Evidencia muestra que el patógeno genera alteraciones en este órgano clave en la gestación y el conocimiento previo indica que hay efectos de corto y largo plazo en niños gestados en condiciones de patologías vasculares, como diabetes y preeclampsia.
Hace más de un año se descubrió al Sars-Cov-2, la enfermedad que provoca se bautizó Covid-19, la propagación se categorizó como pandemia y, finalmente, gatilló una crisis sanitaria que no acaba. Este tiempo se siente una eternidad, pero la patología es aún nueva. Los científicos no paran de hacer hallazgos y los esfuerzos están puestos en responder las preguntas que perduran.
En eso se enmarca la implicancia presente y futura de que la Covid-19 sea una enfermedad vascular para los pacientes infectados y particularmente si son gestantes. Para ello están desarrollando estudios en el Laboratorio Materno Fetal (Limaf) de la Universidad de Concepción (UdeC) y su director, el doctor Marcelo González, académico del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina, cuenta que buscan analizar alteraciones vasculares placentarias, para lo que han estado tomando muestras de placentas de gestantes diagnosticadas con la patología desde el Hospital Regional de Concepción.
Para entender la trascendencia de las investigaciones hay que hacer ciertas aclaraciones. La primera es que hace poco se publicó un estudio que concluyó que la Covid-19 daña el aparato circulatorio a nivel celular, pues afecta pulmones y arterias, causando inflamación en células endoteliales (que recubren los vasos sanguíneos) de la arteria pulmonar, lo que puede explicar las patologías vasculares como trombosis e infartos cardiacos y accidentes cerebrovasculares vistos en pacientes Covid-19 positivos. Además, “básicamente, la placenta es un órgano vascular al ser una red de vasos sanguíneos que permite que circule la sangre del feto y reciba el aporte de nutrientes y oxígeno desde la sangre materna, permitiendo su desarrollo adecuado. Además, regula el funcionamiento cardiovascular de la madre”, explica.
Una función vascular que en el Limaf-UdeC se han dedicado a estudiar y los resultados, junto a los de otros grupos, han demostrado que se genera disfunción del endotelio de la placenta cuando está en condiciones de hipertensión o preeclampsia, diabetes gestacional y obesidad materna. “Eso puede tener implicancias como restricción de flujo de sangre hacia el feto que podría tener repercusiones como retardo en su crecimiento, nacimientos prematuros y hay cierta información que indica que recién nacidos hijos de mujeres con problemas vasculares placentarios podrían presentar problemas cardiovasculares y metabólicos como predisposición a resistencia a la insulina, obesidad y diabetes”, detalla González.
Ahora se estaría sumando la Covid-19 a la ecuación, pues advierte que la evidencia reporta inflamación en la red vascular placentaria, trombos y disfunción endotelial en gestantes contagiadas. Y especifica que un estudio halló que aumentó el factor von Willebrand en células endoteliales de la placenta, un marcador de trombosis, en mujeres infectadas con Covid-19 y sobre todo que desarrollaron cuadros severos.
Por ello, si bien el investigador aclara que no hay una conclusión certera sobre si la placenta de mujeres con Covid-19 genera problemas vasculares graves, hay evidencia que llama a la preocupación al sugerir que pueden darse alteraciones, lo que se suma a lo reportado en otros grupos de pacientes afectados por las manifestaciones vasculares y el conocimiento previo. “Las pacientes que enfermaron con Covid-19 tienen probabilidad de haber desarrollado estas alteraciones y habría que preocuparse por las repercusiones futuras. Se sabe hace tiempo que la diabetes gestacional y preeclampsia generan repercusiones a largo plazo en niños y niñas que se gestan en esas condiciones y tendremos otra preocupación futura: niños y niñas gestados en condiciones de Covid-19”, dice.
Resalta que el reto es seguir indagando para generar más robustas informaciones, pero también actuar de manera proactiva y desde las políticas públicas para que el país esté preparado para atender las consecuencias de la Covid-19 en todos los ámbitos y grupos etarios afectados. En tanto, la tarea de la población sigue siendo mantener el autocuidado y vacunarse según el calendario, porque cuidarse a sí mismo cuida a otros y en las gestantes es la vida presente y futura de sus hijos e hijas. Hoy se están administrando las dos vacunas disponibles en Chile a embarazadas con comorbilidades y González espera que pronto se amplíe a todas.