Equipo Ucsc crea tecnología de acuicultura ecológica en tierra
17 de Abril 2021 | Publicado por: Natalia Quiero
En el Laboratorio Húmedo de Ingeniería Acuícola han desarrollado un sistema de cultivo de pequeña escala, que incluye recirculación y concepto de cadena trófica. “Amipe” busca beneficiar el desarrollo local, sustentable y sostenible de caletas.
Cultivar de manera ecológica y a pequeña escala especies marinas de importancia comercial en tierra es lo que ofrece la tecnología “Amipe”, desarrollada por expertos del Laboratorio Húmedo de Ingeniería Acuícola de la Facultad de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Lhia-Ucsc), que hace más de una década vienen avanzando en una línea de investigación para construir y probar sistemas de cultivo de peces.
Se trata de un sistema autónomo de recirculación de agua, donde esta se va depurando y reutilizando, para una acuicultura de pequeña escala y que integra el concepto de cadena trófica costera al proceso productivo. “En un sistema de cultivo, con estanques diferentes y cuya agua se mueve entre estos, tenemos distintos eslabones de una cadena trófica: algas, filtradores (moluscos) y peces. Cuando alimento a los peces, sus desechos orgánicos (fecas) sirven de alimento para moluscos y también para algas que sacan una parte llamada amonio. Es lo que se hace naturalmente en los ecosistemas”, explica sobre “Amipe” el académico Pablo Venegas, encargado del proyecto de difusión tecnológica financiado por el Comité de Desarrollo Productivo de la Región del Biobío y la empresa Colbún que permitió dar a conocer la tecnología a organizaciones de pescadores artesanales y comunidades costeras regionales, sus beneficiarios finales.
Círculo virtuoso
La iniciativa ha considerado diversas actividades, algunas debieron modificarse en forma o plazos dada la contingencia social de fines de 2019 y la pandemia de Covid-19 que llegó en marzo de 2020 al país, reconoce.
Uno de los hitos de la propuesta inicial era montar la tecnología en alguna caleta local. No fue posible, pero se ideó un formato móvil implementado en un camión que permitió que los investigadores se trasladaran a distintas zonas costeras de las provincias de Concepción y Arauco para presentar “Amipe” en febrero de 2021. “El sistema (montado) replicaba exactamente un sistema comercial, contaba con bombeo, filtración y recirculación de agua, además de la presencia de peces, moluscos y algas vivas”, precisa Venegas. Tras la última visita, las especies se liberaron vivas al mar.
También ha habido instancias telemáticas, se creó un manual de operación de la tecnología y cápsulas de videos explicativos de acceso público. Y se espera una transferencia formal y gratuita de la tecnología y productos a organizaciones de pescadores y comunidades costeras interesadas en la Región.
Es que la misión es difundirla, porque Venegas sostiene que el propósito es que no sea una tecnología más que se desarrolló y quedó en un prototipo y realmente se transfiera e implemente para que las personas puedan favorecerse con los beneficios que tiene certeza que su operación conlleva. “Es necesario que las organizaciones adquieran herramientas que les ayuden a desarrollar sus actividades”, plantea Pablo Venegas y está seguro que “Amipe” va en virtud de ello. De hecho, define a su funcionamiento como un círculo virtuoso, ya que se traduce en impactos positivos a nivel económico, ambiental y social, porque se apuesta a que permita hacer diversificación productiva-económica, encadenamiento productivo y así generar dinamismo de la caleta donde esté, contribuyendo al desarrollo local.
La integración de cadenas tróficas, como una solución basada en las dinámicas naturales, hace que sea un sistema limpio. Además, se evitarían problemas como escasez del recurso marino que se comercializa por sobreexplotación o algún evento natural que ponga en riesgo la inocuidad de su consumo o genere mortandades, por ejemplo. Tampoco había fugas de peces como sucede en las acuícolas del sur, dice.
Otro aspecto que plantea el investigador es que “Amipe” podría montarse en asociación con uno o varios restaurantes o cocinerías, lo que da certeza a los clientes de que estarán comiendo un plato con productos locales y frescos, incluso, podrían elegir al producto al momento de consumir; eso añade valor y cree que “las personas podrían estar dispuestas a pagar más por los productos”. Así, se asocia con potencial crecimiento gastronómico, turístico y también de las economías locales desde un desarrollo sustentable y sostenible.
*Contenido audiovisual generado para difundir el proyecto está disponible en lhia.ucsc.cl, sitio web del Laboratorio Ucsc a cargo.