Señor Director:
Creo oportuno mencionar un escrito reciente del historiador Adolfo Ibáñez. Dice que las comunicaciones y discursos de este Gobierno se dirigen al entendimiento de las personas. Sin embargo, es sabido que la mayoría de las personas razona poco, a la vez que se desenvuelve emocionalmente. Por ello, un interlocutor empático es mejor considerado que otro meramente intelectual. Esto significa que un populista que ofrece lo impracticable, obtiene más adhesión que un experto que manifiesta verdades no gratas.
De lo señalado se desprende que este Gobierno necesita lograr sintonía con la gente, mostrando más cercanía con las inquietudes de las personas comunes.
Patricio Farren Cornejo