Señor director:
Las altas temperaturas llegaron para quedarse y se convierten en un factor clave que afecta nuestro día a día, especialmente cuando queremos entrenar. Por eso, hay que tener ciertas consideraciones para que el rendimiento no baje y el ejercicio que realicemos sea efectivo.
Todo dependerá del tipo de deporte que se practique y si se realiza en ambientes abiertos o no, además del horario. Si no se puede entrenar durante la mañana o al atardecer, recomiendo hacer una parte del entrenamiento al aire libre y continuar con la otra en un lugar cerrado. La protección solar y la botella de agua no pueden faltar.
Por otro lado, se debe usar vestimenta deportiva ligera, de preferencia de algodón y acorde al horario en que se entrena. Actualmente existen marcas de ropa con tecnología que filtran los rayos UV y otras que absorben la transpiración de forma más rápida.
Además, cuidar la alimentación e hidratación en verano es fundamental. Se recomienda que, antes de comenzar a hacer ejercicio hay que estar muy bien hidratado, al igual que durante y después de entrenar. Asimismo, se debe tomar agua, no bebidas azucaradas ni jugo.
Entre los alimentos que hay que evitar están los altos en grasas y los que contienen mucha azúcar, ya que ésta deshidrata, mientras que los que tienen sodio ayudan a retener líquidos. Por eso, antes de entrenar, hay que dejar de lado las bebidas, los chocolates y los dulces.
Como siempre, se deben tener presentes en la dieta las frutas y verduras. Lo ideal es preferir las frutas más cítricas y las que contienen más agua, como la sandía y la manzana. El plátano tiene más carbohidratos, lo que ayuda a la recuperación.
Eduardo Fuentes
Head coach de SpeedWorks