covid-19 y casi 100% frente a enfermedades graves y muertes, según análisis a 8 vacunas que hicieron científicos de la Estados Unidos que incluyó las de Sinovac y Pfizer-BioNTech, las que se administran en Chile. Lo crucial, resalta, es que la vacuna disminuirá los cuadros complejos y letales, y hospitalizaciones, contribuyendo a descomprimir al sistema sanitario, pero no eliminará la patología: los vacunados podrían infectarse, aunque con menor carga viral, haciendo cuadros leves o asintomáticos y menos contagiosos. Pero, podrían contagiar a una persona no vacunada o más vulnerable. Además de los rezagados hay quienes no han podido recibir la vacuna por motivos médicos y aún no se aprueba para niños, niñas y adolescentes.

“Hay que recordar que las aprobaciones para el uso de vacunas son de emergencia”, añade. Estas se desarrollaron y probaron en tiempo récord, no llevan un año administrándose y son permanentes los estudios para saber la duración de la inmunidad que generan o la respuesta frente a variantes del Sars-CoV-2 (se desarrollaron con la cepa original y los virus siempre mutan), de las que hay al menos 5 circulando en Chile. También hay que saber si se requerirá una dosis de refuerzo, ya lo anunció Pfizer, o una vacunación anual con desarrollos que incluyan nuevas variantes, como la influenza, y cómo se comporta el patógeno con la población objetivo inmunizada o su comportamiento estacional (la influenza es una patología de invierno).

Certezas

Quedan varias preguntas y muchas respuestas dependen de que pase un año completo, todas las estaciones, con la población suficiente vacunada. Pero, en las certezas, Patricio Manzárraga afirma que “lo que a diario vamos sabiendo es que la vacuna dura un día más” y que “el autocuidado, efectivamente, previene”.

De ahí que su énfasis está en que haya consciencia de que la existencia del pase de movilidad, vacunas y mayor cobertura no implican descuidarse: mantener la distancia física, al menos un metro, usar mascarilla adecuadamente, lavarse o desinfectarse frecuentemente las manos y evitar reuniones sociales y/o aglomeraciones, siguen siendo los métodos más infalibles para protegerse a sí mismo y al resto, para contener la propagación de la enfermedad y contribuir a controlar la crisis sanitaria para volver a la anhelada normalidad.