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La realidad trans en el sistema escolar penquista

Por: Mauro Álvarez 05 de Junio 2017
Fotografía: Wikimedia Commons

La circular de la Superintendencia de Educación más las políticas de inclusión impulsadas por la Municipalidad de Concepción ha llevado a que liceos como el Experimental acojan de buena manera a esta población estudiantil. Los expertos aseguran que el apoyo familiar y el de sus establecimientos, más un apoyo médico y psicológico, son fundamentales en la construcción de Identidad de Género en estos niños.

A fines de abril la Superintendencia de Educación entregó una circular a los establecimientos educacionales que va en directo beneficio de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Hoy han ocurrido avances en nuestra región con respecto a esta visible realidad, lo que sienta un precedente para erradicar de las aulas de clases la discriminación.

Actualmente, son alrededor de cuatros los niños transgénero insertos en el sistema escolar municipal, explican desde la Municipalidad de Concepción, los que se encuentran específicamente en los establecimientos Experimental y Óscar Castro. En estos liceos se les permite el uso del uniforme que ellos estimen conveniente, dependiendo de su identidad de género, usan los baños en los cuales ellos se sienten más cómodos y son tratados por su nombre social por parte de sus profesores y directivos.

Esta medida fue aprobada por una ordenanza contra la discriminación, emitida desde la municipalidad penquista, con el fin de mejorar la calidad de vida de estos estudiantes, “se estableció que dentro de todos los establecimientos educacionales se les debe respetar su identidad de género, dependientes del sistema público de educación. Fue una propuesta del Movilh junto a una mesa directiva con otras organizaciones de diversidad sexual de la región del Bío Bío”, explicó el coordinador regional del Movilh, Esteban Guzmán.

La circular, más las normativas internas para la inclusión, impulsadas desde la municipalidad refuerzan los derechos fundamentales de los niños y niñas en proceso de transición sexual y su reinserción social; respetando su identidad, su nombre social y el trato digno que se merecen, indica la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cideh).

“Si bien la circular no obliga a los establecimientos a realizar modificaciones en los liceos, ya que no hay una ley de Identidad de Género, sí establece el respeto a la comunidad trans en etapa escolar. Hoy existe un compromiso muy grande por parte de los establecimientos, para con los alumnos y alumnas transgénero”, comentó la coordinadora del programa “Buen vivir de la sexualidad y la reproducción”, del municipio, Laura Jerez.

Asegurar la inclusión

“Asegurar el derecho a la educación, tanto en el acceso como durante la trayectoria educativa, lo que significa atender sus necesidades y diversidades personales y colectivas, creando espacios educativos seguros y respetuosos de su dignidad, que favorezcan su desarrollo integral, es lo que persiguen estas iniciativas, ya que cada día se visibiliza más en los establecimientos educacionales, niños y niñas en proceso de transición”, explicó el encargado de la oficina de Protección de la Infancia de la Municipalidad de Concepción, Wilson Iribarren.

Esta apertura significa un desafío para las comunidades educativas, quienes deben incluir de la mejor manera a esta población estudiantil, se desprende del documento, entregado por la Superintendencia, específicamente en el artículo 3° del DFL N°2, de 2009, del Ministerio de Educación, donde se garantiza los derechos fundamentales de los estudiantes, en cuanto al derecho a la educación y la libertad de enseñanza, expresados en la Constitución.

“La circular viene a reparar y sanar historias de personas trans que por años nos hemos visto escapando del sistema educacional. Es muy relevante que por fin se estén dando las instancias para que las infancias tengan en lugar propicio para poder educarse y el día de mañana puedan insertarse de mejor manera en el sistema universitario”, reflexionó el coordinador regional de la Organización Trans Diversidades (OTD Bío Bío), Damián San Martín.

Apertura, miedos y desinformación frente a esta nueva realidad

“La sociedad ha tenido una apertura frente a los temas de identidad de género. Dentro de los establecimientos educacionales se han generado los espacios educativos, para que se aborde de manera abierta y directa esta realidad, sin mayores inconvenientes, lo que ha permitido mejorar la calidad humana, tanto de los estudiantes trans como del profesorado en general”, recalcó el seremi de educación de la región del Bío Bío, Sergio Camus.

