
Señor Director:
Veamos el caso de una empresa en la cual el Directorio se convence que el Gerente General no maneja bien algunas Gerencias, no les da su apoyo, las deja sin recursos, etc. Para corregir el problema, el Directorio se propone crear varias empresas nuevas que reemplacen a cada una de esas Gerencias postergadas. Con esa extraña solución la situación del conjunto de empresas pronto será insostenible.
Eso es exactamente lo que sucede en Chile cada vez que se crea una nueva Región achicando otra. Y es todo lo contrario de lo que sucede desde hace años en Francia que viene de vuelta reduciendo el número de sus regiones.
Es un hecho que las nuevas regiones creadas en los últimos años no han dado los beneficios esperados. A pesar de eso el Gobierno anterior impulsó la Región de Ñuble, actualmente en etapa inicial de puesta en marcha. Esa ley fue aprobada por casi todos los parlamentarios lo que no es extraño siendo 2017 un año electoral. En momentos como el actual donde se dice que la situación financiera del país es mucho peor de lo que se esperaba, el Gobierno debería analizar la posibilidad de reunificar las regiones de Ñuble y Bío Bío o, al menos, congelar la puesta en marcha de la Región de Ñuble. La puesta en marcha y la operación normal de una pequeña región tienen enormes costos fijos. Por supuesto, hará falta coraje político para enmendar el rumbo y priorizar las necesidades más urgentes.
José Luis Hernández Vida