Alianza entre la Dirección de Comunicaciones y “Planifica tu Eclipse” del Departamento de Astronomía desarrolló “Vive tu Eclipse” este lunes, llevando la vivencia del evento a orillas del lago y culminando un arduo trabajo.
Con la penumbra que llegó a eso de las 13:03 horas, a orillas del lago Villarrica en un día lluvioso y oyendo los sonidos de las aves que reaccionaron a una repentina oscuridad que se extendió por poco más de 2 minutos en pleno día, se vivió el eclipse solar total del 14 de diciembre en la ciudad de Villarrica, en la Región de la Araucanía, uno de los epicentros de la totalidad y con peak de la mayor duración del fenómeno astronómico.
Es que hasta allí se trasladaron los integrantes de “Planifica tu Eclipse” del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción (UdeC), cerrando con broche de oro el trabajo que durante este pandémico 2020 desarrolló para contribuir a que la población preparara la mejor observación posible del eclipse solar, visible con distinto porcentaje de parcialidad en todo el territorio continental chileno, disponiendo una gran variedad de contenidos en distintas plataformas web. En alianza con la Dirección de Comunicaciones, se trabajó con los Medios UdeC para realizar “Vive tu Eclipse”, programa especial que transmitió el evento natural en tiempo real a través de distintas señales oficiales y perfiles en redes sociales, alcanzando más de medio millón de personas viendo la totalidad desde todo Chile y también el extranjero.
La emisión comenzó a las 11 de la mañana y, en la medida que evolucionaba el eclipse y se esperaba la cobertura de un Sol que allí estuvo tapado por las nubes, mediante entrevistas y cápsulas audiovisuales, difundió los más diversos contenidos científicos relacionados al fenómeno, seguridad visual, cosmovisión mapuche y la vivencia en terreno en la zona lacustre junto a quienes observaron cómo la Luna tapaba al Sol hasta transformar el día en noche. Un éxito, un registro histórico, un sueño hecho realidad significó la transmisión para el doctor Rodrigo Herrera, astrónomo y coordinador general de “Planifica tu Eclipse”, iniciativa financiada principalmente por fondos del Comité Mixto del Observatorio Europeo Austral (ESO) Chile.
Carolina Echagüe
La cantidad de público viendo la transmisión “nos demostró que en la población de Chile hay interés por la ciencia, en especial en el ámbito de la Astronomía”, sostuvo con emoción el académico de Astronomía UdeC, resaltando que es tan necesario como posible difundir contenidos serios y de calidad de forma entretenida, ya que “es importante llegar a la gente con contenidos científicos para que enriquezcan su opinión y tomen decisiones informadas y con fundamentos”, manifestó. La divulgación científica de todas las áreas del conocimiento enseña y fortalece el pensamiento crítico en la población; habilidad cada vez más relevante dada la potente y rápida masificación de noticias falsas o datos erróneos a través de redes sociales que pueden volverse un peligro para las personas o la sociedad en general.
Todo ello lo reconocían antes de dar vida a “Planifica tu Eclipse” y eso alimentó la motivación por aprovechar al máximo la oportunidad que el fenómeno astronómico daba. En este sentido, Herrera resaltó que como proyecto deben cerrar, pero, dado el valor de lo creado “queremos dejar los contenidos que desarrollamos alojados en la página web de Astronomía UdeC para que nada se pierda, porque son piezas valiosas que tienen que sobrevivir al eclipse”.
Se detuvo en una cápsula sobre cosmovisión mapuche estrenada durante “Vive tu Eclipse” en la que se explicó la forma en que el pueblo mapuche ha interpretado desde sus orígenes y cómo viven hasta hoy un eclipse solar, que cuando es total es bajo el concepto de Lai Antü o Lan Antü, que en español significa “muerte del Sol”, manifestando que esa riqueza de nuestros saberes ancestrales, dada la zona en que se observaría la totalidad, fue algo que quisieron rescatar y el anhelo es que “no se desvanezca en este mundo de redes sociales” marcadas por la inmediatez de transmitir y recibir información que va y viene de forma efímera.
