Señora Directora:
Nuestra región posee un sinnúmero de oportunidades de desarrollo y sostenibilidad en rubros tan diversos como la construcción, el comercio detallista, la metalmecánica, la formación profesional, el área pesquera, forestal, vitivinícola, servicios, turismo, entre otros.
Todos ellos expuestos a las trampas del mercado, la política y la globalización. Hoy uno de los iconos empresariales, Siderúrgica Huachipato, ha dado un lapidario diagnóstico respecto de su actual situación, nos informa que su cierre es inminente si no se revierten algunas condiciones de mercado.
El cierre de una compañía con este tamaño y trayectoria en nuestra región no solo afectaría a los 3.300 colaboradores de planta, o a los 17.000 colaboradores de su entorno directo e indirecto (prestadores de servicios y/o proveedores), sino también al polo industrial de la región y, por ende, a todo su ecosistema, gatillando impactos negativos en los principales indicadores económicos de la región.
Si bien las causas apuntan sólo al impacto de las importaciones, no es menos importante señalar que también hay factores internos, los cuales, de una u otra manera, han propiciado el actual escenario, como lo son la gestión de la productividad y el endeudamiento.
Aun cuando desde el 2012 existe una salvaguardia del 37,8% sobre el alambrón, los números no dan y actualmente este mecanismo es insuficiente para lograr mantener la participación histórica en el mercado del acero. Se requiere entonces un análisis más profundo, no solo del ecosistema de la acerera, sino también de su gestión interna, sus fortalezas y debilidades.
Marcelo Gutiérrez Delgado
Universidad San Sebastián