Señora Directora:
Qué duda cabe que el dato de IMACEC de septiembre fue un balde de agua fría, la actividad económica estuvo bastante por debajo de lo que anticipaban muchos analistas, y en general, lo que era el consenso de mercado. Con esto, refrendado por el mismo ministro de hacienda, se esfuma la probabilidad de crecer a una tasa –modesta en todo caso– de 2,5% para este 2024. Asimismo, la serie desestacionalizada, confirma que la economía se contrajo en el noveno mes del año respecto de agosto. Y en 12 meses el crecimiento fue apenas de 1%.
Así, la economía habría cerrado el tercer trimestre con un crecimiento algo sobre el 2%, y hoy nos encaminamos a un crecimiento anual muy cerca de este guarismo. Pero tal como se esboza en la famosa canción “Primavera 0” de Soda Stereo, esto puede representar un punto de inflexión y, por tanto, de un nuevo comienzo, en donde podamos pasar desde el discurso a medidas prácticas que apuntalen nuestra alicaída tasa de crecimiento.
El camino que queda por recorrer no es fácil, y romper la actual dinámica puede exigir medidas drásticas, y de un gran esfuerzo en el corto plazo, pero que en el mediano plazo nos permitirá aspirar a trayectorias más dinámicas, ambiciosas, tal como hemos sido capaces, de hecho, de hacerlo en el pasado.
Rodrigo Montero
Universidad Autónoma de Chile