Cada 14 de noviembre, con un Día Mundial, se busca sensibilizar sobre riesgos y cómo evitar una afección crónica que padece 12% de la población chilena y cuyo desarrollo se asocia a sobrepeso y obesidad, sedentarismo y mala alimentación.
Cada año, el 14 de noviembre, el Día Mundial de la Diabetes busca sensibilizar sobre sus síntomas, causas, riesgos, control y, sobre todo, prevención. Particularmente, la de tipo 2, enfermedad crónica no transmisible que representa entre 85 y 90% de los casos, que en Chile afecta a 12% de la población (Encuesta Nacional de Salud 2016-2017) y cuya incidencia va en alza y cada vez aparece a edades más jóvenes, a diferencia de tiempos pasados.
Lo grave es que la patología es responsable de 63% de las muertes en el mundo y 25% es en menores de 60 años, según la Federación Internacional de Diabetes que junto a la Organización Mundial de la Salud impulsan la conmemoración que, este 2020, se da en un contexto aún más relevante, ya que los diabéticos son una de las poblaciones de mayor riesgo frente a la Covid-19.
Es que, ante el contagio y desarrollo de la patología, tienen alto peligro de “una evolución más grave y con mayor mortalidad”, advierte la doctora Alejandra Ortega, médico internista y encargada del programa GES Diabetes en la Clínica Biobío de Concepción, donde, además, es residente de la Unidad de Cuidados Intensivos, al igual que en el Hospital Regional de Concepción. “El riesgo de desenlace fatal por Covid-19 es, al menos, 50% mayor en pacientes con diabetes comparados con no diabéticos y la incidencia de diabetes es el doble en casos graves”, precisa.
Sobre la vulnerabilidad, aclara que los diabéticos tienen mayor riesgo de infección por alteración en la inmunidad; justamente, una de las consecuencias que la diabetes tiene para la salud y que redundan en “disminución de la calidad y expectativa de vida”, enfatiza.
Entre las complicaciones de la diabetes, que se pueden dar en un corto o largo plazo, Ortega menciona “retinopatía, nefropatía, neuropatía, pie diabético y daño cardiovascular, que se asocia con mayor riesgo de infarto al miocardio, accidentes cerebrovasculares e isquemia en extremidades inferiores”.
Evitar llegar a los puntos más complicados es, entonces, esencial para el bienestar de los diabéticos. Al centrarse en la Covid-19, prevenir dicha patología puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, y para ello es imperante seguir las medidas de lavado frecuente de manos (agua y jabón), uso de alcohol gel, quedarse en casa y salir sólo si es necesario, siempre usando mascarilla y manteniendo distancia física, resalta Alejandra Ortega.
En términos generales, el estado de salud se resguarda al mantener la diabetes controlada, respetando al pie de la letra las indicaciones del médico, como el tratamiento farmacológico y cuidar la dieta junto con hacer actividad física.
En ese último punto está la llave maestra de la prevención, el gran reto, que se da de la mano de estilos de vida saludable, como alimentación equilibrada y actividad física regular, lo que debería partir instaurando hábitos a edades tempranas que redunden en proteger la salud hacia la vida adulta; ya que dieta malsana, inactividad física y sobrepeso u obesidad son factores de riesgo de diabetes y su prevalencia en la población explican, también, la gran incidencia y en aumento de las personas con diabetes. “La reducción de factores de riesgo modificables, como peso, consumo alimentario y práctica de actividad física, mostró un potencial significativo en la reducción del riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2, incluso, en individuos con historia familiar de esta enfermedad”, afirma la doctora Ortega.
La doctora Alejandra Ortega explica que la diabetes “es un desorden metabólico crónico caracterizado por niveles elevados de glicemia en sangre, debido a una alteración en la secreción y/o acción de la insulina”. La primera que describe es la tipo 1 y de causa autoinmune; la segunda es la tipo 2, asociada a los hábitos de vida. También, está la gestacional (en el embarazo).
“Entre los principales síntomas de diabetes está el aumento de la sed, de las ganas de orinar y del apetito; además de fatiga, visión borrosa y pérdida de peso sin razón aparente”, detalla la profesional.
El llamado, junto con cuidarse para prevenir la enfermedad, es controlarse periódicamente para detectar temprano la patología y asistir al médico ante los síntomas.