Señor director:

Tras la derrota de la selección chilena ante Brasil, lo más probable es que las críticas se vuelvan más agudas y con toda clase de detalles. Detalles que hubieran quedado en el olvido en caso de haber clasificado para el mundial de Rusia.

Pero lo más rescatable de esta “selección de oro” es que también fueron diamantes los encontrados con pinzas entre las canchas de Chile y no simples piedras toscas como dirían por ahí. Lo que pasa es que el olfato para encontrar tantos talentos juntos también es muy difícil de encontrar.

Pero los triunfos a la vez nos estaban acostumbrando a detener el tiempo. Como si la edad no nos pudiera pasar la cuenta. Y de nuevo se perdió el olfato. Porque tampoco nosotros lo de antes.

Mario Reyes Saavedra