
Señor Director:
En 1834, el Reglamento de Policía de Concepción prohibió el uso de armas cortantes y punzantes en la población debido a las pendencias que a diario ocurrían en la ciudad, denunciándose incluso, apuñalados a una cuadra de la plaza. En 1860, el diario El Correo del Sur denunciaba desórdenes, pendencias y balaceras en las calles céntricas, culpando a la policía de no hacer su trabajo. En 1895, se aumentó de 120 a 250 efectivos policiales y las balaceras continuaron. En 1906, 1909, 1917, etc., en diversas ediciones de la revista Sucesos, se registraban ajustes de cuentas y tiros en el centro de Concepción.
Frente a esto, queda la duda si nos quejamos de algo nuevo o al igual que en épocas pasadas, nuestras autoridades desconocen absolutamente qué es lo que está ocurriendo más allá de los edificios de la administración pública.
Gustavo Campos