
Señora Directora:
Este año los colegios cuentan con 16 mil estudiantes menos que en 2019, lo que significa una caída del 0,4% en la matrícula. La deserción escolar es un drama preocupante, pues la ausencia de soluciones de conectividad o tecnologías en los hogares de miles de chilenos puso en riesgo la educación de las personas que llevarán el futuro de la sociedad.
Los resultados de la encuesta online “Estamos conectados”, realizada por Educación 2020, demostraron que el 24% de los alumnos afirma que no ha aprendido nada durante la pandemia, un 20% dice que ha aprendido muy poco, mientras que solo el 5% dice haber aprendido mucho. El sondeo, aplicado a 3,488 estudiantes, profesores y directivos, deja en claro que la deserción no es el único problema en la educación actual, sino que la forma de enseñanza a distancia tampoco está siendo efectiva. ¿Qué podemos hacer para mejorar el aprendizaje de los estudiantes y que al mismo tiempo vuelvan a las aulas tanto virtuales,como físicas?
Hoy la innovación educativa es un concepto que debe hacerse de importancia para atraer a los estudiantes y apoderados. Sí, nadie estaba preparado para enfrentar una crisis sanitaria de la magnitud que ha tenido la del Covid-19. Sin embargo, ya es momento de entregar soluciones a un problema que ya lleva meses y, lo que es peor, cuya erradicación no parece tan pronta como quisiéramos.
La educación, sea ésta a distancia o de manera presencial, debe comprender a cabalidad la entrega de materias a los estudiantes, de una forma eficiente, para que los procesos de aprendizaje motiven a las niñas, niños y adolescentes a seguir adquiriendo conocimientos. Sin la inquietud de ellos y de los apoderados, la deserción escolar puede volverse un tema aún más preocupante de lo que ya es hoy, y los resultados no los veremos hoy, si no en el futuro de los jóvenes. Este es un año distinto y hay tiempo para recuperarse.
Alfredo Grez