Mañana es el evento y desde Villarrica, donde habrá totalidad, junto a los medios UdeC, iniciativa de Astronomía transmitirá en vivo cómo la Luna va eclipsando al Sol.
Tan solo queda un día para el eclipse solar 2020 y hasta Villarrica, en la Región de La Araucanía, uno de los epicentros de la totalidad, se trasladó el equipo de “Planifica tu Eclipse”, iniciativa del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción (UdeC) que durante este año ha trabajado por contribuir a que la población se prepare y tenga la mejor observación posible; informada, segura y privilegiada.
Es que además de haber educado a través de la difusión de diversos contenidos relacionados con el fenómeno astronómico mediante su sitio web y redes sociales, como la ciencia tras este o consejos de seguridad, junto a los medios de comunicación de la casa de estudios, desde las 11 de la mañana de este lunes 14 de diciembre, poco antes de la hora en que comience a eclipsarse el Sol, transmitirán el evento en vivo, para que los interesados, sin importar donde estén, puedan vivir en primera persona cómo la Luna tapa por completo nuestra gran estrella y en pleno día se anochece. El programa especial “Vive tu Eclipse” se emitirá a través de distintos canales: señales de televisión, online y Facebook Live de TVU; la estación Radio UdeC y Facebook Live desde el perfil de la UdeC.
El anhelo es llegar a todos y todas, ya que vivir un eclipse no sólo es verlo y tener uno inclusivo es también un propósito, donde las personas ciegas o con baja visión podrán escucharlo, afirma Rodrigo Herrera, astrónomo, académico de Astronomía UdeC y coordinador general de “Planifica tu Eclipse”. Para ello, adelanta, contarán con un dispositivo tecnológico que sonoriza la luz, habiendo variaciones del sonido según esta disminuye hasta apagarse cuando el eclipse sea total.
Eso sí, en condiciones meteorológicas ideales, que parecen no ser la realidad de mañana en la comuna aludida. Aunque se espera una sorpresiva variación, el pronóstico es un cielo cubierto y precipitaciones, lo que podría cambiar diversas proyecciones y expectativas, como presenciarlo en gloria y majestad o tener la óptima transmisión del sonido. Pero, aún con nubes, mal tiempo e imposibilidad de ver la evolución del eclipse, en su peak “en las zonas de totalidad se va a convertir el día en noche”, asevera, por lo que el oscurecimiento es un hecho.
El 100% de cobertura del Sol será visible en la Isla Mocha en la Región del Biobío y distintas zonas de las regiones de La Araucanía y Los Ríos, pero el fenómeno se podrá ver en todo el territorio de Chile continental con porcentajes de parcialidad variables, comenta Herrera.
De ahí que invita a todos en el país a no perderse y vivir el evento según las posibilidades, tomando todos los resguardos necesarios para disfrutar cuidando la visión y en medio de la crisis sanitaria, ya que “el siguiente eclipse solar que tengamos visible en suelo chileno será el 2048 en la Región de Aysén”, cuenta, por lo que faltan más de dos décadas para tener la posibilidad de replicar la experiencia. Si bien el 4 de diciembre de 2021 habrá un nuevo eclipse solar para Chile, el tercero consecutivo considerando al del 2 de julio de 2019, sólo será visible en el territorio Antártico chileno; en efecto, la gran mayoría de la población no podría presenciarlo.
Desde allí, el astrónomo alude a lo interesante y emocionante de observar algo tan disruptivo como increíble como lo es percibir un anochecer momentáneo en el día, sobre lo que el ser humano no tiene control ni un poder más que el poder mirar para disfrutar. “Estos eventos astronómicos nos conectan con el Universo, con el Sistema Solar del que somos parte como planeta. Es entretenido salir de nuestra atmósfera de la Tierra y pensar en lo que pasa ‘afuera’, y creo que los eclipses son excelente recordatorio en ese sentido”, manifiesta.
El foco del trabajo de “Planifica tu Eclipse” ha sido promover que la población pueda tener la mejor observación del eclipse solar mañana 14 de diciembre. Hacerlo de forma informada es una base y para ello han abordado diversos tópicos que, finalmente, terminan por converger en tener una experiencia agradable y segura.
