Señor director:
El olimpo del deporte continúa alzando el trono del más grande de su historia. Roger Federer, a sus 36 años, continúa cosechando triunfos, ejecutando proezas y batiendo récords. Probablemente, jamás imaginó lo que hoy está viviendo cuando en 2016, una lesión de rodilla lo marginó de varios torneos, relegándolo al número 16 del mundo.
El “Expreso Suizo” llegó a pensar en el retiro. Con 35 años y una lesión poco se podía hacer, además que la leyenda estaba escrita y sería recordado como el mejor de la historia.
Sin embargo, qué grande es la sabiduría de las mujeres. Fue Mirka, su esposa, quien lo sacó de sus pensamientos. En una entrevista, Roger reconoció una charla con su esposa, respecto al retiro. “Tuve una conversación sobre ello con Mirka, donde le pregunté qué opinaba, sobre si debía dejarlo (el tenis) y ella me contestó ‘no, no debes dejarlo, y menos de esta manera (yendo a dar un baño a las niñas)”.
Así comenzó el segundo aire del suizo, entrenando duro para volver, algo que consiguió precisamente en el Abierto de Australia 2017, en una final soñada ante Rafael Nadal. Roger Federer estaba de vuelta en gloria y majestad. Ganó el torneo y comenzó una nueva era, con un tenis distinto, mejorado en servicio y con un poco más de agresividad.
Tanto Federer como Nadal son considerados los mejores tenistas de la historia. Todo se dio para que compitieran en la misma época y brindaran el espectáculo más grande, sólo visto antes en figuras como Boris Becker, Pete Sampras, Andre Agassi y algunos otros. Pero sin la estirpe que ostenta “Fedal”.
Ayer, Roger Federer rompió otros récords. Se transformó en el primer tenista en la historia en disputar su trigésima final de Grand Slam y ganó la vigésima de su palmarés. Sólo él, Djokovic y Roy Emerson ganaron seis veces Australia.
Sin duda, la leyenda del “Titán” Federer sigue creciendo y continuará hasta que Mirka diga “ya no más”, como reconoció el suizo en una entrevista tras su regreso en 2017.
El año pasado, entre Federer y Nadal se repartieron los cuatro majors y pelearon palmo a palmo el número 1 del mundo. Como gran amante del deporte blanco, espero que este año no sea la excepción y veamos el gran espectáculo que sólo los más grandes nos pueden brindar.
Cristián Caballero