Científicos del IMO-UdeC descubren nuevo crustáceo de la Fosa de Atacama

20 de Mayo 2021 | Publicado por: Natalia Quiero
Fotografía: Cedida | IMO-UdeC

Eurythenes atacamensis es la especie hallada en lo más profundo de esta fosa, ubicada frente a Antofagasta, conquistado por la expedición “Atacamex” que lideró el centro en 2018 y permitió extraer muestras de sitios antes inexplorados.

Eurythenes atacamensis ha sido bautizada una especie de crustáceo descubierta por científicos del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), alojado en el Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción (UdeC), junto a investigadores de la Universidad de Antofagasta y colaboración de colegas europeos. El hallazgo fue publicado recientemente en la prestigiosa revista internacional Marine Biodiversity, en pleno Mes del Mar en Chile.

El estudio

El nombre del animal es en honor a su hábitat, la Fosa de Atacama (también conocida como Fosa Perú-Chile), y la expedición Atacamex gracias a la cual fue hallada y que se realizó a bordo del buque Cabo de Hornos en 2018 y logró el hito de sumergirse por primera vez al punto más profundo de este ecosistema que puede superar los 8 mil metros y se halla frente a Antofagasta. Allí, entre la zona abisal y la hadal (4.974 y 8.081 metros bajo el mar), vive este anfípodo que puede medir más de 8 centímetros de longitud y se ha caracterizado como carroñero, cuyos primeros ejemplares fueron capturados mediante una trampa incorporada a un vehículo autónomo no tripulado que se sumergió y consiguió posarse en al fondo de la fosa. Un mes después se sumaron muestras obtenidas desde el buque alemán Sonne, donde también participaban investigadores IMO-UdeC.

Del estudio participaron la doctora Liliana Espinosa, estudiante del Doctorado en Oceanografía en la UdeC al momento de los análisis, junto a las doctoras Pamela Hidalgo y Carolina González, investigadoras del IMO-UdeC. Analizando taxonómica y genéticamente a los ejemplares hallados, evidenciaron que estaban frente a una especie que no encajaba dentro de los parámetros para las nueve conocidas del género Eurythenes, describiendo a la décima.
La doctora Espinosa cuenta que se trata de una especie abundante en su hábitat. “¿Qué la hace tan exitosa?”, menciona como pregunta que surge y una posible respuesta es que “los juveniles habitan capas un poco más superficiales (abisales) y las hembras más profundas (hadales)”, apunta.

La evidencia también pone de manifiesto la crucial función de este ser vivo. Por ser carroñero, “utiliza todo el material que cae y llega a la fosa (probablemente de capas superiores del océano o que se transporte a través de la pendiente de la plataforma continental). Al alimentarse de eso lo procesa y, cuando otros organismos se alimentan de este crustáceo, canaliza todo el alimento que está cayendo a la fosa y lo distribuye hacia otros organismos como peces que viven en estas aguas profundas”, explica el doctor Rubén Escribano, subdirector del IMO y académico del Departamento de Oceanografía de la UdeC que fue parte de Atacamex y está entre los autores del estudio.

De la UdeC para Chile

El hallazgo pone a la UdeC, una vez más, aportando a generar conocimiento de frontera y liderando en las ciencias del mar, como hace años lo viene destacando su posición en el conocido Ranking de Shanghai. Sin embargo, para el doctor Escribano la novedad no es hallar una especie nueva, porque reconoce que a diario sucede esto ya que pese a que se tiene la concepción de que se conoce todo, se estima que sólo se conoce 10% de las especies que habitan el planeta, ya que su biodiversidad es tan alta como en lugares complejos de explorar y algunos aún inexplorados. Es claramente la realidad del océano y de la Fosa de Atacama: “El hito es descubrir una nueva especie símbolo de uno de los lugares más profundos del océano mundial y que parece ser clave del funcionamiento de la ecología de la fosa”, manifiesta, aclarando que la Fosa de Atacama es la fosa oceánica más extensa del mundo e inicia cerca del Ecuador hasta Chile, con una profundidad que no es homogénea y en promedio bordea los 6 kilómetros, pero es frente a las costas de Antofagasta donde está su punto más profundo y es aparentemente endémico de allí ese crustáceo.

Por ello afirma que “esta es una de muchas otras especies animales (como crustáceos, peces y moluscos) que habitan las grandes profundidades de la Fosa de Atacama y deberán ser descubiertas y descritas en un futuro cercano” y la doctora Liliana Espinosa resalta que, para este anfípodo y cualquier especie que se descubra, el necesario reto a superar es estudiar para desentrañar más su ecología y rol, de lo que el paper hace una primera aproximación. Cada especie se debe preservar, porque es parte de los sistemas ecológicos porque tiene un papel crucial en mantener dinámicas que en el océano se relacionan con funciones tan relevantes como proveer alimentos y 50% del oxígeno que respiramos, además de regular clima o capturar carbono. “Y necesitamos conocer para conservar”, cierra la investigadora.