
Señora Directora:
Durante estos meses aprendimos que las incertidumbres se cierran gracias a los resultados de la prueba de los artefactos de prevención y por las clausuras retóricas que logran fijar la definición del problema. Pero cada vez que hay una publicidad donde se ofrece un lugar sin ‘virus’ mientras el barrio está encerrado, el conflicto entre lo práctico y lo retórico vuelve. Es aquí donde los expertos que dibujan la población de las acciones del estado tienen una responsabilidad que supera lo político porque resuelve la tensión conflictiva o termina por desestabilizar el régimen de vitalidad logrado.
A esta altura, bien sabemos que hemos tenido que elaborar una forma de razonar ligada a los mandatos culturales que mantienen la coherencia. Al mismo tiempo, el ‘covid’ fija los códigos y categorías que son las rutas de paso de los discursos de las autoridades sanitarias, programas de TV, noticias, partidos políticos, organizaciones religiosas, gremios, colegios profesionales y otros grupos. Por tanto, la apertura del acontecer impone su propio tiempo y espacio.
Dr. Nicolás Gómez Núñez