Señora Directora:
Como agente literaria, asisto a las principales ferias del libro del mundo para tratar de vender el trabajo de autores y editoriales chilenos que están en nuestro Catálogo. “Y, ¿este autor o ilustrador tiene premios?”, es la pregunta más recurrente y que, para ser sincera, se me clava con cierta molestia. Ahí empieza mi artillería con argumentos de peso sobre la calidad de la obra, autora o ilustrador.
El recién creado Premio Cultura Científica, que en su primera versión se enfocó en libros de divulgación científica, es una iniciativa para aplaudir en muchos sentidos: visibiliza la excelencia dentro de nuestro medio; entrega argumentos de peso para la internacionalización del libro chileno y, por cierto, entrega no sólo aplausos a quienes realizan un trabajo de calidad.
En un país tacaño en reconocimientos, este Premio viene a dar aire fresco en un área esencial del conocimiento y del fortalecimiento del pensamiento crítico.
Sus organizadores son la Universidad Autónoma de Chile, a través de su Centro de Comunicación de las Ciencias, y se enmarca dentro de la Cátedra UNESCO de Educación Científica para la Ciudadanía, produciéndose el círculo virtuoso que implica que quien concede el premio se prestigia a sí mismo, no solo al premiado.
Vivian Lavín
Periodista cultural