Tras la etapa de diagnóstico apoyada por Corfo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación financia la iniciativa que busca aportar el progreso regional y de Chile. El plan estratégico se presentó en ceremonia virtual.
En un mundo que evoluciona vertiginosamente, así surgen nuevas necesidades e intereses, por lo que la capacidad de responder debe ir a la misma velocidad. La ciencia, como motor de avance y crecimiento de la humanidad, puede y debe cumplir un rol clave para generar soluciones oportunamente, por lo que quienes se desenvuelvan en dichos ámbitos deben estar altamente capacitados para adaptarse, actuar y crear rápido. Por ello, liderar, emprender e innovar son competencias cruciales.
Y contribuir a mejorar esas capacidades en científicos de la Universidad de Concepción (UdeC) son los objetivos de “Ciencia e Innovación 2030 UdeC”, iniciativa liderada por las facultades de Ciencias Biológicas, Ciencias Físicas y Matemáticas, Ciencias Ambientales, Ciencias Naturales y Oceanográficas, y Ciencias Químicas que esta semana, con una ceremonia virtual, lanzó su plan estratégico para comenzar su implementación este 2021, de cara a trabajar para lograr que el capital humano científico que trabaja y se forma en la casa de estudios mejore sus capacidades para emprender e innovar para afrontar los retos que el presente o futuro impongan y liderar iniciativas de impacto social y para el sector productivo desde una mayor inserción en la realidad y problemas locales o nacionales para dar soluciones concretas que atiendan y satisfagan necesidades reales de los sectores público, privado y de la comunidad para aportar al progreso.
El origen de este propósito está en la forma en cómo se suele concebir el desarrollo de la investigación, en miras a estar a la vanguardia y en la frontera del conocimiento, pero muchas veces generando una especie de distancia con la realidad social de los entornos en que se está inmerso. “Nosotros desarrollamos ciencia de muy buen nivel, con una gran cantidad de publicaciones de muy buen alcance, con buenas redes de contactos y colaboraciones internacionales, pero necesitamos hacernos más parte de la comunidad”, sostuvo con fuerza la doctora Soraya Gutiérrez, directora de “Ciencia e Innovación 2030” y decana de la Facultad de Ciencias Biológicas.
Al implementar esta iniciativa para fortalecer la conexión entre la ciencia y la sociedad local, la académica dijo que la meta es “aportar al desarrollo regional y nacional e idealmente ayudar en la diversificación de la matriz productiva”.
Y, en su opinión, eso materializa la misión original y permanente del quehacer de la UdeC, que hace más de 100 años “nace desde la necesidad de la comunidad de imponerla en su territorio para hacerla partícipe de sus problemas, de apoyar en el crecimiento de su sociedad, es parte de nuestros mandatos del seno mismo de la creación de la Universidad”, manifestó.
Este primer año de implementación es la segunda etapa de “Ciencia e Innovación 2030 UdeC” y su primera fase, entre 2019-2020, estuvo enfocada en hacer un diagnóstico sobre las fortalezas y debilidades para emprender e innovar con y desde la ciencia UdeC que permitiera orientar el diseño del plan estratégico. Una evaluación en que, además de trabajar con distintos actores de la industria y del mundo público vinculados al quehacer de las facultades de ciencias, se trabajó con sus académicos y estudiantes. En esta tarea, junto a las cinco facultades mencionadas, participaron las facultades de Ciencias Veterinarias, Ciencias Forestales, Farmacia e Ingeniería. Esta última con su programa “Ingeniería 2030”, iniciativa impulsada por Corfo, con objetivos similares pero aplicados a dicha área disciplinar, fue clave para que se gestara y concretara “Ciencia e Innovación 2030”.
Al conocerla y evidenciar su propias realidades y necesidades, la Asociación de Decanos de Ciencias del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch) comenzó instancias de conversación con Corfo que derivaron en esta convocatoria y postulación conjunta entre las cinco facultades líderes hace un par de años, recordó con orgullo la doctora Soraya Gutiérrez y así lo reconoció también el doctor Carlos Saavedra, rector de la UdeC, durante la ceremonia de lanzamiento del plan estratégico para el primer año de implementación, resaltando que “resulta tremendamente satisfactorio observar cómo una iniciativa, desde su comunidad académica, logra crecer y afianzarse hasta concretar aquello que se había proyectado”.
Corfo apoyó la iniciativa en su primera etapa y desde este año que inicia su implementación es financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
La ejecución de “Ciencia e Innovación 2030 UdeC” consta de tres etapas. La recién iniciada segunda fase de implementación durará tres años y la tercera de consolidación tendrá el mismo plazo. Diferentes resultados están comprometidos de manera anual hasta el año 2030, contó su director ejecutivo Nelson Rojas, pero el financiamiento estatal dura hasta 2026 y luego debe ser autosustentable.
