Exposición solar por breves periodos: clave para la síntesis de vitamina D
21 de Noviembre 2020 | Publicado por: Natalia Quiero
Nutriente cuida la salud de los huesos, sistema inmune y protegería frente a Covid-19. Lo entregan alimentos y existen suplementos para controlar su déficit, que es muy prevalente, pero a través de la piel y con los rayos UV es que el organismo produce más del 90%.
Mantener el equilibrio del fósforo y calcio y, por ende, cuidar la salud ósea previniendo distintas afecciones a los huesos, es una de las funciones más importantes y reconocidas de la vitamina D. Pero, no es la única y, entre otros, se destaca su papel en el sistema inmune, según cuenta Beatriz Koryzma, médica cirujana y tutora clínica del internado de Medicina de la Universidad de Concepción, en etapa de destinación y formación en Cesfam de San Vicente de Talcahuano.
Particularmente, estudios han demostrado el rol en enfermedades respiratorias como la influenza, evidenciándose una relación entre el déficit del nutriente con cuadros más intensos o severos que los que desarrollan pacientes con niveles mejores. La deficiencia también se ha vinculado con el aumento de procesos inflamatorios que incrementan riesgo de patologías respiratorias. Así, científicos han estudiado la vitamina D ante la Covid-19 y hace poco, en la revista científica Plos One, investigadores de la Universidad de Boston (Estados Unidos) publicaron que pacientes Covid-19 positivos con nivel suficiente de la vitamina tenían menor riesgo de complicaciones en la patología, como insuficiencia de oxígeno o muerte. Experto del mismo grupo había publicado antes que los niveles adecuados disminuían 54% el riesgo de enfermar por el coronavirus.
Combatir déficit
No obstante, la evidencia también ha mostrado que el déficit de vitamina D es prevalente. En Chile, la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, reveló que 84% de las mujeres de 15 a 49 años tienen un grado de deficiencia y en 16% es severa, y en los adultos mayores poco más de 13% tiene niveles aceptables de la vitamina. Paradójicamente, por su potencial rol protector frente al patógeno causante de la crisis sanitaria, la falencia podría agravarse por el confinamiento voluntario u obligatorio instaurado para controlar la emergencia, que ha implicado que parte de la población nacional lleve 7 meses en casa (trabajando o estudiando a distancia), saliendo sólo si es necesario, y eso seguirá por tiempo incierto.
Es que “la vitamina D tiene dos fuentes principales: la dieta, pero entre 90 y 95% de la que sintetizamos es a través de nuestra piel. Para ello necesitamos exponernos a la luz ultravioleta (UV) del sol. Se estima que, en general, es necesario exponerse de 10 a 15 minutos diarios al sol, principalmente en brazos, piernas, manos y rostro”, detalla Koryzma. Eso sí, el nivel de síntesis varía: “mientras más edad menos posibilidad de sintetizar; mientras más melanina (más oscura la piel) menor síntesis; mientras más alejados del ecuador estamos o en invierno recibimos menos radiación UV”, precisa.
La recomendación, además, es que la exposición sea entre las 10 y 15 horas, periodo de mayor radiación UV. Eso podría explicar la incidencia de la prevalencia; se suelen pasar largas jornadas dentro de oficinas, aulas y hogares (más ahora), y los rayos UV son responsables del cáncer de piel y el llamado ha sido evitar exponerse en horas de radiación más intensa y usar fotoprotectores con factor de protección 30 o más, los que también limitan la síntesis de la vitamina D, advierte.
¿Cómo equilibrar la necesidad de exponerse al sol sin descuidar la prevención al cáncer de piel? La respuesta de la médica es que “lo más sencillo es cuidar la dieta, consumiendo alimentos ricos en esta vitamina: pescados grasos (como atún, trucha, salmón), vísceras de animales, mantequillas, además de algunos vegetales y hongos”. Añade que hay varios cereales y lácteos fortificados con este nutriente. También hay suplementos de vitamina D, pero siempre deben ser prescritos por un médico, “ya que se puede producir intoxicación (produce hipercalcemia) si se consume en exceso”, advierte.
Una “sobredosis que no ocurre cuando se obtiene a través de la piel”, enfatiza. Y como más del 90% de la síntesis de la vitamina es así, afirma que “el consejo sería exponerse entre 10 y 11 de la mañana”. Salir al patio, balcón o asomarse por la ventana, exponer la piel por el tiempo recomendado cada día, sería una forma simple de procurar mantener el equilibrio en los niveles del nutriente. “La consideración será que la piel no se ponga roja. Si eso pasa significa que está recibiendo un daño excesivo y hay que dejar de exponerse”, concluye.