
Señor Director:
Ante la polémica en la que se ha visto envuelta el Partido Socialista, relacionadas a las malas gestiones financieras, un sentimiento de rabia embarga a quienes creemos en una ideología, y que vemos arrebatada por quienes poseen los altos mandos.
Asumo y acepto que los partidos tengan patrimonios dignos de ser incrementados para financiar sus actividades, pero es labor de quienes lideran, poseer la capacidad de saber dónde y cómo invertir. Luego de recibir fondos indemnizados producto de abusos y violaciones durante la dictadura, veo inmiscible y condenable el gesto de que el PS haya invertido tanto tiempo en empresas como SQM y Pampa Calichera, controladas por el ex yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou.
Aún cuando el panorama político juvenil se encuentra en un rotundo quiebre, son acciones como estas las que nos mantienen en un constante descontento, cuando la política escapa de sus principios y se preocupa de manera individualista de aumentar sus ingresos, convirtiendo en un lucro constante a lo gubernamental.
Lucas Salazar Mardones