
Señora Directora:
Los amantes de las caminatas al aire libre y visitantes recurrentes a cerros y parques nacionales normalmente deben salir de las ciudades para poder aventurarse en terrenos complicados de superar, que requieran de gran atención y gusto por la adrenalina. Sin embargo, Concepción tiene otra oferta y no me refiero al icónico cerro caracol que representa un panorama excelente para un día soleado. Es innecesario dejar la ciudad, basta con darse un paseo por las calles de la capital penquista, pues la experiencia es igual a la de una ruta de trekking, con veredas desmoronándose como tierra suelta que pueden ser peligrosos sin el calzado y atención adecuada. Además de las áreas levantadas de suelo esperando por un nuevo tropiezo, y como olvidar hoyos y desniveles que en un día de lluvia se convierten en bellas lagunas para bordear camino a clases. En fin, algunos le llamarían descuido, pero yo creo que es una nueva apuesta del municipio para enriquecer el turismo extremo en la región.
Paola Elena Barrientos Díaz