Aunque muchos desean presenciarlo en alguna zona en la línea de totalidad e, incluso, miles se han trasladado de ciudad y región para hacerlo, no necesariamente es la mejor idea este año marcado por la pandemia de la Covid-19, los llamados a quedarse en casa y mantener distancia físico. Mucho menos estar en actividades masivas y aglomeraciones como ocurrió el 2019, cuando el 2 de julio hubo un eclipse total en las regiones de Atacama y Coquimbo, y en el Gran Concepción se congregó gran parte de la población en la playa de Penco, donde se hizo un evento.
Por ello, el coordinador general de la iniciativa Rodrigo Herrera, además de invitar a ver la transmisión streaming que harán, aclara que como el fenómeno se podrá ver en todo el territorio continental nacional habrá zonas de parcialidad en que el Sol tendrá coberturas importantes. Es el caso del Gran Concepción, que tendrá 94%, apunta. En www.planificatueclipse.cl hay un mapa interactivo que muestra datos como el porcentaje de cobertura del Sol en distintas ciudades, además de las horas en que comienza el evento astronómico, su máximo y su duración, que tendrá mínimas variaciones entre territorios.
Sobre ello, el astrónomo asegura que el peak de duración del eclipse total será en Pucón, Villarrica y Gorbea (Región de la Araucanía), pasadas las 13:00 horas y por 2 minutos con 8 segundos. “Entre más nos vamos alejando de esas zonas, de la línea central por donde pasa el Sol, hacia el norte o hacia el sur, va disminuyendo el tiempo y es más corto el eclipse”, apunta.
Horario de ocurrencia que destaca como agraciada particularidad de este eclipse solar versus el del año pasado, cuyo peak fue a las 16:30 horas, ya que para este 14 de diciembre “el Sol estará muy arriba en el cielo, aproximadamente 70 grados desde el suelo hacia arriba, y eso va a facilitar la observación prácticamente desde cualquier casa”, afirma, tanto en Concepción como en otras ciudades, por lo que se descartaría la necesidad de desplazarse a sitios donde pueda verse mejor y es una situación aliada para evitar salir y cuidar la salud de un potencial riesgo de exponerse a la Covid-19 en sitios públicos al vivir un eclipse en casa.
Junto con lo anterior como pilar hay otro aspecto básico: seguridad visual, en todo momento y lugar desde el que se mire.
“Si se observa el Sol y el eclipse de forma directa, siempre va a ser necesario hacerlo con dispositivos de seguridad, como lentes certificados (con norma ISO 12312-2) o usando vidrios de soldador de alto nivel (superior a grado 12 e idealmente más”, detalla. Usando estos implementos la observación debe durar 20 a 30 segundos alternada con descansos visuales de un minuto y “nunca hacerlo de forma continua”, apunta Herrera. Pero “la forma más segura es observar de forma indirecta, es decir, proyectar la sombra del Sol, lo que hace la sombra de los árboles”, asegura, principalmente en niños. Se pueden usar cámaras estenopeicas (en el sitio web de la iniciativa enseñan a fabricar una) o una hoja de papel con un pequeño agujero para proyectar la sombra al suelo o una pared, por ejemplo.
Jamás se debe observar a través de telescopios o desde cámaras fotográficas ni de dispositivos digitales si no tienen filtros certificados, así como tampoco se debe mirar a través de vidros, radiografías, espejos o reflejo del agua.
Nada de lo expuesto se debe olvidar si el día está nublado, una capa de nube no sustituye la protección visual, resalta, porque los rayos del Sol igual las traspasan, aunque nos parezca lo contrario. “El único momento en que se puede mirar sin protección es cuando hay totalidad del eclipse y sólo cuando empieza el peak es posible sacarse la protección. Cuando se acaba y vuelve a asomarse el Sol hay que ponerse protección visual de inmediato”, sostiene.
No atender estos consejos puede traducirse en perjuicios visuales, ya que la radiación del Sol produce daños a la retina de los ojos que no se evidencian al instante ni duele y que pueden llegar a ser severos e irreversibles, volviendo a la observación del eclipse solar en una vivencia digna de olvidar.