Ciencia y Sociedad

UdeC y Roche trabajarán en conjunto para investigar en el área de salud

Patologías neurodegenerativas y cáncer de mama son foco del primer convenio que la farmacéutica hace en el Biobío, y que fue firmado la semana pasada con un encuentro virtual.

Por: Natalia Quiero 01 de Noviembre 2020
Fotografía: Cedida por Dirección de Comunicaciones UdeC

La Universidad de Concepción se transformó en la primera entidad de la Región del Biobío en firmar un convenio de colaboración con Roche, farmacéutica de Suiza, que se oficializó la semana pasada a través de un encuentro virtual. Se trata de una de las acciones del proyecto Growth, Real World Evidence” (“Crecimiento, Evidencia del Mundo Real”) que realiza la compañía internacional, con el que se promoverá el desarrollo de estudios de ciencia básica, clínica y aplicada en la población local, enfocados en el cáncer de mamas y enfermedades neurodegenerativas; además, se fortalecerán actividades de docencia de pregrado y postgrado.

El trabajo se realizará con el Centro de Investigación Avanzada en Biomedicina de la Facultad de Ciencias Biológicas y es definido como “una oportunidad de colaborar en el desarrollo de fármacos de alcance global. Es una excelente oportunidad de vinculación de nuestros investigadores y estudiantes en temas de gran relevancia, y que la creación de conocimiento e innovación desarrollada en nuestros laboratorios tenga canales naturales de vinculación con la industria farmacéutica” por el rector de la Universidad de Concepción, doctor Carlos Saavedra.

Colaboración

El doctor Saavedra resalta del convenio, que es un hito en sí mismo, que constituye un hecho trascendental para apoyar la formación del capital humano de la Universidad en ambientes de investigación de frontera y de colaboración (intersectorial y multidisciplinaria); clave para lograr mejores y más rápidos resultados. El anhelo es que cuando las condiciones sanitarias lo permitan se pueda producir el intercambio que amplíe los espacios de investigación. Y asevera que en la misma emergencia global de la Covid-19 ha quedado muy demostrada la relevancia de trabajar colaborativamente en las investigaciones; en este caso, tanto en estudios que aporten a tener más conocimiento sobre el comportamiento de la cepa de coronavirus y su impacto en la salud humana como encontrar terapias para tratar la enfermedad y una vacuna para prevenirla, prontamente.

Las metas

En concreto, el rector apunta que “el objetivo principal de cooperación en este proyecto es participar en la obtención de información clínica y genómica que permita colaborar en el desarrollo de nuevos fármacos basados en esta evidencia”. Y es el doctor Jorge Fuentealba, director y académico del Departamento de Fisiología, el promotor y coordinador de este convenio para la UdeC, sobre el que cuenta que nació desde una inquietud que tuvieron de concretar una alianza estratégica para lograr los objetivos que se materializarán en este trabajo y encontraron excelente acogida con Roche, con quienes se vinculan desde 2014, realizando actividades en conjunto como un seminario o un webinar poco antes de la firma del acuerdo de colaboración.

Con los estudios que hagan esperan aportar a identificar y solucionar “problemas que se evidencian en el uso de medicamentos y analizar cómo orientar en buenas prácticas en su uso”, detalla. Otro punto es “fundamentar el uso de nuevos medicamentos en los programas de salud”, añade Fuentealba.

Sobre la generación de nuevos fármacos -ámbito que dice es de poco desarrollo en Chile, que considera importante impulsar y aspiran hacerlo-, reconoce que “primero hay que formar profesionales”. De ahí que sea un pilar tan importante y se espera que, por ejemplo, los estudiantes de pregrado realicen sus actividades conducentes al título profesional, como tesis, en temas relacionados al convenio.

Ciencia de frontera para conocer a la población local y dar mejores soluciones

Al pensar en los estudios básicos, clínicos y aplicados en el cáncer de mamas y enfermedades neurodegenerativas que son foco del convenio, muy relevante es poder hacer estudios en población nacional y local.

Es que hacer ciencia de frontera con sello regional y avanzar en un campo poco explorado como el desarrollo de fármacos en Chile, dada la falta de recursos para la investigación, es mucho más que estar a la vanguardia y destacarse por un hito científico. Según el doctor Jorge Fuentealba, coordinador del convenio para la UdeC, lo fundamental es tener información para conocer a las poblaciones locales y con eso lograr ofrecer soluciones adecuadas a sus características.

