
Señor Director:
Cuando el señor Gastón Opazo, Presidente de la Asociación de Rodeo Talca, en medio de las críticas por la mantención del rodeo y como una manera de asegurar su preocupación por los novillos y caballos, espeta… “Para los incendios nosotros fuimos los primeros en estar ahí salvando a nuestros caballos y novillos”…, sin lugar a ninguna duda y tras leer su decidida defensa de la mantención del rodeo, avalada por los otros alcaldes regionales, lo único que cabe concluir, es que la decisión de salvar a los novillos y caballos de los terribles incendios, fue lisa y llanamente para asegurarse que estuvieran “vivitos y coleando” para los próximos rodeos que se venían, en buen chileno, los novillos y los caballos, se salvaron del fuego, para caer en las brasas…, porque debemos considerar que en toda actividad, cualquiera que ella sea y en especial la llamada rodeo, cuando una parte se divierte, en medio de algazaras y música, en desmedro de otra parte que es abusada, pisoteada en su dignidad de ser vivo, definitivamente el espectáculo no califica para ser acogido por un país como Chile, en que todos hoy abogamos por los derechos de las personas y de los animales.
Luis Enrique Soler Milla