Señora Directora:
Según la reciente encuesta realizada por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) se indica que el 74% de los estudiantes se encuentran en situación de vulnerabilidad, con un 18% en situación de pobreza extrema.
Es evidente que los efectos de la pandemia y la crisis económica han impactado de manera profunda a varias familias de nuestro país, exacerbando las desigualdades sociales existentes.
La mayoría de dichos estudiantes dependen de la alimentación que se entrega en los establecimientos educacionales como su principal fuente de nutrición diaria. Por lo que es necesario generar un enfoque no sólo en el acceso a alimentos suficientes, sino que también procurar que estos sean nutritivos y de calidad, lo que se traduce en ir generando mejoras anuales al Programa de Alimentación Escolar (PAE), dado que este aspecto puede marcar una gran diferencia en la salud y en la capacidad para aprender y desarrollarse adecuadamente.
Además, es importante que se consideren nuevas estrategias para ampliar el acceso a la alimentación más allá del horario escolar para aquellos que se encuentran en situaciones más críticas, si bien en la actualidad dentro del PAE existe la tercera colación, esto ya no es suficiente considerando los datos actuales. Es imperativo fortalecer las políticas públicas de apoyo social, mejorar la infraestructura educativa y proporcionar los recursos necesarios para que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de desarrollo y aprendizaje.
Natalia Rossi Núñez
Universidad Autónoma de Chile