
Señora Directora:
Chile se prepara para una segunda ola de la pandemia y tomando en cuenta las características del primer ataque y la experiencia del hemisferio norte, cabe esperar que nuestro sistema de salud se vea nuevamente exigido en su máxima capacidad.
En este nuevo escenario debemos recordar que hay un importante número de ciudadanos que sufren otras enfermedades, que requieren tratamientos y controles específicos, no sólo en cuanto a medicación, sino también a cronograma de aplicación. Estos programas, normalmente muy rígidos, se vieron dramáticamente alterados -cuando no suspendidos-, el pasado invierno.
Según un estudio realizado por Ipsos en cinco países de Latinoamérica -entre ellos Chile-, 8 de cada 10 chilenos cancelaron o aplazaron sus tratamientos. Muchos son pacientes oncológicos, que no asistieron a sesiones de quimioterapia y/o radioterapia. La situación es más grave en el caso de personas que, debido a la pandemia, han recibido diagnósticos tardíos y que, contrarreloj, están recibiendo tratamientos que no pueden retrasarse ni suspenderse.
Durante la primavera, la pandemia nos dio un respiro que permitió reanudar tratamientos, pero hoy estamos ad portas de vivir una situación crítica y por eso es necesario que se apliquen planes y estrategias para evitar que nuevamente se aplacen o atrasen tratamientos vitales.
Ronald Mayr Rojas
Director ejecutivo Grupo Medical