Lo que será posible, ya que con su trabajo el gran logro será impulsar una transformación al interior de la casa de estudios para robustecer la cultura de innovación y emprendimiento (I&E) vinculada al desarrollo científico y tecnológico que trabaje para dar respuesta a necesidades propias de la realidad local.
En el primer año de implementación, las facultades involucradas y diferentes unidades de la UdeC conformarán comités para los ejes de acción en formación de capital humano, innovación e investigación con impacto, y vinculación y oferta tecnológica.
Entre las acciones específicas y objetivos concretos del plan en distintos plazos está diseñar e implementar cursos optativos, un Minor (junto con Ingeniería) e integrar la formación en I&E en las mallas curriculares de los Programas de Ciencias. También está crear Startups (emprendimientos de base científica tecnológica) de estudiantes, académicos e investigadores. Al respecto, Rojas comentó que uno de los compromisos es “participar de la creación de un fondo de capital de riesgo, estructura que hace falta en la Región y explica por qué los emprendimientos de base científica tecnológica después de tres años quiebran: falta de capital privado”.
También se trabajará en fortalecer el liderazgo femenino en aspectos como dirección de proyectos de investigación, primeras autorías en papers y toma de decisiones.
El plan estratégico se diseñó desde la indagación de buenas prácticas en universidades de referencia que pudieran acortar las brechas identificadas en el diagnóstico.
Al respecto, el director ejecutivo contó que en los casos de éxito se evidenció que estaba “muy focalizado el trabajo en temas de innovación con estudiantes, donde se le entrega cierto liderazgo para generar iniciativas que luego se traducen en proyectos con impacto”. En las casas de estudio también hay unidades especializadas encargadas de la vinculación entre academia con el mundo público o privado; clave “porque no hablan el mismo lenguaje, entonces se necesitan actores que sean intermediarios, que expliquen el problema a solucionar y la potencial solución que se puede desarrollar e implementar”, sostuvo.
Por ello, opinó, un reto es “ser capaces de entregarles herramientas, a los estudiantes de carreras científicas, para que se enfrenten al desafío de innovar y emprender al insertarse en la industria o sector público y tener ventajas para crear empresas de base científica tecnológica que aporten a diversificación de matriz productiva de la Región”.
La investigación UdeC debe seguir con el nivel de excelencia que la caracteriza, incorporando como prioridad estudiar temas de relevancia regional o nacional, como energía y sustentabilidad, para ofrecer soluciones específicas, pertinentes y aplicables, planteó.
Otro norte que mencionó es fortalecer el sistema de I&E UdeC, pues existe uno emergente; la Universidad no es sólo facultades con departamentos y laboratorios que generan mucho conocimiento: hay unidades que revisan los resultados de las investigaciones para transferirlos. La Oficina de Transferencia Tecnológica (OTL), la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT), la incubadora de negocios (Incuba UdeC) o la plataforma de innovación biotecnológica (Innbio UdeC) son algunas y planteó que una falencia es que no están articuladas. “Ciencia 2030 viene a proponer y fomentar un modelo de interacción entre todas estas unidades que debería mejorar los procesos de gestión para la transferencia tecnológica, la generación de nuevos servicios, productos, tecnologías, emprendimientos, etcétera, desde las facultades que lideran la iniciativa”, resaltó.
Interacción que es el espíritu de “Ciencia e Innovación 2030” desde su concepción hasta su quehacer basado en la interrelación del trabajo entre las facultades y entre la investigación UdeC con la sociedad, materializando en el propio quehacer la necesaria capacidad de innovar para diferenciarse y avanzar, reflexionó su directora doctora Soraya Gutiérrez. Hay que innovar para mejorar la forma de enseñar y de hacer investigación, y manifestó que “el mayor anhelo es que fortalezcamos el trabajo interdisciplinario al interior de la UdeC”. Y es que la colaboración interdisciplinaria es una de las claves para hacer ciencia con impacto, que llegue a más rápidos y mejores resultados, pues “cada vez nuestra problemática es mucho más compleja, por lo tanto, requiere de miradas desde varios puntos de vista. La interdisciplina se vuelve básica, debemos interactuar entre nuestras facultades y otros participantes. Tenemos una gran ventaja que es la infraestructura cercana entre facultades, debemos crear una sinergia y mayor colaboración, ante un futuro tremendamente inesperado”, resaltó el doctor Roberto Riquelme, decano de la Facultad Ciencias Físicas y Matemáticas, y subdirector de la iniciativa.