Hubo quienes creían que las nubes y lluvias con las que despertó este 14 de diciembre la Región de La Araucanía, particularmente Villarrica, donde pasaría la línea de totalidad del eclipse solar, impediría observar, que sería aburrido; otros con la certeza de que nada eclipsaría a la Luna tapando al Sol hasta que el día se volviera noche. Así fue, si bien la nubosidad impidió ver la evolución del eclipse o la corona de nuestra gran estrella (que en un eclipse solar total es el único momento en que se puede observar) la llegada de la penumbra pasadas la 13:00 horas y los 2 minutos con 8 segundos de nocturna oscuridad fueron instantes de profunda emoción para todos los presentes, que lo anunciaban con gritos y aplausos.
“Poder observar la penumbra me tenía expectante”, manifestó Miriam Urra, quien llegó desde Puerto Montt. “Ver la totalidad con lluvia dio un plus”, afirmó David Flores, oriundo de La Serena y quien presenció en su ciudad el eclipse solar del 2 de julio de 2019 en la línea de cobertura total y no dudó en repetir la vivencia. Caso similar para Carmen Puelma, de Viña del Mar, que el 2019 observó el eclipse en Vicuña y destacó la experiencia como diferente, pero aseguró que los eclipses siempre son “interesantes e impresionantes”. Para muchos, la llegada de la penumbra a un cielo cubierto durante toda la mañana, volvió al eclipse total en algo casi inesperado, más increíble.
Para expertos como el astrónomo Rodrigo Herrera el cariz fue el mismo y hasta más revelador. En 2019 presenció el eclipse solar en Vicuña, donde hubo un cielo completamente despejado, porque es ese firmamento el reconocido por su calidad y le confiere a Chile el papel de capital mundial de la Astronomía “y allá escuché a la gente emocionarse con lo que estaba pasando. En este eclipse, a la orilla del lago Villarrica, junto a las aves, oí a la naturaleza”, destacó.
Carolina Echagüe
Dos experiencias igual de emocionantes y tan distintas a la vez, afirmó; la primera visual y la de 2020 conectada a otros sentidos. “Un eclipse solar tiene múltiples dimensiones y no sólo se observa con los ojos”, apuntó, contando lo impactante de escuchar y vivir cómo cambió el comportamiento de las aves del lago en tanto se anochecía en el cielo y que se transmitió en el programa especial para todo Chile y el mundo. Ello, reconoció, como astrónomos lo saben en la teoría, pero no necesariamente en la práctica; para él fue nuevo “y ahora tengo la evidencia empírica”, resaltó con profunda emoción que, sin dudas, es la de muchos, porque son vivencias poco comunes y únicas cada vez.
Influye el momento vital, el lugar y el entorno en cómo se asimila un eclipse solar total, que ocurren cuando hay una geometría perfecta de alineación entre la Tierra, la Luna y el Sol. “En el mundo ocurren entre 2 y 5 eclipses al año”, aclaró Herrera y para que sea en el exacto mismo lugar pueden pasar siglos. En La Araucanía, en la línea de totalidad, el último fue hace más de 800 años y si bien el 4 de diciembre de 2021 habrá uno en territorio antártico chileno “el próximo será el 2048 en la región de Aysén”, adelantó.
Eventos poco comunes, de trascendencia científica e interés general que en su opinión deben ser el puente para comprender nuestro lugar en el Universo y reconocer que, pese a creerlo, los humanos no somos todopoderosos. Quizá hubiéramos querido un cielo despejado, ojalá eliminar la crisis sanitaria que interfiere en los planes, pero es imposible cambiar la cósmica sincronía, nada modificaría el momento del eclipse.
“Creemos que todo lo que pasa es por nosotros y producido por nosotros, pero vienen eventos como este que nos sacan de nuestra atmósfera y demuestran que somos parte de un Sistema Solar dentro de una galaxia en un inmenso Universo”, resaltó Rodrigo Herrera, con la esperanza de que sea un mensaje del cosmos que lleve a “abrir nuestros ojos, ampliar nuestra mirada. Tenemos desafíos importantes, como el calentamiento global del planeta, entonces debemos ser más humildes y valorar lo que tenemos, la gran estructura de la que somos parte, lo hermoso de la Tierra que nos permite la vida”.