Opinión que es compartida por Esteban Guzmán, quien expresó que: “el instructivo viene a rayar la cancha para que los establecimientos educacionales respeten el derecho de los estudiantes, cualquiera sea su orientación sexual, a una educación de calidad. Que los estudiantes y sus familias reciban un lenguaje inclusivo, respetando los nombres sociales de los estudiantes, además de instruir a los profesores y demás miembros del establecimiento para mantener un buen trato, es un gran avance, más en nuestra Región, precursora del trato digno para las comunidades LGBTI”.

Hace un poco más de una semana la Superintendencia fue enfática en aclarar qué su instructivo no obliga a las instituciones escolares a modificar sus instalaciones, como tampoco al uso de baños mixtos, aclarando de esta forma el miedo de padres y apoderados de la Región con respecto al uso de “baños mixtos” dado a conocer por varios medios de información, tanto escritos como televisivos.

“El establecimiento junto a la familia del niño o niña trans buscarán la mejor opción en el uso de cual servicio higiénico ocupará de acuerdo a su identidad de género, en ningún caso estamos imponiendo al establecimiento a adoptar la fórmula de baños mixtos, eso es un error”, recalcó el director de la Superintendencia de educación de la Región, Dalton Campos.

La aclaración fue muy bien recibida por la Asociación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares Subvencionados de la región del Bío Bío (Aspacps), quienes a través de su vocero regional habían expresado su rechazo a la circular y a las normativas de inclusión de la Municipalidad.

“Si bien no hemos tenido reclamos formales por parte de los padres y apoderados, si existía preocupación por parte de nuestro organismo. Estábamos preocupados por la imposición de la circular y la desinformación que se dio con respecto al uso de baños mixtos, ya que esto podía llevar a la confusión de nuestros niños, por la falta de educación frente a la realidad trans (…) tenemos claro que nos falta interiorizarnos más acerca del tema y así enfrentar de mejor manera esta realidad frente a nuestros hijos”, expresó el presidente regional de Aspacps, Alberto Valenzuela.

Construcción de la identidad de Género desde el punto de vista psicológico

Para las psicólogas Mary Jane Schilling y María Elena Gorostegui, expertas en temas de infancia la inclusión si bien es significativa, es fundamental un apoyo familiar detrás para que el niño o niña trans se sienta respaldado para enfrentar de mejor manera su escolaridad.

“Hoy los niños empiezan a experimentar diferentes roles y distintas identidades de género. Hay que entender que la Identidad de Género comprende un espectro amplio, donde hay muchas posibilidades de como uno se puede comportar en sociedad o identificar como persona”, aclaró Mary Jane Schilling.

Ambas concuerdan que un niño entre los 3 y 4 años empieza a definir su identidad, lo que se acrecienta entre los 6 y 7 años, por lo tanto es importante que si esto se mantiene en la adolescencia se debe ayudar al menor a enfrentar con apoyo psicológico y médico su construcción personal, para enfrentar de mejor manera su vida social y personal.

“Trabajar con la escuela, profesores y alumnos en general para que se puedan ir adaptando a los cambios es muy importante, ya que si bien el impacto mayor es en los padres y su entorno escolar, se debe velar por el niño o niña transgénero, porque lo importante es su felicidad. Esto está generando ruido hoy en día, porque en nuestra mirada tradicional nos produce rechazo que un niño pequeño se identifique con el sexo contrario, ya que no se usa hablar de esto”, describió Schilling.

Por su parte Gorostegui enfatizó en qué, “inclusión sí, pero sólo si los colegios están preparados y para eso falta tiempo. Acoger a un niño trans en un colegio debe ser a través de un proceso responsable, apoyado por un equipo médico y psicológico que de fe de su condición, no por un proceso irresponsable sin supervisión porque esto a la larga puede derivar en un proceso pasajero, trayéndole graves consecuencias psicológicas a este niño o niña, ya que el vestirse con prendas del sexo contrario no significa que este vaya a ser un niño trans a futuro”, finalizó.

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