Señora Directora:
La urgencia de alcanzar la carbono neutralidad y la innovación han empujado a las industrias a repensar la manera en que producen, gestionan y consumen energía. Sin embargo, la verdadera ventaja competitiva no reside únicamente en adoptar fuentes limpias, sino en hacerlo con inteligencia.
El concepto de “inteligencia energética” va más allá de la simple integración de nuevas soluciones o de reemplazar combustibles fósiles por fuentes limpias. Eso sería sólo un cambio superficial.
La verdadera transformación sucede cuando las empresas integran soluciones energéticas avanzadas con analítica de datos, IA y diseño estratégico para maximizar sus impactos económicos, ambientales y operativos. Este enfoque no solo responde a la necesidad de sostenibilidad, sino que transforma la energía en un pilar de competitividad y crecimiento.
La transición energética y el camino hacia la descarbonización deben ser más que una meta climática: es también un proceso de aprendizaje que genere valor tangible para las empresas. Pero en este desafío global, existe una línea delgada entre cumplir y sobresalir, entre adaptarse y liderar, entre sacrificio y oportunidad. Esa línea se llama inteligencia energética.
Ignacio Mackenna/AbastibleTec