Las poblaciones de distintas partes del mundo son diversas en aspectos como razas, genes y comportamientos asociados a las culturas. Eso, explica, también se traduce en que muchas patologías o fármacos difieren en su “funcionamiento” entre poblaciones. El punto, resalta Fuentealba, es que la mayoría de los estudios en el ámbito de la salud y medicamentos se realizan en otras latitudes, como Estados Unidos, Asia o Europa, cuyas sociedades son de genética y conductas muy distintas a las nuestras. Por eso, “poder realizar estudios en población chilena es de un valor agregado altísimo y toda la información que se pueda sistematizar a partir de estos estudios es de suma relevancia para nuestro país”, sostiene.

De alto impacto

Más trascendencia si el esfuerzo se encauza en afecciones de alto impacto en la salud pública nacional. El cáncer de mama es la patología oncológica más frecuente y mortal en las mujeres de Chile y el mundo, y su incidencia va en alza; situación similar en las enfermedades neurodegenerativas, con alta prevalencia en el país y en la Región del Biobío, muchas de las cuales afectan principalmente a adultos mayores, como el Azlheimer, y muchos de los pacientes quedan en situación de discapacidad y dependencia, y así también afecta la calidad de vida de quienes tienen el rol de cuidarlos, advierte el doctor Jorge Fuentealba.

Y trabajar para tener conocimiento de origen y con foco local también tiene que ver con las terapias farmacológicas más modernas, los llamados medicamentos biológicos, cuyo desarrollo es cada vez más potente y su uso va en aumento en las enfermedades mencionadas y muchas otras, asegura el investigador de la UdeC. Entre estos menciona a los anticuerpos monoclonales o los anticuerpos humanizados, que afirma que son “terapias que en la mayoría de los casos tienen muy buenos resultados”, mucho mejores que las convencionales, pero también las define como “muy dirigidas”. En otras palabras, más personalizadas que las terapias tradicionales. Desarrollarlas a partir de estudios locales podría tener un alto impacto positivo en los pacientes nacionales y regionales.

Eso da pie a otro aspecto que para el doctor Jorge Fuentealba es crucial: el acceso. Los medicamentos biológicos son de alto costo, por ende, la mayoría de la población no puede disponer de estos tratamientos. Hay algunos incluidos en la canasta GES/Auge, pero para casos específicos de ciertas patologías, como cuando no hay respuesta a terapias convencionales.

En este sentido, el académico plantea que lo ideal sería que todos los pacientes pudieran tener acceso igualitario a los mejores tratamientos y, junto con aportar a estos desarrollos, adelanta que “vienen los estudios para balancear los beneficios de las terapias respecto del costo”. Y esa es una de las metas a la que con más ambición espera llegar desde los estudios del convenio.

Costo económico versus beneficio

El precio de una terapia biológica es la gran barrera en su acceso. Pero, para el doctor Jorge Fuentealba, hay estudios comparativos que deben hacerse e incluirse todos los impactos indirectos asociados a una u otra terapia. La reflexión que hace es que puede ser cierto que un fármaco para tratar una patología neurodegenerativa, por ejemplo, sea más “barato” y esté al alcance de los bolsillos, que sea fácil para el Estado proveerlo a todos los que padecen una afección, pero hay otros costos asociados a su efectividad.

Los tratamientos convencionales, afirma, suelen detener el progreso de una enfermedad y “mantener a los pacientes”, pero así también hay costos en rehabilitaciones, dietas y cuidados especiales, además de la afección a la salud mental de los cuidadores, que muchas veces deben dejar de trabajar para dedicarse a esa tarea. El panorama puede ser diametralmente opuesto con las nuevas terapias, que en sí son más caras, pero que podrían reducir otros costos asociados a las afecciones, directa o indirectamente. “Pero eso hay que demostrarlo y uno de los objetivos principales que tenemos con el convenio es demostrar beneficencia versus costo de manera de poder generar, en un futuro cercano, guías de recomendación que permitan justificar usar un medicamento (biológico) versus otro (convencional)”, afirma. Situaciones y objetivos que también precisan de conocer qué está pasando con la población chilena, con los pacientes afectados, finaliza.

-1500 mujeres fallecen cada año en Chile víctimas por el cáncer de mama.

-100 enfermedades neurodegenerativas se conocen, como Parkinson, Alzheimer y demencia senil.

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